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La Fortaleza Baja o Castillo de la Villa

La Fortaleza Baja o Castillo de la Villa, es una de las defensas más importantes que poseía la Orden de Calatrava frente al Reino de Granada.

La Fortaleza Baja o Castillo de la Villa

Paralelamente al desarrollo de la Fortaleza Alta se construye la Fortaleza Baja, o Castillo de la Villa, ampliando y reforzando las antiguas defensas.

Ésta ocupaba un pequeño cerro que domina propiamente la ciudad. Estaba amurallada dentro del mismo recinto murado de Martos y, a su vez, se encontraba separada de éste, formando el último reducto defensivo. Se trataba de una alcazaba o ciudadela  rodeada por lienzos de muralla almenada, así como pasadizos y torres, dejando libre el espacio central para la construcción de edificios administrativos y religiosos: iglesia de Santa Catalina, sede de la gobernación, caballerizas, tahonas, lagares, aljibes, etc. Según testimonios de una inspección realizada por los Visitadores de la Orden de Calatrava en el siglo XVI con motivo de reparar las deficiencias de la Fortaleza Baja.

Podemos hacer un seguimiento de lo que fue la Fortaleza Baja a través de los restos conservados, entre los que destacamos:

•    Torre del Homenaje

•    Torre Almedina

•    Recinto murado

1. La Torre del Homenaje constituye el elemento más significativo de la fortaleza. Se levanta airosa sobre el paisaje marteño, constituyendo un hito en su localización, siendo visible  desde los distintos accesos a Martos: carreteras de Alcaudete, Jaén, Monte Lope Álvarez y Santiago de Calatrava. Ocupa un lugar de primer orden visual junto con el Santuario de Santa María de la Villa, La Peña y el caserío marteño.

La Torre, también llamada de la Villa, se construyó a instancias de la Orden de Calatrava en el siglo XIV, sirviendo, al mismo tiempo, de atalaya y de sede de la gobernación.

Presenta planta cuadrada, de 10 x 10 m., consta de un sótano, planta baja, planta primera y azotea. Tiene 25 m. de altura desde el sótano y 22 m. sobre el nivel de la calle. Está construida con sillares de piedra irregulares salvo en las esquinas, que se embellecen y se refuerzan con sillares regulares, unidos con mortero de cal y arena.

El sótano fue utilizado como aljibe. Se encuentra totalmente bajo la rasante de la calle y únicamente tiene acceso desde una trampilla situada en el suelo de la planta baja. Poseía una conducción de tubos de cerámica, atanores, desde la azotea, que le permitía recoger las aguas de lluvia y almacenarlas en el aljibe. Éste presenta unas dimensiones de 6 x 6 m. y se cubre con una bóveda ojival construida en piedra.

A la planta baja se accede desde el exterior por el N. Tiene unas dimensiones de 5 x 5 m. Los paramentos son de mampostería. Al igual que el sótano se cubre con una bóveda ojival. En el muro O se abre una ventana saetera, presentando éste una profundidad de 2`5 m.

A la primera planta se accede desde la planta baja mediante una estrecha escalera integrada en uno de los muros, que abre al exterior a través de una ventana saetera. En esta planta se encuentra la estancia principal de la torre, con unas dimensiones de 6 x 6 m. Cuenta con dos amplias ventanas, una hacia el E y otra hacia el O, y se cubre con una cúpula realizada a base de aproximación de hileras de ladrillo, apoyada en pechinas también de ladrillo. Desde esta planta se accede a la azotea a través de una escalera vista hasta media altura, para integrarse posteriormente en el muro.

La azotea presenta unas dimensiones de 8`5 x 8`5 m. y desde ella se obtiene una magnífica visibilidad y control de la ciudad y del territorio circundante.

La Torre del Homenaje recibe gran número de visitas en grupos organizados, acompañados por técnicos del Ayuntamiento: centros de enseñanza, cursos de patrimonio, asociaciones, grupos de tercera edad... Siendo uno de los elementos patrimoniales que despierta mayor interés. En octubre de 2006 se inauguró en ella un Centro de Interpretación de la Ciudad, dotando a la torre de un contenido que amplía el interés ya intríseco a ésta y que permite al  visitante conocer la historia de Martos, sus elementos patrimoniales, y en especial todo lo referente a la etapa medieval en la que Martos fue capital de la Encomienda de la Orden Militar de Calatrava.

