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Castro de San Chuis o San Luis

El castro del Pico San Chuis o San Luis en San Martín de Beduledo, concejo de Allande, fue descubierto en 1952 por José Lombardía Zardaín.

El castro del Pico San Chuis o San Luis en San Martín de Beduledo, concejo de Allande, fue descubierto en 1952 por José Lombardía Zardaín, vecino de Allande. Que además de este, descubrió un gran número de castros, en concreto 36. Se encuentra sobre una colina con el mismo nombre. Es uno de los castros más conocidos e importantes de la región.

Ha sido excavado en los años 1962-1963, 1979  y 1983-1985 y tiene la consideración de Bien de Interés Cultural.

El material arqueológico recuperado indica que el asentamiento se utilizó intensamente a partir de la primera mitad del siglo I y que se mantuvo poblado hasta el siglo IV.

Se asienta sobre un promontorio de contorno triangular defendido por un gran foso al oeste que delimita el ante castro, está protegido por una serie de cinco fosos y contrafosos. Al este y al norte conserva importantes trozos de muralla, construida según el sistema de módulos rectangulares de esquinas redondeadas adosados unos con otros típico de los castros asturianos.

La presencia romana se detecta desde mediados del siglo I d.C. en un entorno marcado por la intensa actividad minera desarrollada.

Se han descubierto en  los últimos cuarenta años una veintena de cabañas en las que se aprecia el paso de una primera ocupación indígena a otra más tardía en época imperial.

 

Castro de San Chuis o San Luis Castro de San Chuis o San Luis

Se han excavado dos sectores. El sector inferior está integrado por cabañas de planta circular con muros de pizarra tabular trabadas con mortero calizo, dispuestas según las características generales del urbanismo castreño. Junto a estas construcciones se encuentra una casa de planta cuadrada, con una técnica constructiva diferente. El sector superior incluye casas con ángulos rectos con muros medianeros, alineadas, de varias dependencias regulares. Destaca la pavimentación de las calles con losas de pizarra. Se han recuperado también abundantes objetos, cerámica, restos de un canal cubierto para evacuar aguas superficiales y una tosca escultura de un rostro humano (la única de la cultura castreña hallada en Asturias), todo ello depositado en el Museo Arqueológico de Asturias.

En la zona donde se asentó el recinto castreño se produce en época romana la confluencia de varias de las vías que cruzaban la región comunicando Lugo y Llanera o las llamadas «rutas del oro», que discurrían por las sierras del Valledor hacia la costa.

 

Las condiciones idóneas de emplazamiento y extensión debieron servir para que San Chuis se transformara en un recinto de carácter administrativo y castrense con una posición dominante sobre los castros de su entorno. También influyó el hecho de que en un radio de 10 kilómetros se encuentren algunas explotaciones mineras.

El poblado cuenta en el interior de sus murallas con una superficie de 4,5 hectáreas, extensión considerable si se tiene en cuenta que la mayor parte de los castros asturianos no supera las 2,5 ha. Para los estudiosos, esa diferencia tiene que estar vinculada a su elección para desempeñar un papel destacado y capitalino en la organización administrativa y política del territorio.

 

La visita al castro es libre y gratuita.

Geolocalización:

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