Castillo de Javier

El castillo de Javier no tiene problema de acceso. Se encuentra, bien indicado (es uno de los lugares emblemáticos de Navarra), próximo al pueblo de Javier, a 8 Km de Sangüesa, en el límite de Navarra con la provincia de Zaragoza.

Historia

La denominación de Javier procede del vascuence etxeberri o casa nueva.

El castillo de Javier es la cuna del patrono de Navarra, san Francisco Javier, que se fue a evangelizar las Indias Orientales hasta llegar al Japón, donde realizó su principal misión. El castillo de Javier nació como torre de señales y vigilancia entre los siglos X y XI. En torno a esta Torre del Homenaje o San Miguel se fueron añadiendo estancias, quizás por la existencia del agua fresca de su aljibe. En 1516, seguramente como consecuencia de la anexión del reino de Navarra por Castilla, el Cardenal Cisneros ordenó arrasar los muros exteriores que rodeaban la fortaleza, desmochar las torres, cegar los fosos con las piedras de las almenas, inutilizar los matacanes y saeteras y destruir los puentes levadizos. La familia dueña del castillo defendía la independencia de Navarra, motivo por el cual sufrió el castigo ordenado por el Cardenal, regente de Castilla. En 1892 y 1952 se realizaron obras de restauración que le devolvieron su aspecto actual. Francisco nació en el castillo, propiedad de sus padres, María de Azpilicueta y Juan de Jaso el 7 de abril de 1506. Su padre era Doctor en Derecho y Presidente del Real Consejo. Su madre pertenecía a la nobleza local. Falleció en 1552, con 46 años, cuando se disponía a entrar al Imperio Chino.

La tradicional Javierada se celebra desde 1940. Consiste en una romería a pie desde los pueblos y ciudades de Navarra hacia el castillo de Javier, para venerar al santo patrón navarro. Suele celebrarse habitualmente durante el primer fin de semana de marzo.

Descripción

Encima del portón principal, que da acceso a través de un puerto levadizo al castillo de Javier, observamos  un relieve de piedra con tres escudos separados por ángeles, las ramas familiares de los dueños. Entramos a las caballerizas y posteriormente nos dirigimos al sótano.

Por todos lados encontramos episodios de la vida del santo. Después de visitar el sótano, que hizo las veces de bodega en tiempos, ascendemos a  la planta, donde encontramos recuerdos asiáticos del San Francisco Javier, objetos personales procedentes sobre todo del Japón (figuritas en marfil, individuales o formando escenas) y una maqueta del castillo.

Esta planta es un museo con tres secciones que describen la historia del castillo, un somero repaso a la de Javier y Navarra, y por fin una colección de pinturas en las que destacan las tablas flamencas del pintor Maes.

Una vez concluida la visita al museo, podemos acceder al resto de habitaciones del edificio. Sin acceder todavía al núcleo duro del castillo, podemos visitar la Sala de Escudos, así denominada por estar decorada con los blasones de la familia de San Francisco Javier. Posteriormente accedemos a la Sala Principal o Grande, lugar de recepción y convivencia familiar. Desde este punto podemos ascender la escalera de la Torre de Undués hasta llegar al Camino de Ronda. El Camino de Ronda formaba parte de las estructuras defensivas del edificio, y desde allí era desde donde se arrojaban proyectiles y aceite hirviendo al enemigo.  

El núcleo primitivo del Castillo está compuesto por las estancias que rodean a la antigua torre del Homenaje. En sus basamentos hay vestigios de época musulmana, posiblemente  del siglo X. El santo tuvo sus aposentos en esta zona, donde además se encuentra la capilla dedicada a San Miguel. Desde esta área del castillo podemos vislumbrar las hermosas vistas que permiten apreciar la situación estratégica del antiguo emplazamiento:   al norte, la sierra de Leyre; al sur, Castellar; al oeste, la vega del río Aragón; al este, la frontera con Aragón.

En el XI se edificó el primer recinto que rodeó la Torre y que incluyó las primeras habitaciones. Durante el siglo XIII se añadieron en los cuatro puntos cardinales, dos cuerpos de planta poligonal y dos torres.

Después de conocer la Torre del Homenaje, la zona más antigua del castillo, y desde su base, accedemos al vestíbulo y a la Capilla del Santo Cristo siguiendo un pasillo. En la capilla se encuentra el Cristo de Javier, imagen realizada en madera de nogal del siglo XVI, que según cuenta la leyenda, sudó sangre cuando el santo agonizaba al otro lado del mundo. Junto al Cristo, un fresco gótico representa la danza de la muerte. 

Bibliografía, Créditos y menciones