2. La Torre Almedina, en la calle de su mismo nombre, se situaba junto a la entrada de la Fortaleza. Presenta planta cuadrada y está realizada en mampostería con sillares regulares en las esquinas. En una de sus caras tenía una buhara, de la que aún quedan tres canes. Esta Torre y el tramo de muralla al que va unida, ha sido objeto de estudio, existiendo un proyecto de actuación para su restauración y puesta en valor.   

Recinto murado: Hoy día podemos hacer un seguimiento de la fortaleza a través de los restos de muralla que la envolvían y que aún quedan en pie. Destacan los lienzos y contrafuertes  de la calle La Villa, los cuales quedaron en parte ocultos por  las viviendas que se le adosaron, algunas de las cuales han sido derribadas con la finalidad de dejarlos vistos. Lienzos que continúan por la calle Almedina (junto a la torre de su mismo nombre), donde creemos que estaría la entrada a la fortaleza; desaparecen en un tramo y vuelven a aparecer al final de esta calle, la cual no tiene salida formando un bello adarve. Continúa la muralla, bordeando y defendiendo la fortaleza, por las laderas que caen sobre las calles Carnicería y Senda, asentada sobre la misma roca. Desde el Camino Ancho tenemos una estupenda vista de la Fortaleza y concretamente de estos muros y su cimentación, abriéndose en ellos ventanas saeteras, llamándonos la atención la envergadura del basamento o plataforma de esta compleja construcción, apoyada directamente en la ladera. Continúa la muralla bajo la Torre del Homenaje  y se prolonga bajo el cerro del Santuario de Santa María de la Villa, encontrándonos con el torreón semicircular y la muralla de la Calzada de la Villa donde podemos observar paños de muros más antiguos: romanos y posiblemente ibéricos. Este tramo se protege, a su vez, por varios lienzos que aparecen tras las casas de la calle Baluarte, destacando la esquina de un torreón. Toda la plazoleta del Santuario de la Virgen de la Villa, formaba parte de las defensas ofreciéndonos hoy un interesante cubo de planta cuadrada, realizado con mampostería y sillares regulares en las esquinas, sobre el cual se levantará en el siglo XVI un bello campanario renacentista. Desde aquí la muralla continúa bajo el mirador de calle La Villa cayendo sobre calle Nueva hasta llegar a calle Tranquera, donde posiblemente estaría la puerta que abriría el paso hacia la Fortaleza.   

El recinto estaba unido con La Peña por murallas, que protegían la población.

    MURALLAS

    Además de contar con las dos fortalezas ya mencionadas, la población marteña se protegía a través de un conjunto de lienzos de muralla, cubos y torreones que, descendiendo desde ambas laderas de La Peña, la envolvían.

    Podemos observar parte de estos lienzos en calle San Bartolomé, en los muros de la misma ermita, encontrando sillares de gran tamaño posiblemente de época ibérica; así como restos de un torreón en el comienzo de esta calle, lindando con el Arco Ventosilla, una de las antiguas puertas de la ciudad. A continuación aparece un lienzo de muralla en calle Adarves, del cual parte  otro lienzo que se comunica con la Torre Albarrana, situada en calle Real, maciza y de planta cuadrada, apoyada sobre la misma roca, la cual está restaurada, que defendía otra de las entradas a la ciudad. De esta torre, posiblemente, partía otro lienzo que comunicaría con la Fortaleza Baja.

    Al otro lado, partiendo igualmente de la falda de La Peña, encontramos lienzos de muralla en las calles San Pedro, Puerta de Jaén, La Fuente..., que discurren, interiormente, entre casas y patios, en la mayoría de los casos sin verse desde fuera, observándose en algunos casos sólo desde las alturas. El mismo nombre de las calles: Portillo, Puerta del Sol y Puerta de Jaén nos indica que fueron puertas que guardaban la ciudad, al tiempo que salidas hacia la ciudad de Jaén. Estos tramos de muralla enlazarían con el barrio de la Fuente de la Villa, por donde discurre el arroyo del mismo nombre, donde posiblemente estaría (según A. Recio Veganzones) la coracha, torre situada fuera del recinto murado y unida a él por un lienzo de muralla, que serviría para tomar agua del arroyo de la Fuente de la Villa.

Ana Cabello Cantar

Técnico de Patrimonio Histórico Ayuntamiento de Martos.

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad del Ayuntamiento de Martos.

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