- Actividades
- Periodo Histórico
- Comunidades
La cuenca del Tajuña ofrece gran interés a los arqueólogos por la riqueza prehistórica que encierra. Los primeros vestigios prehistóricos se remontan al neolítico. De esta época son las múltiples cuevas de la zona. La más conocida es la cueva de la Mora. En el denominado Cerro del Salitral, se han descubierto restos de una ciudad íbera con su correspondiente necrópolis.
Durante la dominación romana, Chinchón se convirtió en un pueblo agrícola, aceptando su civilización, leyes y costumbres. Posteriormente llegó la dominación árabe, a la cual estuvo sujeto durante tres siglos y medio, Chinchón perteneció al reino de Toledo. La comarca fue conquistada en el año 1060 por Fernando I El Magno y reconquistada por Alfonso VI en 1082. Así el pueblo de Chinchón queda fuera del dominio musulmán para pasar a vincularse al Consejo de Segovia. De este se libero cuando 1480 los Reyes Católicos conceden al Señorío de Chichón a los Marqueses de Moya por su lealtad a Isabel La Católica. En 1520 Carlos I de España y V de Alemania concede el título de Conde de Chinchón al segundo hijo de los Marqueses.
En la guerra de la independencia el pueblo sufre una fuerte represión. Las tropas francesas asolaron la villa y ajusticiaron a un buen número de sus habitantes. Testigo de este asedio fue Francisco de Goya, vecino de la localidad por aquella época. En sus desastres de la Guerra, en el grabado numero 37, en su reverso Goya escribió “El de Chinchón”, lo que prueba que conoció al personaje y presencio la patética escena.
A mediados del siglo XIX la villa recobra su vitalidad y se funda la Sociedad de Cosecheros de Chinchón, la cual estaba formada por los productores de vino, vinagre y aguardiente. Esta importante institución patrocino la construcción del Teatro Lope de Vega, el alcantarillado, los lavaderos y el ferrocarril de vía estrecha de Colmenar a Madrid, además de velar por la calidad de sus productos, entre ellos, el aguardiente de anís, que fue reconocido en la Muestra Universal de Paris en el año 1900.
En el año 1916 el rey Alfonso XIII otorga el titulo de ciudad a la villa y en 1974 es declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Lugares de interés:
La Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Chinchón es una clásica plaza medieval, de arquitectura popular, cuyas primeras casas con soportales y balcones se construyen en el siglo XV, quedando totalmente cerrada en el siglo XVII.
Está considerada como una de las más bellas del mundo por su armonía y proporciones. Tiene una figura irregular y una estructura sencilla, clara, ordenada y jerarquizada, formando un conjunto de construcciones de tres plantas, con galerías adinteladas y 234 balcones de madera, denominados "claros", sustentados por pies derechos con zapatas.
Han sido muy numerosas las actividades realizadas en la misma: fiestas reales, proclamaciones, corral de comedias, juegos de cañas, corridas de toros, ejecuciones, autos sacramentales, actos religiosos, políticos y militares, plató de cine y otros.
El sabio académico Manuel Alvar ha escrito: "La plaza del pueblo tiene el equilibrio que sólo logra la maestría absoluta".
El 16 de septiembre de 1502 se celebro el primer festival taurino en honor de Juana la Loca y de su marido Felipe el Hermosos en la plaza de armas del castillo. Y esa costumbre llego a ser tan importante que mucho tiempo después el primer rey de la dinastía de los Borbones Felipe V, dio a Chinchón y a su plaza el titulo de Real Coso Taurino.
Monasterio de los Agustinos parador de turismo
El primer convento de Agustinos Calzados se funda a finales del siglo XV por Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla en una zona próxima al castillo de Chinchón.
El actual, se construyó sobre 1626. El convento se inicia bajo el patronato del Hermano Zuñiga. En agosto de 1706, durante la guerra de Sucesión, estuvo hospedado en el convento el Archiduque Carlos de Austria.
En los siglos XVIII y XIX, se convierte en un centro de formación humanística, con cátedras de teología, gramática y latín.
Torre del reloj
Unida en un principio a la antigua Iglesia de Ntra. Señora de Gracia del siglo XV, la torre de Chinchón fue restaurada bastante tiempo después de que los franceses saquearan y destruyeran todo el conjunto.
En esta restauración se ignoró la iglesia, por su alto grado de deterioro y por la falta de presupuesto para su total reconstrucción. Con el tiempo quedaron sus restos ocultos. De ahí el dicho: "Chinchón tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre".
