Edificio Fundación Lázaro Galdiano

Este Palacio denominado también Parque Florido en el que hoy podemos contemplar un museo, fue creado por el coleccionista de arte, editor y bibliógrafo navarro José Lázaro Galdiano  nacido en Beire en el año 1862. Galdiano decidió trasladar su residencia a la ciudad de Madrid tras contraer matrimonio en 1903. Licenciado en derecho por la Universidad de Barcelona y Valladolid estuvo compaginando sus estudios escribiendo en diferentes periódicos sobre arte y literatura.

Con el tiempo consiguió obtener una gran fortuna multiplicada  a raíz de su matrimonio a la edad de 41 años con Paula Florido, proveniente de una familia  adinerada Argentina con numerosas tierras, lo que le permitió comprar un terreno de 6.500 m cuadrados  en una zona de Madrid poco desarrollada. El Palacete se lo encargó a José Urioste conocido por su trabajo en la Exposición Universal de París construyendo el pabellón de España, aunque debido a las desavenencias entre ambos  fue un arquitecto de Barcelona, Francisco Borrás, quién cogió la dirección de la obra en 1906, pasando anteriormente también por manos del arquitecto Kramer.

El Palacio empezó teniendo un aire de estilo Plateresco que luego no acabó de gustarle a Galdiano haciéndolo desaparecer. El edificio es de planta rectangular con patio cubierto alrededor con pórtico y una torre situada al otro lado del pórtico, con tres salas de una gran belleza y una escalera que se desplazó de su lugar original para poder alojarlas.

La familia que en aquellos momentos vivía en Europa regresó en 1907 para vivir en el Palacio a pesar de que  continuaban las obras, que se alargaron dos años más. El jardín, una parte muy importante del Palacete, fue obra de Alfonso Spalla, un ilustre paisajista que llegaría a España procedente de Italia, el cual utilizo un curioso estilo misto aprendido tras su estancia en Paris, combinando la rigidez de los trazados formales con la sinuosidad del estilo naturalista. El recorrido por el jardín lo amenizaba la colección de arte, que no se limitaba al interior del palacete, sino que continuaba en el exterior. El jardín representa una parte esencial no solo por su trazado sino por ser uno de los pocos conjuntos madrileños de palacete y jardín que han sobrevivido hasta nuestros tiempos. Al final de la obra hubo bastantes complicaciones con cosas mal instaladas y levantamientos de suelos, hasta que se colocó madera tipo parquet así como ascensores, un adelante para la época.

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Para la decoración interior Galiano mandó colocar 70 cuadros pegados a los techos y dinteles con tallas de madera en las puertas, más adelante llevó también todas las obras de arte que el coleccionaba anteriormente, Goya, El Greco, Ribera, Murillo… convirtiendo su residencia en una de las más reconocidas y prestigiosas de Madrid. En la planta superior estaban alojadas sus habitaciones privadas, con unas habitaciones para verano y otras para invierno.

Lázaro Galdiano un día antes de morir donó en testamento todos sus bienes al estado español y la colección así se mantuvo unida, fundándose en 1948, un año después de su muerte, la Fundación que lleva su nombre, convirtiéndose posteriormente en Museo después de realizar las obras oportunas en su interior. El Museo fue inaugurado en el año 1951 incorporando la primera y segunda planta a la zona de las exposiciones. El edificio posee Auditorio, biblioteca, sala de exposiciones, reforma realizada por el arquitecto Fernando Chueca, el cual ha conservado la decoración original de la planta principal.

Entre el año 2001 y 2003 el arquitecto Fernando Borrego realizó la última remodelación del Palacete adaptándolo a las nuevas tendencias de los museos abriéndose de nuevo al público en el 2004.

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