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20 de noviembre de 1936

El 20 de noviembre de 1936, mueren Buenaventura Durruti y José Antonio Primo de Ribera en medio de la Guerra Civil Española, también será conocido por el 20-N.

 El 20 de noviembre de 1936 es una fecha que tuvo  un gran significado dentro de la Guerra Civil Española, este día, cuando se han librado solo los primeros meses de lo que sería una larga contienda, mueren separados por escasas horas y cientos de kilómetros, dos personajes muy importantes de los dos bandos.  Sus muertes tienen en común, las situaciones sin aclarar aún hoy en día, sobre lo que realmente pasó en algunos de sus últimos momentos de sus vidas. También les unía otro hecho anecdótico,  las dos organizaciones a las que representan compartían  los mismos colores en sus banderas, el rojo y el negro, lo que dió pie a más de una anécdota. Por lo demás tenían poco en común, excepto que los dos eran muy buenos oradores.

Estos  dos personajes son Buenaventura Durruti y José Antonio Primo de Ribera.

Durante mucho tiempo en España sólo se relacionará esta fecha con la muerte del fundador de la Falange Española. Será venerado hasta límites insospechados convirtiéndose en un mártir para sus seguidores. Dicen que la historia la escriben los que ganan las guerras y personalmente creo que la frase no carece de razón.  En este caso queremos describir los dos acontecimientos  y no olvidarnos de ninguno de los dos. Posiblemente, si la guerra hubiese tenido un final diferente, durante algunos años solo se recordaría la misma por la muerte de Buenaventura Durruti  y no por la de José Antonio Primo de Ribera.  

Otro dato a tener en cuenta es que Franco muere 39 años después, el 20 de noviembre de 1975, para recalcar más el significado del 20-N.

En este caso lo que haremos es comentar los hechos que rodearon las dos muertes y comenzaremos por la muerte de Durruti.

Buenaventura Durruti  

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Miembro destacado de la CNT-FAI  al estallar la Guerra Civil Española en julio de 1936, se convierte en uno de los protagonistas de los enfrentamientos en la ciudad de Barcelona durante los combates callejeros contra los sublevados. A partir del 20 de Julio cuando el alzamiento ha sido derrotado y la CNT es dueña de la situación en la ciudad, se crea el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña,  formado por libertarios, republicanos, nacionalistas y marxistas. Este comité se convirtió en el verdadero poder de Cataluña, mientras que la Generalitat ratificaba lo que el CCMAC decía. Una vez estabilizada la ciudad decide comandar una columna para liberar Zaragoza, esta se conoció con el nombre de Columna Durruti, el 24 de julio parte con dirección a Zaragoza formada entre 6.000 y 3.000 hombre según las fuentes. Está columna no contó con la aprobación de los comunistas, los cuales, les negaron los suministros de armas, artillería y logística. Por ese motivo tuvo que tomar todos los pueblos por los que pasaba, en los cuales se abolía la propiedad privada y se instalaba el comunismo libertario. La columna no consigue su misión de liberar Zaragoza.

 En noviembre de ese mismo año la columna partió a Madrid con el fin de ayudar en la defensa de la capital de la inminente llegada del ejército nacional, llegando a Madrid el 15 de Noviembre. Los cerca de 2.000 hombres de la columna se posicionan en la ciudad universitaria.

Sobre la una de la tarde del día 19 de noviembre de 1936 en medio de la Batalla de Madrid, en el frente de la Ciudad Universitaria, en concreto en la calle Isaac Peral, Durruti es herido en él pecho por una bala, se le transporta con urgencia al Hotel Ritz que en esos tiempos era utilizado como hospital de sangre de las milicias catalanas, y en él muere el día siguiente sobre las cuatro de la mañana.

La autopsia reveló que la muerte fue producida por una bala de calibre nueve largo, que entró por el tórax y produjo lesiones de importancia en diversos órganos internos. Su cuerpo fue embalsamado ya que sería transportado a Barcelona donde se le daría sepultura. Su fallecimiento no se hace público en un principio para evitar el desánimo de las tropas en medio de la batalla.

En la actualidad no están claras las circunstancias en las que recibió el disparo manejándose diferentes hipótesis:

  • Según la CNT la bala procedía de alguno de los componentes del ejército nacional apostado en los alrededores. Un francotirador.
  • Las emisoras de radio del bando nacional lo atribuyen a los comunistas en una refriega.
  • Los comunistas aseguran que el atentado había sido ocasionado por trotskistas o incluso por los mismos anarquistas, por motivos de enfrentamientos de orden interno.
  • También se ha dicho que fue víctima de unos desertores que él mismo intento detener.
  • Y por último se comenta la posibilidad de un disparo de su propia arma al caérsele su naranjero  nombre con el que se conoce al subfusil MP 28/II o diparársele su Colt 45 también por accidente.

