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La Puerta Alta de Daroca se encuentra en el extremo este de la calle Mayor, y es una de las principales vías de acceso a la ciudad. Forma parte del conjunto de fortificaciones que componían la muralla.
El portal fue construido en piedra a principios del siglo XVI y hasta principios de este mismo siglo conservó la puerta de madera. En el siglo XVIII el arco fue reformado en parte en la zona superior, construida en ladrillo, y se cierra con arco apuntado en sillares, rematado por un escudo de la ciudad. En ella se puede ver, maravillosamente policromado, el escudo de Daroca.
El escudo de la ciudad.
Según diferentes autores las antiguas armas de la ciudad de Daroca serian lo gules, cinco lirios de jardín acompañados de tres ocas a cada lado, rodeado todo de una muralla torreada y con dos puertas. Estas imágenes podían hacer referencia a las murallas de la ciudad y a la leyenda que atribuye el grito de las ocas el despertar de los darocenses ante un ataque musulmán. Posteriormente se añadirían las banderas regaladas por Jaime I a los tercios de la Comunidad de Daroca en 1238 tras conquistar Valencia, así como la imagen de los Corporales, cuyo milagro ocurriría un año después y sustituirían a los lirios del escudo original. Aparece como lema el versículo del salmo 147 “Non Fecit taliter omni nationi “ No hizo lo mismo con todas las naciones.
A pocos metros de la puerta está el torreón llamado de los Huevos, o de los Escolapios, por encontrarse junto a su colegio, también construido en sillería.
