background-theme

Dolmen de Guadalperal

El dolmen de Guadalperal en Cáceres, es un monumento megalítico y su fecha de construcción se estima que puede situarse al rededor del 4.000 a. C.

Quiero compartir mi experiencia en la visita al Pantano de Valdecañas para ver el Dolmen de Guadalperal, acompaño este relato con algunas fotos que hice por el camino y al final pongo una breve historia del yacimiento y unas fotografías sacadas de una publicación de 1960.

Ir a verlo me pudo salir caro. El sábado 17 de agosto de 2019 vi en la tele que el dolmen estaba completamente seco por el descenso del agua del pantano de Valdecañas y ni me lo pensé, el domingo me fui a verlo, pero siguiendo las indicaciones del GPS por el camino más corto tropecé con la valla de una finca privada perteneciente a Jaime Fitz-James Stuart, conde de Peñaranda - está emparentado con los Alba- cortando el paso; El Guadalperal. Así que buscando otro acceso vi en el mapa que la carretera terminaba en la planta “Captación de agua zona regable de Peraleda de la Mata”. Efectivamente, dejé el coche y bajé por el camino que discurre lateralmente y emprendí la ruta bordeando el pantano, pero no fui consciente de la hora (14:36h). En verano las horas del mediodía son las peores.

Dolmen Gaudalperal Dolmen Gaudalperal

Con medio litro de agua (una temeridad) comencé la andadura, los primeros kilómetros fueron divertidos, pude hacer unas cuantas fotos buenas, el paisaje y la fauna prometían; pero cuando llegué a un altiplano desde donde se divisaba la Isla de Valdecañas y aunque sabía que el dolmen estaba cerca de allí, me di cuenta de que era muy lejos; después de sopesar si seguir o regresar pensé: “ya que estoy aquí si desisto no sé cuándo volveré” así que continué, pero no evalué las condiciones y a pesar de ir buscando el camino más cómodo, a medida que avanzaba el trayecto se fue convirtiendo en un infierno; tuve que cruzar zonas de pedregal, arena y fango. El camino se hacía cada vez más pesado; empecé a racionar el agua porque ya me había bebido la mitad y no veía el final del camino, comencé a sentirme como esos de las películas cuando van perdidos en el desierto y no les queda agua en la cantimplora; ya no bebía, solo mojaba la boca para engañar la sed.

Después de andar unos 6,5 km llegué al yacimiento a las 17:30h extenuado, deshidratado y con algo de insolación; hice unas cuantas fotografías como pude, hoy sé que quedaron detalles sin fotografiar pero en aquel momento solo pensaba en salir de allí porque estaba preocupado de que si me sentaba a descansar pudiera desvanecerme, pero no me sentía con fuerzas para retornar por el mismo camino; así que mandé una posición GPS a mi familia por si acaso y decidí acercarme a las casas de la finca que se divisaba desde allí y pedir ayuda (3 km más).

Con el paso muy lento y parando cada poco camine por el monte ayudado por el mapa de Google, me di cuenta de que estaba en un coto de caza porque vi varios venados, cuando llegué a las primeras casas ya no podía más y me deje caer, no sé cuánto tiempo estuve en el suelo, pero algo me pico en el brazo y reaccioné, me levante y entré en la propiedad, se notaba que allí vivía gente de mucha “pasta”; anduve unos 200 metros por un camino de palmeras hacia la casa grande, di unas cuantas voces pero no respondió nadie, solo un pastor alemán un poco desaliñado se me acercó, me quedé quieto como una estatua, me olisqueo y se marchó; no di ocasión a que el perro volviera con refuerzos y salí pitando de allí. Cogí el camino que pensé que me llevaría hasta la verja de entrada de la finca y al poco rato me localizó la guardesa y me amonestó por estar en una finca privada, me dijo “estás en una finca privada y puedo llamar a la Guardia Civil”, yo le respondí “pues llámela y así me sacan de aquí, pero yo no he saltado ninguna valla y en ningún momento vi ningún cartel que prohibiera el paso”. Calmados los ánimos amablemente me llevó en su coche hasta la carretera cerca de Peraleda de la Mata.

