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La obra más conocida del cartógrafo (y en tiempos corsario) portugués Pedro de Teixeira es el denominado Plano de Teixeira. Uno de sus ejemplares se encuentra expuesto en el Museo de Historia, en la calle Fuencarral. El nombre completo es Topographia de la villa descrita por Don Pedro Teixeira Año 1656.
Como la fecha de su nombre completo indica, fue editado por primera vez en 1656 y es el plano sobre la Villa y Corte más extenso y minucioso realizado y no superado en mucho tiempo. Probablemente el origen del plano sea un regalo que recibió en su día el rey Felipe IV y que apreció y agradeció mucho: una imagen grabada de la ciudad de Bruselas, de grandes dimensiones. Tras examinar con detenimiento la minuciosa descripción de la urbe católica flamenca, el monarca consideró la conveniencia de hacer algo similar en España, y más concretamente, contar con una representación similar de la Villa de Madrid, que para eso era capital del imperio español y sede de la Monarquía Hispánica. Parece que fue el mismo Felipe IV quien financió el proyecto, pagando del denominado “Bolsillo Secreto del Rey” la suma de 200 escudos. En un principio, el plano fue de propiedad real, careciendo el máximo interesado, el propio Ayuntamiento de Madrid, de ejemplares de un mapa tan detallado. No conocemos el número de ejemplares que se tiraron de la primera edición.
A mediados del siglo XIX, don Ramón Mesonero Romanos, escritor costumbrista, cronista y bibliotecario de la ciudad, y hombre de vastísima cultura e influencia en la Villa y Corte, pensaba que tan sólo quedaban 2 ejemplares del plano, uno propiedad del Ayuntamiento, muy deteriorado y otro más que se hallaba en poder del propio Mesonero, ambos fijados sobre lienzo. Gracias al gran cronista madrileño ha llegado hasta nosotros este magnífico plano, pues en 1881, el propio don Ramón impulsó una primera edición facsímil, que corrió a cargo del Instituto General y Estadístico (hoy día Instituto Geográfico Nacional). Mesonero hubiese querido incluir el plano original, el que era de su propiedad, en su magna obra El Antiguo Madrid. Paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa, publicado en 1861, pero no logró llevarlo a cabo, pues el correcto grabado del plano exigía un tiempo prolongado del que no disponía. Fue en la reedición de esta obra en 1881, cuando el autor logró incluir un ejemplar facsímil editado por el Instituto General y Estadístico.
En la actualidad el Ayuntamiento posee dos ejemplares, uno en el Museo de Historia de la calle Fuencarral (el antiguo Museo Municipal), posiblemente una reproducción facsímil de 1881 y otro en el Archivo de la Villa. El Servicio Cartográfico del Ejército posee otros dos y rectificamos cuando señalábamos que nos parecía increíble que la Biblioteca Nacional no tuviese ninguno y al mismo tiempo nos alegra que así sea, nos comunica Carmen García Calatayud que la Biblioteca Nacional de España si posee un ejemplar de este plano de Madrid, original de 1656.
Enlace para ver el plano de Teixeira en BNE
Desde 1881 se han realizado numerosas reproducciones del Plano de Teixeira. En 1919 el Instituto Geográfico hizo una nueva edición. En la Guía de Madrid para 1656 (1926), Luis Martínez Kleiser, folclorista y escritor madrileño, reprodujo 18 de las 20 hojas de que consta el plano en formato reducido (tamaño folio). La Historia y estampas de la Villa de Madrid (1934), de Federico Carlos Sainz de Robles (escritor, dramaturgo, historiador, lexicógrafo, crítico literario, historiador de la literatura, y folclorista natural de Madrid), también incorpora un Plano de Teixeira. En 1944 el Ayuntamiento de Madrid sacó una tirada de 500 ejemplares numerados, la mitad de ellos destinados para la venta al público. En 1960, Miguel Molina Campuzano, archivero, investigador y escritor jerezano, publicó Planos de Madrid de los siglos XVII y XVIII, obra en la se vuelve a incluir el Plano de Teixeira en formato folio. En 1973 el Ayuntamiento publicó 2 ediciones encarpetadas con las 20 hojas que componen el formato reducido de la gran obra cartográfica. En 1977, de nuevo el Ayuntamiento madrileño volvió a publicar una tirada, acompañada de un librito con explicaciones de Molina Campuzano. En 1979, otra institución diferente al Consistorio, en esta ocasión el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), publicó la Cartografía básica de la ciudad de Madrid, una serie de planos históricos, topográficos y parcelarios de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX que incluye, obviamente, el Plano de Teixeira. En 1982, nuevamente a cargo del Ayuntamiento, se montó la exposición Cartografía madrileña (1635-1982), y aprovechando la ocasión, el Consistorio madrileño publicó un catálogo en el que figuraba un Plano de Teixeira completo en una sola página (29,7x17,2 cm). En 1993, el Museo de la Ciudad organizó otra exposición, Los Planos de Madrid y su época (1622-1992), que engloba también un catálogo en formato A3, con el Plano de Teixeira en 20 hojas.
