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Real Monasterio de la Encarnación

Real Monasterio de la Encarnación fue construido por orden de Felipe III y Margarita de Austria en el año 1611 para las Agustinas Recoletas ubicado cerca del Alcázar

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El Real Monasterio de la Encarnación fue fundado en  1611 por Felipe III y Margarita de Austria, para las Agustinas Recoletas. El edificio de debe a los arquitectos Juan Gómez de Mora y Fray Alberto de la Madre de Dios.

La gran impulsora de la creación del monasterio fue la reina Margarita, razón por la que el monasterio era conocido entre la gente de la ciudad como las Margaritas. La historia cuenta que el motivo de la construcción fue perpetuar el recuerdo y la conmemoración de un hecho histórico: la expulsión de los moriscos que aun quedaban en Madrid ordenada por su esposo, el rey Felipe III.

El edificio del Real Monasterio de la Encarnación, se construyó en el lugar que ocuparon las casas de los marqueses de Pozas, a quienes el rey se las compró, por su cercanía al Real Alcázar, de esta forma los reyes podían entrar directamente a la iglesia mediante un pasadizo existente. El pasadizo lo mandó construir la reina para no causar molestias, ya que visitaba con frecuencia el monasterio.

El rey fue el que colocó la primera piedra del monasterio,  se hizo con gran solemnidad y bajo la bendición del cardenal arzobispo de Toledo Bernardo de Rojas y Sandoval. Unos meses más tarde, el 3 de octubre de 1611, desgraciadamente la reina murió sin haber visto terminada esta gran obra en la que puso tanto interés.

Finalmente el 2 de julio de 1616, día de la Visitación, fue inaugurado el monasterio de la Encarnación y su iglesia. Todo el trayecto real, desde la desaparecida casa del Tesoro (junto al alcázar, hoy calle de Bailén y parte de la plaza de Oriente) hasta el nuevo monasterio, se adornó con ricas tapicerías. El rey entró en la casa del Tesoro a las seis de la tarde, acompañado de la familia real y de la corte. También se agregaron los clérigos y religiosos. El Patriarca de las Indias, Diego de Guzmán, más los obispos y arzobispos acompañaron al Santísimo Sacramento. Por la noche hubo gran festejo con fuegos y luminarias. La fiesta continuó hasta el día 6 en que se celebraron las exequias de la reina Margarita.

Durante los siglos XVIII y XIX continúa la historia del monasterio, llena de anécdotas.  Se sabe que Manuel Godoy, primer Ministro de Carlos IV, acudía todos los días a la misa de la iglesia del monasterio dando un paseo desde su residencia, el palacio de Floridablanca (actual Ministerio de Marina). Cuando José Bonaparte residió en Madrid en calidad de rey apareció un día en la verja del monasterio un gato ahorcado con un escrito: Si no lías pronto el hato, / te verás cómo este gato.

IGLESIA Y MONASTERIO

La planta de la iglesia es de cruz latina, de una sola nave, crucero y cúpula. Este modelo es tomado de la arquitectura jesuítica (iglesia del Gesú en Roma, obra de Vignola).

Su portada es uno de los más bellos de estilo post- herreriano madrileño, con los tres clásicos arcos de entrada, se corona con frontón triangular.

La parte interior es obra de Ventura Rodríguez, labrada de jaspe, mármoles y bronces dorados. Tiene un ambiente típico castellano, está decorado con azulejos azules y blancos de Talavera y puertas y vigas de madera. Cuenta con una excelente pinacoteca con obras de Lucas Jordán, Francisco Bayeu, Juan Van de Hammen, Gregorio, Fernández o Pedro de Mena. La Capilla Mayor, de planta de cruz latina, está decorada con frescos de Bayeu. 

En el claustro, hay cuadros con escenas de la Vida Virgen. El coro posee una sillería del siglo XVII. En la sala de las reliquias se conserva una ampolla que contiene sangre coagulada de San Pantaleón, que según la tradición se licua todos los años el día 27 de julio del año. El monasterio sirvió para albergar a damas de la alta nobleza.

Merece una  mención especial el relicario que alberga un conjunto de 700 piezas hechas en bronce, coral, marfil, maderas finas procedentes de Italia, Alemania, España y los Países Bajos

BIBLIOTECA

En el siglo XIX el religioso y compositor madrileño Lorenzo Román Nielfa fue profesor de música en el convento, dejando a su muerte como legado para la Encarnación su biblioteca musical, contiene obras de maestros de los siglos XVI y XVII.

El autor de la iglesia y de la parte conventual fue el arquitecto de la corte fray Alberto de la Madre de Dios. De este arquitecto se conserva la fachada principal original, con las trazas realizadas en orden dórico. La portada en el compás, o patio exterior, de la iglesia muestra los escudos de la reina Margarita y un relieve de la Asunción en mármol, obra del escultor catalán Antonio de Riera

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