Nuestra señora de la Asunción
La iglesia de la Piedad, hoy bajo la advocación de Nuestra Sra. de la Asunción, se inicia en 1534 con un proyecto de arquitectura gótica, de Alonso Cobarrubias y se termina en 1626, tras más de 48 años las obras paradas, con la colaboración del patrimonio del Condado de Chinchón, y el proyecto de Nicolás de Vergara el Mozo.
El tercer Conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, Mayordomo de Felipe II y de su Consejo de Estado, contrató para su finalización a los mejores maestros que habían trabajado en El Escorial.
En 1808, es incendiada por las tropas francesas y restaurada en 1828. La iglesia actual es una gran reconstrucción, de grandes dimensiones, sin torre, hecha con muros de sillería, con una mezcla de estilos gótico, plateresco, renacentista y barroco.
En el centro del retablo principal destaca el magnífico cuadro de la Asunción de la Virgen pintado por Francisco de Goya.
La inscripción escrita en lápiz que lleva el bastidor, expresa lo siguiente: "Se colocó esta pintura el día 19 de junio de 1812, siendo cura párroco de esta iglesia el Sr. D. José Robles. La hizo D. Francisco de Goya, pintor de cámara de S.M. el Sr. D. Fernando VII".
Teatro Lope de Vega
Fue construido por la Sociedad de Cosecheros en 1891 sobre lo que fuera el antiguo Palacio de los Condes. Al ser en dicho Palacio donde Lope de Vega escribió y firmó la comedia "El Blasón de los Chaves de Villalba" se decidió bautizar el teatro con el nombre de tan insigne autor. Con un aforo de 400 personas, ha pasado por varias remodelaciones, siendo la última en 1987. De sencilla estructura y clásica en su organización, esconde en su interior un magnífico telón de boca, es una pintura atribuida a Luis Muriel, con motivos de la Plaza Mayor y escenas alegóricas.
Castillo de Los condes
Al sur del casco urbano, por la calle perimetral que rodea la ciudad, en su parte más elevada y meridional, se yergue el castillo de Chinchón. Con la cesión del Señorío de Chinchón a los Cabrera, el castillo se convierte en símbolo y residencia de su poder señorial.
El primer castillo que habitaron los Cabrera, por cesión de los Reyes Católicos, nada tiene que ver con el actual. Aquel quedó dañado en el ataque comunero de 1520, cuya plaza fue entregada con toda su artillería el 21 de enero de 1521. El III Conde, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, decidió demoler lo que quedó, y comenzó la construcción del actual sobre el emplazamiento del primero y con los materiales del viejo castillo. La autoría y cronología exacta de las distintas fases de las obras son desconocidas hasta la fecha. Su realización fue entre los años 1590 y 1598.
El Conde Diego dice en su testamento que llevaba gastados cincuenta mil ducados sin haber salido de los cimientos. Teniendo en cuenta la estrecha vinculación del III Conde a la corte de Felipe II, es muy posible que intervinieran maestros asociados a las obras de la corona o especialistas en fortificaciones, conocedores de las innovaciones introducidas en las construcciones defensivas.
El castillo estuvo bien conservado hasta el año 1705, en que sufrió las consecuencias de la guerra de Sucesión, al ser ocupado por las tropas del ejército del Archiduque de Austria, mandadas por el Marqués de las Minas y por unos generales ingleses que instalaron en él, abundante artillería. Posteriormente sufrió un incendio en la parte noroeste a consecuencia del almacenamiento de cáñamo.
Un siglo después, en 1808, durante los tres días de asedio a Chinchón, sufrió el expolio y el incendio de la Brigada Polaca, al mando del mariscal galo Víctor. A partir de entonces, parte de sus materiales se aprovecharon en la reparación de caminos, cercas y casas. Su último uso en el actual siglo, fue como fabrica de licores.
Arquitectura: Vista en planta el castillo, alzado sobre un talud, está construido por dos cuerpos cuadrangulares unidos, con esquinas rematadas en fuertes torreones cilíndricos. El mayor de estos dos bloques (58x55 metros), es el cuerpo principal al que se articulan las otras estructuras.
El grupo principal de estancias estaba en la zona noroeste, donde tenía hermosas habitaciones. En esta área se encontraba también la cocina por la presencia de una gran chimenea. En esta esquina se emplazaba la que podía ser, a modo de torre del Homenaje, que se dividía en tres cuerpos y remataba en cuatro capiteles de pizarra.
