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La línea de defensa de Valdemorillo corresponde al plan 69-B que se realizo a finales del año 1938 y principios del año 1939, fue ejecutado por los ingenieros zapadores del I cuerpo del Ejército Popular Republicano. Fue uno de los últimos esfuerzos de fortificar la zona antes del final de la guerra.
Esta parte del frente tuvo gran importancia y por lo tanto actividad durante la Batalla de Madrid en otoño de 1936 y durante la Batalla de Brunete julio de 1937, después paso a ser un sector estable y relativamente tranquilo, con escaramuzas entre los dos bandos y campañas de hostigamiento mutuo para evitar la relajación del enemigo y de las tropas propias.
Está compuesta por dieciséis nidos de ametralladora blindados, todos ellos de similares características, variando los elementos utilizados para su construcción que normalmente son de hormigón armado, con ferralla de circunstancia, tuberías, mallas metálicas, trozos de verja, o cualquier metal que pudiese realizar dicha función, en algunos casos la piedra utilizada es en una proporción superior al resto de la serie, para suplir la carencia de materia, incluso uno de los nidos de ametralladora está construido con ladrillos.
El estado de conservación es por regla general bastante bueno y en algunos casos el hundimiento de la estructura es notable, recordar que todas estas construcciones se realizaban casi sin cimentación previa a su edificación y debido a su gran peso y a la presión que ejercen por centímetro cuadrado, tienden a hundirse en los periodos húmedos del año, si no están instaladas sobre terreno pedregoso.
La línea de defensa cubre un amplio espacio desde el noroeste de Quijorna, Valdemorillo, los terrenos situados al noroeste de Villanueva del Pardillo, hasta llegar a las inmediaciones del río Guadarrama y Villafranca del Castillo.
Algunos de los bunkers son fácilmente accesibles por encontrase casi a pie de carretera y otros sin embargo están en posiciones un poco más remotas.
Estos bunkers contaban con infraestructuras de trincheras escavadas en tierra que todavía son visibles en la mayoría de los casos y en algunas ocasiones tenían túneles subterráneos para el abrigo antiaéreo de la tropa y también en las inmediaciones de las posiciones se pueden observar grandes excavaciones cercanas al bunker que hacen sospechar que pudiesen ser utilizadas para emplazamientos de artillería.
Toda la serie cumple las siguientes características, bunker de tipo semicilíndrico que tiene una forma cilíndrica por delante, con un ligero biselado en la parte alta con el fin de minimizar los posibles impactos directos de artillería y en la parte trasera cuenta con tres paredes rectas donde se aloja la puerta de acceso al interior. Estos fortines están realizados con gruesas paredes de hormigón y como se puede apreciar en varias de las fotografías la estructura de hierro que poseen es de muy diferente procedencia. Poseen dos grandes troneras colocadas en la parte frontal del bunker. Para cumplir con su función de nido de ametralladora donde se alojaban armas automáticas que por regla general eran utilizadas por un tirador y un soldado cuya tarea era alimentar de munición el arma.
Resulta extraña la ausencia de escalonamiento en las troneras, que se realizaba con el fin de evitar la entrada de proyectiles en el interior del bunker y que se utilizo de forma general por los dos bandos a partir del año 1938.
Se recomienda llevar prismáticos para la mejor observación del terreno.