Muralla de Pamplona

En el año 1515 se comenzó la construcción  de la muralla  de Pamplona y su ciudadela, que se edificó pensada para soportar ataques de artillería. Fue como consecuencia de la incorporación del reino de Navarra a la Corona de Castilla, durante el siglo XVI  y debido a la clara situación estratégica de Pamplona. Constituyéndose la ciudad en un puesto avanzado de la corona española ante los posibles ataques franceses.

Con anterioridad  a la construcción de la muralla, Pamplona estuvo rodeada por un anillo amurallado para defenderse de los enemigos, como buena ciudad medieval.

La ciudad fundada por Pompeyo en el 74 a.C. ha sido considerada desde su origen, por su situación estratégica, una Ciudad-Fortaleza.

Fue una ciudad muy importante para el ejército de España, debido a su proximidad con Francia, por eso el dicho de “Pamplona es la llave de España” según documentos de los siglos XVI y XVII, si los franceses querían tomar España tenían que pasar por Pamplona.

La muralla consta de cinco kilómetros de recorrido, es uno los complejos bélicos más interesantes y mejor conservados de España, lo que le valió ser declarado Monumento Nacional.

Durante el siglo XVIII el número de habitantes aumentó con el lógico crecimiento de la ciudad,  pero la ciudad no podía expandirse al estar totalmente amurallada y la corona no permitía la construir de edificios fuera de la misma. Como consecuencia la ciudad empezó a crecer hacia arriba.

Durante el siglo XIX a pesar del crecimiento de las casas, no había suficiente sitio para vivir. Las condiciones de vida fueron empeorando y aparecieron problemas de salud.

Estaba claro que la única solución era derribar las murallas para ensanchar la ciudad. Por eso, el Ayuntamiento pidió muchas veces a la corona el derribo de las murallas, pero el ejército se negaba a ello.

Su ocaso se produjo a finales del siglo XIX, debido a su ineficacia frente los avances de la artillería y al gran crecimiento demográfico, que exigía una ampliación de la trama urbana. Pamplona celebró como un gran acontecimiento el derribo de parte de sus murallas, de 1915 a 1921.Esta evolución histórica es la pugna que siempre ha existido, en todas las ciudades, por adecuar su estructura urbanística a las necesidades del crecimiento de la ciudad.

Desde 2005 el Ayuntamiento ha promovido un importante plan de actuación para la recuperación de todo el recinto fortificado y la mejora de su entorno. La muralla de Pamplona, en su día barrera por su función defensiva, es en la actualidad un lugar de esparcimiento y elemento de integración del patrimonio cultural y medioambiental de Pamplona.

La Ciudadela y el parque que la rodea, la Vuelta del Castillo, es una de las zonas más interesantes de la ciudad, convirtiéndose en un  parque amurallado dentro de la ciudad.