Parece más cercana la hipótesis de un enfrentamiento con unos posibles desertores pero no tenemos la seguridad en la actualidad. Según los testimonios de los acompañantes de Durruti recibió un tiro en el momento de subirse al coche, pero ninguno conocía la procedencia.

Durante el entierro de Buenaventura Durruti en Barcelona es acompañado por medio millón de personas.

Otro tema a investigar, es la verdadera ubicación de los restos de Durruti en la actualidad, dado que al finalizar la guerra se borró todo tipo de huella del mausoleo levantado en honor de Durruti.

 

José Antonio Primo de Ribera

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Al comenzar  la Guerra Civil Española en julio de 1936, José Antonio Primo de Ribera se encuentra en la cárcel de Alicante en la que ingresó el día 6 de junio procedente de la cárcel modelo  de Madrid en la cual ingreso el 14 de marzo, por posesión ilícita de armas y tenía causa pendiente por amenazas al tribunal. Desde la cárcel, favorecido por un relajado régimen de visitas, dirigió a la Falange tratando de llevar la iniciativa en la insurrección. A finales de abril redactó una carta dirigida a los oficiales del ejército que se distribuyó el 4 de mayo. En ella se hacía un llamamiento a la sublevación.

El día anterior al golpe de estado él y su hermano estuvieron  recogiendo sus pertenencias, lo que permite pensar que conocían perfectamente lo que estaba sucediendo fuera de la cárcel y daban por hecho su salida de la misma el día siguiente.

El levantamiento fracasó en Valencia y Alicante, lo que frustró su posible liberación, planificada por varios grupos de falangistas que incluso intentaron llegar hasta la cárcel para su liberación, cosa que no sucedió.

Es juzgado y condenado finalmente a ser ejecutado por conspiración y rebelión militar contra el gobierno de la II República.

El 20 de noviembre de 1936 a las seis y media de la madrugada le fusilan 12 milicianos 6 comunistas y 6 anarquistas, desde ese momento su figura tomaría unas dimensiones que ni siquiera el propio José Antonio podría haber imaginado. El fundador de la Falange será venerado hasta límites insospechados convirtiéndose en un mártir para sus seguidores. Aunque su muerte no será anunciada en el bando nacional oficialmente hasta el 16 de noviembre de 1938 casi dos años después. Se sospecha que Franco tiene mucho que ver en la decisión de no comunicar la muerte de José Antonio. La noticia es sabida en cuartel general del ejército nacional  al poco de producirse y el día 21 todos los periódicos en el bando republicano y la prensa internacional anuncian la muerte de José Antonio Primo de Ribera.

Al general Franco le interesa no comunicar el fallecimiento del fundador de Falange y de esta forma ganar tiempo para estar mejor posicionado en su  liderato del golpe de estado, además si José Antonio no está muerto no es necesario elegir un nuevo líder que lo sustituya  y esto deja a Falange a merced de Franco.

Franco se encarga de lanzar rumores sobre la situación José Antonio y de esta forma hacer creer que todavía está vivo. Todo era válido para engrandecer y prolongar la vida del ya conocido como El ausente.

José Antonio y Franco nunca tuvieron una buena relación, José Antonio consideraba que Franco era un general con la honrada intención de dar el golpe de estado pero con desoladora mediocridad política.

Durante el tiempo que José Antonio estuvo en la cárcel de Alicante se producen varios intentos de liberación, se intentó sobornar  a sus captores con ayuda alemana, se le intentó canjear por un hijo de Largo Caballero, presidente del Gobierno en ese momento, a lo cual se opuso el propio Largo Caballero,  pero finalmente ninguna tiene éxito. Por otra parte, según algunos historiadores Franco pudo abortar varios intentos de liberación del preso después de haber dado su consentimiento.

En la muerte de de José Antonio sedan cita varios factores, hoy en día no está claro si el gobierno  dió su consentimiento a la sentencia de muerte, según las memorias del presidente del gobierno no llegaron a dar la aprobación, lo tenían en el orden del día a tratar cuando llegó un telegrama de Alicante anunciando su muerte. Podría ser que en Alicante sospechabán que podría ser conmutada la pena de muerte y no esperaron al consentimiento de la ejecución de la misma y por el contrario Ricardo de la Cierva afirma que Largo Caballero firmó el enterado necesario para su ejecución.

El fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera eliminó del bando rebelde al único líder con carisma que podía hacer sombra a Franco, de esta forma allanó el camino  para la creación de un partido único al fusionar las fuerzas políticas en  FET de las JONS con Francisco Franco como jefe nacional.

Al  final de la guerra, el cuerpo de José Antonio fue exhumado y llevado a hombros desde Alicante hasta el Escorial. Y una vez terminado el Valle de los Caídos, Francisco Franco ordenó que su cadáver fuera trasladado y sepultado allí. Donde en la actualidad se encuentran los restos de ambos.