La enumeración de ediciones del plano de Teixeira vemos que es inacabable e inabarcable. Se puede adquirir preferentemente en el Museo de San Isidro y en La Librería, establecimiento especializado en venta y edición de libros de temas madrileños, emplazada en la calle Mayor, nº 80.
En cuanto al Plano en sí, está dedicado a Felipe IV, impulsor de la obra. El monarca aparece simbolizado dentro del Plano por el escudo real rodeado por el Toisón de Oro y bajo una corona real de dos diademas. En 1651, Pedro de Teixeira había recibido 200 escudos del Bolsillo Secreto del Rey, un adelanto en efectivo para preparar la impresión de la Topographia, editada por fin en Amberes en 1656, lo que justificaría los numerosos errores de ortografía y localización, pues no consta en ningún sitio que Teixeira se desplazase en persona a la ciudad flamenca para controlar la maquetación. Amberes fue el lugar de elección para la edición de esta obra cartográfica por ser por entonces uno de los centros europeos más importantes en el noble arte de la edición de libros y grabados en cobre.
De forma errónea se ha dicho muchas veces que el plano se diseñó en perspectiva caballera, un sistema de representación bidimensional que utiliza la proyección paralela oblicua, en el que las dimensiones del plano proyectante frontal, como las de los elementos paralelos a él, están en su verdadera magnitud. La verdad es que Teixeira representó una perfecta planta geométrica de la Villa. Posiblemente, el cartógrafo portugués dibujó primero la planta de la ciudad, y posteriormente añadió los alzados de los edificios y la distribución interior de cada manzana de casas. Sobre esta base representó en altura el aspecto de los edificios en su cara meridional. Antes de acometer el propio trabajo de diseño y dibujo, se debió documentar a conciencia y redactó una lista de los edificios que debía representar con especial cuidado, basándose en la obra de Gil González Dávila (historiador y cronista de Castilla y de Indias, contemporáneo de Teixeira y que vivió en la corte de Felipe IV) Teatro de las grandezas de Madrid (1623).
Es bastante probable que la preparación de la obra cartográfica diese comienzo en 1648, año en que murió el Arquitecto Real y de la Villa y Corte, Juan Gómez de Mora, cuya extensa obra aparece reflejada en el plano: conventos de San Plácido, Encarnación, San Basilio, Góngoras, fuentes de las plazas de la Cebada y Santa Cruz, edificios civiles como la Cárcel de Corte (hoy ministerio de Asuntos Exteriores), la Plaza Mayor, el palacio de los Consejos,…
Según Molina Campuzano, la Topographia debió concluirse hacia 1651, lo que explicaría la ausencia de algunos edificios significativos, como el Ayuntamiento, que a pesar de ser un proyecto original de Gómez de Mora, no se terminó hasta 1693. En la época en que se realizó el plano ya existían conventos e iglesias y que en cambio no figuran en él. Este hecho se debe probablemente a que el estudio se realizó con bastante antelación y que transcurrió un tiempo prudencial desde el diseño hasta la impresión. Algunos de estos edificios religiosos son las iglesias de San Millán, San Luis Obispo e Irlandeses y los conventos de las Carboneras y de las Baronesas.
La exactitud y precisión del Plano de Teixeira sólo es comparable a la Maqueta de Madrid de 1830, obra de León Gil de Palacios, ingeniero y cartógrafo militar.