El resto tenía dos cuerpos con abundantes y largas habitaciones. Tiene un patio central y debajo de él hay bóvedas con aljibes. Los muros exteriores están realizados en mampostería, caliza concentrada y rellenos por argamasa y piedras. Los vanos y las molduras están hechos en sillería del mismo material. En su parte alta, está rodeado de una cornisa de piedra labrada que simula un cordón.
La entrada, en el lateral sudeste, está formada por un arco de medio punto dentro de un marco adintelado, ambos en sillería. El puente que salva al foso es de un sólo arco y sobre él descansa la pasarela de madera levadiza. La puerta de acceso da a una cámara abovedada desde la cual se pasa al patio de armas. Sobre ellas se encuentra el escudo de armas de los Condes, en buen estado de conservación.
Convento de las M.M. Clarisas
Fue fundado en 1653 por el V Conde de Chinchón, Francisco Faustino Fernández de Cabrera y Bobadilla.
Las obras de monasterio comenzaron en 1597. El proyecto lo realizó Nicolás de Vergara el Mozo, maestro mayor de la catedral y del Arzobispado de Toledo. Participan en la construcción los mejores maestros de cantería que trabajaron en El Escorial, como destajeros, Juan de Bozarriz, Juan de Heras, Pedro de Pedrosa, Pedro de Pontones y Pedro del Carpio. Como supervisores dos hombres de confianza del III Conde de Chinchón Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, el padre Jerónimo Fray Antonio de Villacastín y el maestro Pedro Sánchez.
El edificio forma un conjunto compuesto por la Iglesia, conventual clasicista de modelo herreriano y el convento. El interior de la Iglesia, en planta de cruz latina, presenta dos núcleos; la nave, de tres tramos entre pilastras de orden toscano, sin capillas laterales u hornacinas, con bóveda de cañón, con lunetos y arcos de medio punto.
Lo más interesante del convento es el claustro, compuesto de dos pisos con sus galerías, capiteles paralelepípedos, sin moldadura alguna y sostenidos por arcos de medio punto. La capilla mayor está formada por un ámbito central con cúpula sobre pechinas y cubierta con bóveda de cañón y lunetos ciegos.
Como obra de decoración en el coro, dentro de la clausura, se conserva el mausoleo del V Conde de Chinchón. En el año 1995 se ha restaurado la iglesia, colocándose el retablo renacentista que tiene actualmente.
Casa de la Cadena
Fue el lugar de hospedaje del Rey Felipe V, a su paso por Chinchón, la noche del 25 de febrero de 1706. Es un edificio barroco de finales del siglo XVII con la fachada ordenada de tres cuerpos, puerta de acceso adintelada y encima de la misma un escudo que contiene una mano sujetando una cruz con la siguiente inscripción:
"IHS - MARIA ABRAÇANDOME CON ESTA ME LIBRO DIOS DE LA ENBIDIA"
En el interior, patio de dos pisos con galerías, columnas toscanas en la parte baja y pies derechos con zapatas en la parte superior.
Castillo Casasola
Situado en el camino de Casasola, que parte del Km. 17 de la carretera de Tajuña a Titulcia, este castillo del siglo XV fue alojamiento secreto de políticos y militares a favor de la proclamación de Alfonso XII.
De marcada disposición defensiva y construido de mampostería irregular, consta de una planta triangular con dos torreones circulares en los vértices de su fachada. Desde él se domina una buena parte del valle del Tajuña.
Se encuentra en estado de gran deterioro y es de propiedad particular.
Ermita románica de San Antón
Construida en el siglo XVIII sobre otra anterior románica del siglo XI, fue probablemente el edificio religioso más antiguo dentro del ambiente urbano de Chinchón.
Tiene tres retablos, el de Ntra. Señora de los Remedios, el de San Antón y el de San Esteban y una nave que termina en ábside semicircular.
Ermita de San Roque (Barroca)
Está dedicada a San Roque, patrono de la ciudad y su construcción data de la primera mitad del siglo XVI. De arquitectura barroca, con muros de ladrillo con cajas de mampostería similar a la de Ntra. Señora de la Misericordia.
Esta ermita tiene dos retablos en su interior, uno con la imagen de Ntra. Señora de Gracia, patrona de la ciudad, y otro mayor con una excelente talla de San Roque de 1716. También destaca un magnífico estandarte de 1744, bordado en oro y plata, con la imagen del Santo.
Ermita de Santa Ana (Barroca)
Recientemente restaurada. Se sabe de su existencia desde el siglo XVII por un acuerdo del concejo. Esta dedicada al culto de Santa Ana. A lo largo de su existencia ha tenido usos religiosos y civiles.
