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Los restos del castillo de Rubió se encuentran ubicados en la localidad del mismo nombre, en la comarca de la Anoia en la provincia de Barcelona.
El castillo de Rubio fue construido en el siglo X. El primer documento en el que aparece data del 1069 aunque el origen es anterior. En el siglo XII la familia de los Rubió eran los propietarios, dando lugar a un linaje que se extendió por diferentes lugares de Cataluña. Durante el siglo XIV el castillo pasó a manos de los Castellolí y en el año 1380 la familia de los Boixadors compró los derechos jurisdiccionales al rey Pere III, y lo mantuvo entre sus posesiones hasta el siglo XVIII. Pasó luego a Timor: Francesca Timor fue esposa de Berenguer de Boixadors. Su hijo, Bernardo de Boixadors compra en 1380 la jurisdicción de Rubió al rey Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso. El nieto de éste, Bernat Guerau de Boixadors y de Urriés, se enfrentó a la Generalitat junto a los juanistas en la Guerra Civil Catalana de 1462. El linaje de los Boixadors recibió más tarde los condados de Savallá y de Perelada. El cabreo de 1752-1755 reconoce señor a Bernat Antonio de Boixadors. Mantuvieron la señoría hasta el fin del Antiguo Régimen.
La estructura del castillo medieval está actualmente bastante destruida aunque se mantiene la parte inferior de la torre circular, construida con sillares hacia el siglo XI, así los restos de unos muros perimetrales de buena factura, estos probablemente son frutos de una ampliación realizada entre los siglos XII-XVIII. Alrededor del castillo se formó un núcleo de población, el cual actualmente es muy reducido.
Durante el siglo XIV, el pueblo sufrió la peste y varias malas cosechas, cosa que propició que muchas tierras quedasen yermas y una gran parte de la población rural se desplazase a las ciudades y a las villas cercanas.
A principios del siglo XIX, durante la guerra de la Independencia Española, la sierra de Rubió fue un punto estratégico para la resistencia igualadina. En 1841 los bandoleros Marimon y Casulleres que capitaneaban una gran partida de ladrones fueron atrapados por los mossos d'esquadra i el somatén de Rubió. Allí les dieron muerte en el llamado «Pla de les Bruixes» (llano de las brujas). Después de años de atemorizar los campesinos de las cercanías e incluso villas medianas como Jorba, Copóns, Tous, Santa Margarida de Montbui y Miralles.
El 8 de noviembre de 1988 el conjunto que forman el castillo de Rubio y la iglesia de Santa maria fue declarado Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico de España.