Iglesia de San Cebrián del Mazote

Este templo se descubrió a principios del siglo XX, por Agapito y Revilla y por Lampérez, fue declarada Monumento de Interés Cultural en 1916. Entre 1932 y 1945 fue restaurada siguiendo las pautas de Gómez Moreno, gran estudioso de la arquitectura Mozárabe, hoy llamada de Repoblación, las obras que se llevaron a cabo fueron la eliminación de todos los añadidos, reconstrucción del cimborrio y otros elementos que había desaparecido.

Formó parte de la campaña de repoblación que llevó a cabo Alfonso III, cuando al finales del siglo IX las tierras de alrededor del Duero quedaron libres del dominio musulmán. Levantada en el siglo X por unos monjes cordobeses sobre un primitivo templo visigodo, posee planta basilical de tres naves separadas por arquerías de herradura, que descansan sobre columnas con capiteles tallados a trépano. Tanto la nave del crucero como la central longitudinal sobresalen en altura respecto a las laterales de la longitudinal. Posee cuatro ábsides, los tres de la cabecera y uno a los pies de carácter funerario, en el que encontramos un relieve del siglo X. Los ábsides son planos al exterior y curvos en el interior, el que alberga el altar mayor y el que está en el muro oeste tienen planta de herradura y se cubren con  bóveda gallonada. Los que corresponden con las naves laterales son semicirculares y se cubren con bóveda de arista reforzada con nervios. La nave se cubre con techumbre de madera a dos aguas y el cimborrio y las naves del crucero con gallones también.

Al siglo XVII le corresponde la portada lateral y la espadaña de dos cuerpos. Y uno después tuvieron que rehacerse los vanos, los primitivos eran abocinados, herencia que dejará a las construcciones románicas.

Las paredes están encaladas, aunque en una reciente restauración se ha recuperado parte de la policromía original, que imitaba al ladrillo y que nos recuerda a las miniaturas de los beatos mozárabes. La pintura en los muros de los templos es otra de las características que pasará a los edificios románicos.

Fuera de la arquitectura, destacaremos una Piedad gótica del siglo XV, un Cristo yaciente, de la escuela de Gregorio Fernández y que se encuentra en un mal estado de conservación y una Asunción de alabastro tallada por Inocencio Berruguete en el siglo XVI.

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Bibliografía, Créditos y menciones