Nuestra Señora del Rosario (Barroca)
Anexa al actual Parador de Turismo, se encuentra la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario, que históricamente perteneció al convento de S. Agustín.
La Iglesia, de estilo barroco, es de una nave con capillas laterales, que fueron utilizadas como celdas para presos, cuando el convento se convirtió en cárcel durante la guerra civil.
Destacan unos frescos barrocos sobre una parte del crucero, de vivo colorido, con grecas, hojas, columnas y otros adornos.
En 1846 se dedica a la veneración de la Virgen del Rosario. La iglesia tenía un bello retablo barroco como altar mayor, que se incendió en octubre de 1929, sin que la imagen de la Virgen sufriera ningún daño.
La festividad se celebra anualmente el tercer fin de semana de septiembre.
Ermita de nuestra señora de la Misericordia (Barroca)
De estilo barroco, esta ermita de fachada de ladrillo y puerta adintelada, era la iglesia del antiguo Hospital de la Misericordia, fundado en el siglo XVII.
En el interior tiene una sola nave y un retablo con la imagen de Ntra. Sra. de la Misericordia. Sobre el retablo destaca un cuadro anónimo de buena calidad del siglo XVII, con la figura de Santa Lucía.
Tras la incautación de los bienes religiosos por parte del Estado, estuvo cerrada al culto durante muchos años y dedicada a otros usos. En 1906 se recupera y se reinicia el culto, creándose la Cofradía o Hermandad de Ntra. Sra. de la Misericordia.
La festividad se celebra cada año, el primer domingo de septiembre.
Productos típicos
Anís
Se elaboran tres tipos de anís básicos. El anís dulce de 35º, el seco de entre 40º y 50º y el seco especial de 74º. Documentos fechados en 1700 hablan de la calidad de los anises de Chinchón, lo que refrenda la presencia de una Real Fábrica de anises. Desde 1989 los tradicionales criterios de fabricación son avalados por la Denominación Geográfica de Chinchón.
Aceite
Se cultivan dos variedades de aceituna: Cornicabra y Manzanilla. Se comercializa bajo el logotipo “Alimentos de Madrid” que certifica su calidad.
Ajo
El ajo fino de chinchón tiene un sabor y aroma idéntico a su color, nacarado, suavemente rosado. De diente pequeño y cabeza prieta.
Vino
La climatología de la zona. Clima continental con temperaturas extremas tanto en verano como en invierno, hace del viñedo un cultivo habitual de la triada mediterránea. La garnacha es la uva autóctona.
Unida a la tradición taurina de Chinchón se encuentra una historia protagonizada por uno de los mejores toreros del siglo XIX, Frascuelo. Según se cuenta en el lugar se celebraban las fiestas de Santiago en 1863 y un joven que quería ser matador de toros conocido como el Papelista, por ser de oficio empapelador, se presento en la plaza y tras ofrecer unos cuantos pases de gran belleza se dispuso a colocar las banderillas al animal, una res de más de 350 Kilos, con tan mala fortuna que este le engancho con un pitón en la cara interna del muslo. Trasladaron al herido a la casa del Tío Tamayo, donde fue curado de la herida y permaneció en Chinchón tres meses atendido por el médico del pueblo. Que le dio el alta a finales de Octubre. Este joven se llamaba Salvador Sánchez Povedano y más tarde seria conocido en el mundo taurino como Frascuelo, uno de los toreros más grandes de la historia. El 21 de septiembre de 1880 recibió del pueblo un estoque con las empuñadura de oro y la inscripción “Chinchón a su hijo adoptivo”
Interesante también una tradición más moderna que data de 1963 y que se refiere a la celebración el Sábado Santo de la Pasión de Cristo. Chinchón ha sido considerada como una de las primeras poblaciones donde se represaban autos sacramentales en el corral de comedias de la plaza mayor. En la actualidad son más de 250 vecinos los que interpretan a lo largo de hora y media, un total de ocho actos, que se desarrollan por diferentes calles del pueblo.
La Villa de Chinchón también cuenta con unas visitas teatralizadas, que realizan durante los fines de semana de los meses de verano, son muy simpáticas y está bien documentas y consisten en un paseo que recorre los rincones más emblemáticos de la ciudad, donde los personajes nos cuentan anécdotas y momentos de la historia de la villa, con actores que representan a figuras tan importantes como Goya, la Condesa de Chinchón, el torero Frascuelo o Andrés Barranco, un vecino valeroso que fue ajusticiado por los franceses en la Guerra de la Independencia.