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La muralla de Arévalo es un buen ejemplo de arquitectura mudéjar. El trazado urbano de Arévalo está hecho en base a los ríos Adaja y Arevalillo que se juntan en un espolón donde se levanta el castillo.
De la muralla no se mantiene demasiado en pié excepto en la zona del río Arevalillo y en la parte que está al lado del Arco de Alcocer, ya que en la que daba al río Adaja no se conserva prácticamente nada. Los muros que dan a los ríos seguramente fueron los primeros en construirse, con torreones del estilo de los de la Muralla de Ávila.
Parece que la primera muralla en Arévalo, era una empalizada de troncos, barro y piedras que se levantó para proteger el poblado que seguramente estaba situado en la loma entre los actuales barrios de San Miguel, Santa María y plaza de San Pedro. En el año 151 a.C. hubo un campamento romano asentado después de la invasión de los pueblos germánicos. Existen restos de posibles enterramientos de soldados o familiares en algunos rincones de estos barrios. La muralla se cree que estaría hecha de troncos de árbol, barro y piedras.
Cercano a la cuesta del Castillo, también apareció lo que pudo ser un cementerio visigodo, la muralla de esta época visigoda se hizo aprovechando los materiales antiguos y es más ancha que la anterior de barro con trozos de empalizada y tierra con piedras.
Más adelante con la reconquista cada vez hay más habitantes en la villa, y según el arquitecto Luis Cervera la muralla se cerraba por la zona sur desde la Iglesia de San Martín, pasando por la de Santa María y acabando en la de San Miguel. Hay una pequeña tapia de esa época que respalda la hipótesis de este arquitecto.
La muralla medieval de la que hoy en día quedan restos, fue construida entre el año 1157 y 1195 protegía totalmente a la antigua villa en su parte urbana. Esta muralla está formada por lienzos y cubos que enlaza el muro sur, hechos con sillares de piedra. Esta tenía una superficie de 19 hectáreas con forma de polígono irregular. Se componía de torres cuadradas, pasadizos y una barbacana de la que aún quedan vestigios en la calle Entrecastillos, cuya construcción es del año 1230, correspondiendo al final de la misma, aquí se encuentra también el Arco de Alcocer. Delante de la Barbacana se construye un foso de gran profundidad.
Con el paso de los años la ciudad se va extendiendo y la muralla va dejando de ser tan importante y en algunas zonas pasan a ser solo muros de contención.
Ya en el siglo XIX una nueva clase media-alta aparece en Arévalo comprando casas para instalar sus almacenes y fábricas, empezando el deterioro de su patrimonio histórico. Existe un grabado realizado por Francisco Javier Parcerisa donde podemos ver restos de muralla que quedaban en la explanada, delante del Castillo. Desgraciadamente la muralla empieza a sobrar y reutilizan sus ladrillos y piedras para las nuevas construcciones. Según el Archivo Histórico Municipal los paños enteros de la muralla se venden o son derribados, dejando los restos que quedan en muy mal estado.
Se reconstruye en el año 1968 en la zona del río Arevalillo, obras que continúan hasta un año después
Durante el año 2001 se ordena un plan de dirección de la muralla por la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla que propone reparación de algunos tramos de la muralla medieval y el año 2005 comenzaron las obras de cien metros de muralla en la misma zona de San Miguel haciéndose en dos fases continuando la reparación el los últimos años.
