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Después de las elecciones del 16 de febrero de 1936 en las que gana por un estrecho margen el Frente Popular, una coalición electoral que agrupa a la mayoría de los partidos de izquierdas, se dan una serie de acontecimientos que provocan una escalada de enfrentamientos y asesinatos que desembocan en la Guerra Civil Española. Esta escalada de acontecimientos es un fiel reflejo de las grandes diferencias y odios existentes en España en ese momento, entre los dos bandos que se enfrentarían durante casi tres años de guerra fratricida y a su vez es también un reflejo de la misma situación que se vive en toda Europa.
Estos incidentes terminan con el asesinato de Calvo Sotelo, lo que durante mucho tiempo ha sido utilizado como el detonante o justificante del alzamiento nacional, la realidad es que el golpe de estado estaba preparado con mucha anterioridad y planificado para ser ejecutado entre el 10 y el 20 de Julio. Parece más probable que el asesinato de Calvo Sotelo provocase la a adhesión al golpe de estado de varios indecisos, incluido Franco.
La verdad es que esta cadena de acontecimientos es la demostración de la inmensa brecha existente entre los partidarios de cada bando. La cadena comienza el 14 de Abril de 1936, durante los actos conmemorativos de la proclamación de la II Republica. Un grupo de falangistas intentan boicotear los actos y hacen explotar un artefacto casero de bajo alcance que provocan el pánico entre el público asistente, pero no causa heridos. Posteriormente, ya caldeados los ánimos, al paso de la guardia civil se producen ciertos abucheos al considerarla desafecta a la República, provocando una discusión que terminara convirtiéndose en un tiroteo y como consecuencia del mismo resulta muerto el alférez De los Reyes, de la Guardia Civil, que se encontraba de paisano entre el público asistiendo al desfile.
El 16 de abril el entierro del guardia civil fallecido se convierte en una manifestación de la derecha con un claro contenido antigubernamental, produciéndose enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de orden público. Además los asistentes al entierro-manifestación son tiroteados por grupos de extrema izquierda desde los tejados en algunos puntos del recorrido, creando gran confusión y caldeando aun más el ambiente, durante estos tiroteos según algunas fuentes fallece Andrés Sáenz de Heredia, primo de José Antonio Primo de Rivera, según otras fuentes por disparos de uno de los hombres de la sección de teniente Castillo de la Guardia de Asalto.
Durante la manifestación también resulta herido de gravedad José Llaguno Acha estudiante de medicina y militante carlista, por disparos del propio teniente Castillo.
A partir de ese momento el teniente Castillo se convierte en uno de los principales objetivos de Falange y de los carlistas. Sufriendo varios intentos de atentados contra su vida.
El 12 de julio durante una corrida de toros el teniente Castillo, es advertido por una compañera y militante socialista, Leonor Méndez, le avisa que corren rumores que esa noche se va a atentar contra su vida, pero el teniente Castillo, no hace caso y asegura que no conseguirán que se esconda. Esa noche cuando se dirige hacia el cuartel de Pontejos, al doblar la esquina de la calle Augusto Figueroa con Fuencarral, cuatro pistoleros de extrema derecha carlistas según el historiador Ian Gibson, o falangistas según Paul Preston, le disparan dándole muerte.
Es la segunda muerte en los últimos meses de un oficial simpatizante de izquierdas, en mayo fue asesinado el capitán Carlos Farudo, también instructor de las milicias socialistas.
Su cadáver es trasladado a la Dirección General de Seguridad. En el cuartel se empiezan a concentrar militares, sindicalistas, guardias de asalto, diputados, amigos, familiares y simpatizantes del teniente Castillo. Se empieza hablar de venganza.
El comandante Burillo y varios oficiales se desplazan a al Ministerio de Gobernación, donde son recibidos por el ministro Juan Moles. Protestan con energía y solicitan permiso para detener algunos falangistas que todavía están en libertad. El ministro accede y solicita su palabra de honor de que sólo detendrán aquellos que figuren en la lista y los entregaran a la autoridad competente.
La madrugada del 13 de julio
A partir de media noche comienzan a abandonar el cuartel varias camionetas y coches con una lista de registros y detenciones. Un grupo de 10 hombres se sube en la camioneta número 17 conducida por Orencio Bayo Cambronero. La operación la dirige el capitán de la Guardia Civil Fernando Condés, vestido de paisano, intimo amigo del teniente Castillo, en lugar de un oficial de la Guardia de Asalto.
Existen diferentes versiones de los hechos, algunas fuentes dicen que antes de acudir a casa de Calvo Sotelo la camioneta pasa por casa de un falangista, en una dirección equivocada, posteriormente Antonio Goicochea político de derechas que pertenecía al partido Bloque Nacional de Calvo Sotelo y por la de Gil Robles principal líder de la CEDA partido de derechas en la oposición. Pero que al no encontrar a ninguno de ellos acuden a la casa de Calvo Sotelo. Otras versiones aseguran que se dirigen directamente a su domicilio sin pasar anteriormente por ningún otro. En definitiva en la madrugada del día 13 se presentan en su domicilio. Solicitan llevar a Calvo Sotelo bajo orden de detención a la Dirección General de Seguridad, Calvo Sotelo desconfía y alega que su condición de diputado le otorga inmunidad y que nadie puede detenerle ni entrar en su casa sin que el congreso conceda el suplicatorio. Pero finalmente accede a ir a la Dirección General de Seguridad, al identificarse el capitán Condés como oficial de la Guardia Civil. Se despide de su familia y promete llamar pronto, diciendo “Si es que no me llevan a darme cuatro tiros”. También tenemos que mencionar que en ese momento en la casa de Calvo Sotelo se desconoce la muerte del teniente Castillo. Aparentemente en el traslado a la Dirección General de Seguridad Luis Cuenca miembro de la Motorizada y antiguo escolta, descarga dos tiros simultáneos en la nuca de Calvo Sotelo. En la actualidad se discute si el asesinato de Calvo Sotelo fue premeditado para eliminar un poderoso enemigo del gobierno o un acto nervios de Cuenca. La documentación al respecto de la investigación policial fue sustraída del Ministerio de Gobernación por un grupo de milicianos el 25 de Julio del mismo año, siendo probablemente destruida. El cadáver de Calvo Sotelo es dejado en el cementerio de la Almudena alegando que es un desconocido, el cadáver no lleva ninguna documentación. El cuerpo es identificado sobre las dos del mediodía y las diligencias policiales llevan a identificar a los miembros que participaron en el asesinato. Como consecuencia de las mismas el capitán Condés y el numero Cuenca son detenidos. Días después iniciada la Guerra Civil ambos morirían en el Frente de Guadarrama.
El asesinato de un diputado por miembros de los cuerpos de seguridad del estado conmociona al país. Los grupos de derechas acusan a Casares Quiroga de ser cómplice del homicidio y de no controlar la situación.
Otro claro indicador de la crispación existente y la separación de los dos bandos, se puede observar en la prensa de los días siguientes, al tratar la información sobre los dos asesinatos, la muerte una de las víctimas aparece en primera página y la otra en página interior casi sin ocupar espacio dependiendo del son al que baila cada periódico.
Los rumores de un inminente golpe de estado militar, circulan constantemente por todas partes, al mismo tiempo que los sindicatos y organizaciones políticas de izquierdas, solicitan armas para poder defenderse de la sublevación, toda España es un polvorín, que solo espera a que alguien encienda la mecha.