Monasterio de Poblet

El  Real monasterio de Poblet está situado al pie de la Sierra de Prades, comienza su construcción durante el siglo XII. El monasterio fue fundado en 1151 por Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, que donó las tierras a la orden cisterciense y fue ocupado por monjes procedentes de la abadía francesa de Fontfroide. De la primera comunidad plenamente constituida tenemos constancia desde 1153. La construcción del actual monasterio comenzó en 1163, cuando Arnau de Bordells, hizo una donación. Poblet fue lugar de descanso favorito de los reyes de Aragón, panteón real y centro cultural de primera magnitud. Su biblioteca era una de las más importantes de la época.

El Real monasterio de Santa María de Poblet forma parte, junto con los de Santes Creus y Vallbona de les Monges, del conjunto de monasterios cistercienses que se establecieron en Catalunya en la segunda mitad del siglo XII. Con el fin de repoblar las tierras conquistadas por la Corona de Aragón a los musulmanes.

Los monasterios cistercienses tenían la costumbre de situarse en terrenos despoblados, aunque siempre cercanos a cauces de agua, donde los monjes se encargaban de convertir los campos en tierras fértiles. Fueron grandes investigadores en este campo, incluso se les conoce como grandes ingenieros agrónomos de la época.

Los monasterios cistercienses se caracterizan por su austeridad, prescindiendo de toda ornamentación, exaltando la piedra desnuda, símbolo de pureza y sobriedad.

En el momento de máximo esplendor (siglo XIV) Poblet extendía su jurisdicción sobre siete baronías.

La primera devastación del monasterio comenzó durante el trienio liberal (1820-1823) en que la iglesia y los palacios abaciales y reales fueron saqueados e incendiados

El declive del monasterio comienza en el siglo XVI para acabar deshabitándose en 1835, fecha de la Desamortización. En 1930 se crea el Patronato de Poblet, dando comienzo a las obras de recuperación del monasterio y en 1940 los monjes vuelven a Poblet, siendo en 1945 cuando se crea la Hermandad de Poblet.

El conjunto está constituido por tres recintos parcialmente amurallados. Pasada la primera muralla, se levanta la capilla de Sant Jordi, construida por Alfonso V de Aragón para conmemorar la conquista de Nápoles. En la segunda muralla se abre la Porta Daurada, y en la tercera, la Porta Reial.

A la derecha se encuentra la fachada barroca de la iglesia, y al otro lado de la puerta el locutorio, del siglo XV. El claustro, de los siglos XII y XIII, tiene capiteles historiados y cuenta con tumbas medievales. Alrededor  de las galerías, se abren la cocina, el refectorio, frente al que se levanta una fuente románica, la sala de la calefacción, la biblioteca antigua y la sala capitular.

En la parte elevada del claustro se encuentra el enorme dormitorio de los novicios y el archivo. Al otro lado se encuentra el Palau del Rei Martí, que nunca llegó a finalizar su construcción.

La iglesia data de los siglos XII y XIII y consta de tres naves con ábside y girola. Cuenta con un bello retablo renacentista de Damià Forment y los sepulcros restaurados de algunos reyes de la Corona de Aragón: Jaume I, Pere IV y sus tres esposas, Ferrán I, Alfonso II, Joan I y sus dos esposas, Joan II y Juana Enríquez, padres de Fernando el Católico. También se encuentran en la iglesia los sepulcros de Alfonso el Magnánimo y Martin el Humano