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Monasterio de Leyre

Monasterio de Leyre la primera referencia data de 851, pero es posible que su fundación se remonte a los tiempos del Renacimiento cultural carolingio.

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El Monasterio de Leyre es uno de los destinos 5 estrellas del Románico en España. Está situado en la Sierra de Errondo y no tiene pérdida, pues es uno de los lugares emblemáticos en los que el reino de Navarra comenzó a forjar su identidad. El acceso está a unos cientos de metros de la salida de Yesa en dirección Pamplona, donde tomamos una desviación que nos deja ante el monasterio.

Historia

La primera referencia al monasterio de Leyre data de 851, y aparece en una misiva del obispo de Córdoba, San Eulogio, al obispo de Pamplona. Pero es posible que su fundación se remonte a los tiempos del Renacimiento cultural carolingio, generado unas décadas antes.

La historia del monasterio de Leyre está relacionado con loa reyes y las altas jerarquías eclesiásticas de Navarra, puesto que tras el saqueo de Pamplona por las huestes cordobesas de Abd-al-Rahman III en 924, el rey y el obispo pamplonés se refugiaron en Leyre.

De aquí la costumbre de elegir al obispo de Pamplona de entre los monjes de Leyre, que atrae cada vez más privilegios reales y donaciones de todo tipo de señores del reino. Leyre se convierte en la corte y el templo de los reyes navarros, cuyo máximo exponente, Sancho el Mayor consideraba Leyre “centro y corazón de mi reino”. El gran monarca navarro inició la ampliación del recinto monástico, que finalizó con el nieto del Mayor, otro Sancho, “el de Peñalén”. Cuando la zona cae bajo control aragonés, declina la brillante luminosidad del Leyre, y a consecuencia del declive, los cistercienses toman posesión en detrimento de los originales monjes benedictinos en el siglo XIII. Es el Císter quien en el siglo XIV realiza una restauración del monasterio en clave gótica, construyendo una nave única que sustituye a las tres anteriores románicas, pero conservando la espectacular portada occidental. 

Descripción

Tras las vastas reformas llevadas a cabo por los monjes cistercienses, sobre todo durante el barroco siglo XVII, ampliadas por las del siglo XX, todavía queda un excepcional románico en Leyre, separado por la nave gótica: al este, la cabecera, con su cripta inferior y su iglesia y la portada del oeste.

Cripta

En el exterior del edificio no se distingue de la planta superior, que forman los tres ábsides románicos de la iglesia.

El interior de la cripta es asombroso: unas pocas columnas de escasa altura pero aspecto formidable sostienen la masa de piedra que se les viene encima la propia iglesia. El espacio de la cripta se divide en 4 tramos. Dos pilares y 8 columnas sostienen unos capiteles aparentemente descompensados en volumen con la columna, pero en los que se apoyan arcos fajones que soportan a su vez bóvedas de medio cañón, de poca altura. La sensación es de un armazón fuerte y robusto, necesario para mantener el peso del piso superior.

Iglesia

La iglesia mantiene los tres ábsides y tres naves románicos. En los ábsides se abren ventanas de altura considerable, rematadas por arcos de medio punto de gran austeridad, sin decoración apreciable. Cada ábside se prolonga en dos tramos de nave hasta el inicio de la nave única gótica. Las naves románicas incorporan 4 potentes pilares que articulan el espacio y de cuyos capiteles arrancan la bóveda de cañón. Los capiteles ostentan sobre todo decoración de tema vegetal: rosetas, volutas, árboles, estrías…Tres cabezas humanas acompañan el maremágnum vegetal.

Desde la ancha nave gótica se percibe una cabecera descentrada en sus arcos y de diferente anchura en sus naves, un efecto asimétrico sobre el que planea la sorprendente y desbordante vitalidad del conjunto.

Portada occidental

Se la conoce como Porta Speciosa en razón de las numerosas esculturas que la adornan, verdadero libro abierto para los feligreses que se agolpaban a las puertas de Leyre, de los que muy pocos sabían leer y/o escribir. Alguna vez esta portentosa portada estuvo policromada, como todos los templos de su época, aunque no queden en nuestros días vestigios de su colorido, y admiremos solamente el aspecto austero que les confiere el adusto color de la piedra.

La portada de Leyre es arquetípica de los comienzos del siglo XII. Las cuatro arquivoltas se multiplican y reposan en tres pares de columnas. El tímpano está apoyado sobre un parteluz. Las tallas escultóricas del programa simbólico de la Porta Speciosa se retrotraen a tres etapas artísticas distintas.

El tímpano incluye las tallas más antiguas: el Salvador, la Virgen María, San Pedro, San Juan y otros Apóstoles. El Maestro que se encargó de la ejecución de las tallas utilizó una piedra ocre, y cuidó al máximo los detalles de ropajes, además de apoyar a sus personajes, des aspecto similar, sobre monstruos a sus pies.

Las columnas y las arquivoltas que protegen el tímpano, son de época posterior. Los capiteles de las columnas conservan pájaros entrelazados, leones, personajes humanos acuclillados, mujeres sentadas con las piernas abiertas, etc. ¿Nos muestran el Pecado y su redención, su castigo…? Seguramente, que los artistas románicos nunca daban puntada sin hilo. Las cuatro arquivoltas están profusamente decoradas con motivos animales y vegetales de variados aspectos. Los tres arcos exteriores mantienen un motivo por dovela: pájaros, serpientes, peces, monstruos, cabezas, hombres y mujeres en posturas diversas y a veces en actitudes poco decorosas, que sobresalen del plano donde habitan entre jocosas y satíricas. Es en estas magníficas arquivoltas donde se vuelca toda la imaginería e imaginación románicas, mostradas abigarradamente y sin atisbo de tapujos.

En una tercera etapa, el friso superior muestra un Pantocrátor, San Pedro, otros Apóstoles, San Miguel, la narración del martirio de los patronos del monasterio, según la tradición, los santos Numilo y Alodia, la danza de la muerte, imágenes de la vida de Cristo. Son tallas de grandísima calidad, pero que no tuvieron la oportunidad de ser colocadas en otro lugar de la portada que fuese más visible.

Interpretación

La cabecera de Leyre es el primer ensayo general del auténtico Románico internacional en España, un Románico que nada tiene que ver con el lombrado-catalán, presente en las pequeñas iglesias pirenaicas orientales. Es un Románico absolutamente nuevo, pero que tiene en Leyre todo el simbolismo que conforma el magnífico arte de los siglos XI y XII.

El Románico de Leyre representa la dialéctica y las constantes decisiones que la vida presenta al ser humano, y la trascendencia que necesita éste para acceder al conocimiento verdadero, aquél que buscaba el hombre medieval con especial ahínco.

Una leyenda cuentan los guías de Leyre. Se dice que el abad Virila, que no acababa de comprender del todo el significado de la eternidad, se pasó un buen rato escuchando extasiado cantar a un pajarillo en un bosque cercano a Leyre. Pero lo que para él no había sido más que un buen rato agradable en la soledad del bosque, para el resto de la humanidad habían sido 300 años. Con razón el propio Virila a su vuelta al monasterio no conocía a ninguno de los monjes que habitaban Leyre.

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de Diego Salvador Conejo

Geolocalización:

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Comentarios sobre 

12:21 07/07/2020

https://losviajesdeignis.blogspot.com/search?q=leyre fotos del monasterio de leyre y su interior

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