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El antiguo Consejo Supremo de la Inquisición

El antiguo Consejo Supremo de la Inquisición fue construido por el arquitecto Ventura Rodríguez en 1782 y completado por Mateo Guill en 1796 es un caserón del XVIII

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Estuvo emplazado en la Calle Torija, nº14, con fachadas a las calles de Fomento, Torija y del Reloj. El edificio fue construido por el arquitecto Ventura Rodríguez en 1782 como sede del Consejo Supremo de la Inquisición, y completado por Mateo Guill en 1796. Se trataba del típico caserón del siglo XVIII sobre cuya entrada se podía leer el terrible lema inquisitorial «Exurge Domine et judica causam tuam» -Levántate Dios y juzga tu causa-.

La Inquisición imprimió carácter a todo el barrio. Muy cerca, en la vieja calle de la Inquisición (hoy calle de Isabel la Católica), estaba el Tribunal de Corte y las cárceles de la Inquisición. En sus proximidades convivían palacios nobiliarios con casas sencillas donde vivían muchos vecinos vinculados de una manera u otra con estos dos centros inquisitoriales, Consejo de la Suprema y Tribunal de Corte.

Como el edificio sede del Consejo inquisitorial debía encontrarse en bastante mal estado, se decidió el traslado de la residencia del Inquisidor y sus siniestras oficinas a unos inmuebles próximos de la calle de la Puebla (luego de Fomento), propiedad del Conde de Oropesa. Mientras, el gobierno sopesa la necesidad de construir un nuevo edificio sobre el solar propiedad de la Inquisición, que sustituyese al anterior.

El proyecto de la nueva sede del Consejo Supremo de la Inquisición se encarga a Ventura Rodríguez Tizón (1717-1785), que además de Arquitecto Mayor del Ayuntamiento de Madrid, lo era también de la Inquisición. El proyecto de Ventura Rodríguez no llegó a culminarse, probablemente debido a su elevado coste y por la urgencia de los inquisidores en ocupar cuanto antes el nuevo emplazamiento. Fue su discípulo Mateo Guill, nuevo Maestro Mayor de obras de la Inquisición tras el fallecimiento de Rodríguez, quien retomó el proyecto inicial aunque reduciéndolo a la fachada de la calle Torija, y manteniendo la vieja fábrica del siglo XVII en el resto del inmueble. La obra fue finalizada en 1788. Posteriormente, entre los años 1793 y 1794 se efectuaron en el interior del edificio una serie de reformas de menor calado a fin de adaptarlo a su doble uso residencial y administrativo, dirigidas por los arquitectos Manuel Martín Rodríguez, sobrino de Ventura Rodríguez, y José de la Ballina.

El Consejo Supremo del Santo Oficio tuvo su sede en este edificio entre 1780 hasta su desaparición en 1820.

La Inquisición fue suprimida en 1808 por José Bonaparte, y en 1813 por las cortes de Cádiz. En 1814 fue restablecida por el nefasto Fernando VII, pero el arruinado y desacreditado tribunal sólo prolongó una existencia fantasmal hasta su definitiva desaparición, decretada por el régimen liberal en 1820. Y tan desacreditado estaba, que cuando se restauró el régimen absolutista en 1823, el Gobierno servil ni siquiera se tomó la molestia de restablecerlo.

Abolida dicha institución, el inmueble se convirtió la sede del Ministerio de Fomento, cuyas dependencias albergó hasta que en 1849 pasaron al antiguo convento de la Trinidad en la calle Atocha y que había sido desamortizado en 1836.

Posteriormente pasó a albergar un hotel inglés y una imprenta hasta que en 1897 se convirtió en el convento de las Madres Reparadoras, institución que continúa albergando actualmente. 

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto propiedad de Diego Salvador Conejo

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