Castillo de Villaviciosa de Odón

En 1496 se inicia la construcción del Castillo de Villaviciosa de Odón, por sus primeros propietarios los primeros marqueses de Moya, nombrados con ese título y distinguidos con posesiones territoriales como Chinchón en detrimento del consejo de Segovia por los Reyes Católicos.

El Castillo sufrió desperfectos en 1521 durante la Guerra de las Comunidades por parte de los Comuneros, dirigidos por los Capitanes Diego de Heredia y Antonio de Mesa, que arrasaron el Castillo.  Debido al apoyo prestado por Fernando de Cabrera y Bobadilla, primer conde de Chinchón y su hermano Diego, los dos hijos de los marqueses de Moya, a Carlos I.

En 1589 Diego de Cabrera, Tercer Conde de Chinchón, ordeno su reconstrucción, a Juan de Herrera, el arquitecto real, convirtiéndolo en un palacio con aspecto exterior de fortaleza.

Dos siglos más tarde, en 1738, Felipe V compró el condado de Chinchón, incluido su Castillo. El título de conde de Chinchón le fue concedido unos años después al hermanastro de Fernando VI, que se aficionó a visitar el Castillo. Tanto le gustó el entorno, que encargó a Ventura Rodríguez su rehabilitación y restauración. El 17 de agosto de 1758, muerta su esposa Bárbara de Braganza, Fernando VI se instaló en la fortaleza, hasta su muerte.

La célebre condesa de Chinchón inmortalizada por Goya, también tuvo relación con el Castillo de Odón al casarse con Manuel Godoy, favorito de Carlos IV. En 1808, el mismo año en que se separaba de la condesa, Godoy cayó en desgracia por el Motín de Aranjuez y el destino le condujo preso a la capilla del Castillo de Odón, antigua posesión de su suegro. Liberado por Murat, fue llevado a Francia con la familia real, a la que acompañó en su exilio, hasta su muerte.

A mediados del siglo XIX el Castillo es arrendado por el conde de Chinchón al estado para la instalación de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, creada en 1846 y que comienza sus actividades docentes en 1848 y desempeñan dicha función hasta 1869.

Finalizado el contrato de arrendamiento el estado intento adquirir la propiedad tasada en 1,400.000 reales, pero el precio las dificultades de expansión del Castillo para las actividades de la escuela, hicieron que al final se tomase la decisión de trasladar la escuela a El Escorial.

El castillo permaneció desocupado hasta el año 1886, en el que se instalo el Colegio de Educandos del Cuerpo de Carabineros, destinado a los huérfanos de dicho cuerpo, estando documentada la estancia de hasta 175 alumnos.

Fue de nuevo desocupado 1892 y durante el siglo XX conoció su peor época siendo saqueado durante la Guerra Civil, utilizado como cuartel para tropas y sufriendo desperfectos en sus plantas superiores y tejados.

Después de la Guerra Civil el castillo fue usado como casa de labranza, granero, leñera y almacén, aunque limitando su uso a la parte inferior.

En el año 1965 el Ejército del Aire llego a un acuerdo con los propietarios del Castillo, para adquirido por la suma de 4.515.000 pesetas, formalizando la compra por Patrimonio del Estado en 1966, siendo transferido oficialmente al ejército del Aire en 1967. Entre 1969 y 1971 se realizan obras de restauración y acondicionamiento para su nueva función como Archivo Histórico del Ejército del Aire, iniciando su funcionamiento en 1972.

Inicialmente, el castillo de Odón tenía una planta triangular con tres torres circulares en sus vértices. Juan de Herrera añadió el cuarto vértice y un torreón cuadrado de doce por trece metros y veinticinco de altura como torre del homenaje. Lo que queda hoy de todo aquello es un castillo-palacio muy robusto, especialmente en sus torres, con muros de hasta tres metros y medio de grosor.

Cuenta en su interior con un patio central con arqueros de piedra de medio punto. El carácter residencial que detentó durante muchos años se percibe en la escalera de recepción de tipo claustral, en la apertura de ventanas y balcones, poco favorables a la defensa militar, en los tejados con chapiteles de las cuatro torres y la ausencia de almenas.

La mano de Ventura Rodríguez se conserva en la fuente de la entrada del castillo, donde aún corre el agua.

En cuanto a sus materiales, el castillo se construyó con sillarejo, mampostería y granito de las canteras de El Escorial.