Dolmen Gaudalperal Dolmen Gaudalperal

Cuando me disponía a caminar otros 6 km. me recogió un buen hombre que casualmente iba donde yo había dejado mi coche, respiré tranquilo y me relajé; ya en el pueblo me bebí 2 litros de agua casi del tirón y sentado en un banco de la plaza me tomé una cerveza tranquilamente en compañía de un señor que amablemente me contaba sus historias. En aquellos momentos pensé que no había merecido la pena ir hasta allí, sin embargo, hoy volvería a hacerlo, pero con más previsión.

En 1925 el alemán Hugo Obermaier siendo capellán de la casa de Alba visitó la finca El Guadalperal y descubrió un extraño montículo de piedras y tierra que enseguida reconoció como una estructura funeraria ya que era pre historiador y paleontólogo además de sacerdote. Había llegado a España en 1908 acompañado de Henri Breuil que también era arqueólogo y geólogo. En 1916 publica en Madrid “El hombre fósil” una obra de referencia y en 1924 recibe la nacionalidad española. Fue el primer catedrático de Prehistoria de España, en la Universidad Complutense.

Dolmen Gaudalperal Dolmen Gaudalperal

Hugo Obermaier excavó el lugar durante unos años documentando y fotografiando el proceso, dejando sin publicar los materiales y los diarios; estos fueron rescatados por Georg y Vera Leisner; matrimonio de arqueólogos alemanes que continuaron las excavaciones y dejaron el yacimiento bien documentado en 1960 en el libro El Guadalperal in memoriam de Hugo Obermaier. El trabajo de los Leisner es ampliamente reconocido como una de las contribuciones más importantes al estudio del fenómeno megalítico en Iberia. Produjeron numerosas publicaciones sobre este tema, que siguen siendo las obras clásicas de referencia sobre el megalítico portugués y español. Visitaron España por primera vez en 1929 continuando sus investigaciones en años sucesivos; en 1943 trabajaron en Portugal. Hoy, el “Archivo Leisner” se encuentra Lisboa. El archivo incluye miles de documentos, dibujos y fotografías que fueron acumulando la pareja durante su investigación en la Península Ibérica.

En 1964 el dolmen quedó sumergido por las aguas del embalse de Valdecañas. En los años 1991 al 1993 fue posible visitarlo porque las aguas bajaron lo suficiente y se pudieron fotografiar y documentar. Pero es en 2019 cuando la sequía lo dejó al descubierto completamente, ocasión que aprovechamos cientos de curiosos para visitarlo y en pocos meses se hizo tremendamente popular.

En todo el mundo se hablaba del “Stonehenge Español” una construcción megalítica de 4.000 años o más. Se trata de una arquitectura de amplio diámetro con un túmulo estructurado en tres anillos concéntricos y una cámara presidida por un menhir esculpido con cazoletas y una figura serpentiforme hoy prácticamente irreconocible por la erosión del agua. El ajuar que se recogió en su interior durante las excavaciones es extraordinariamente abundante, de manera que permite reconocer varias etapas de ocupación desde el Neolítico Medio-Final al Calco lítico con campaniforme.

En 1931 el periódico Nuevo Día de Cáceres publicó un artículo narrando la historia y el hallazgo del dolmen mencionando que ya era conocido desde antiguo como La Pedriza.

Dolmen Gaudalperal Dolmen Gaudalperal

La repercusión mediática y el interés de estudiosos de esta disciplina han conseguido que el 10 de mayo de 2022 se declare el Dolmen de Guadalperal como Bien de Interés Cultural.

Como curiosidad: Fui el primero en poner una reseña en Google Maps, incluso corrigieron el emplazamiento por una sugerencia mía pero un año después desaparecieron todas las fotos y las reseñas de todo el mundo, no entiendo la razón, algunas de las mías llegaron a tener aquel año unas 33.000 visitas.

 

Dolmen Gaudalperal Dolmen Gaudalperal

 

 

 

 

 

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de Santos Botas Martínez.

Geolocalización:

© Colaboradores de OpenStreetMap
Ver en google maps