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La Iglesia de San Martín, se encuentra situada en la Plaza de la Villa, en la localidad de Arévalo, provincia de Ávila, fue construida durante finales del siglo XI y principios del XII es una mezcla de estilos, románico, mudéjar y renacentista y se encuentra entre los monumentos religiosos más antiguos de Arévalo.
Fue fundada por los caballeros del linaje de los Tapia para ser su lugar de enterramiento y juntas.
Es una de las 11 parroquias arevalenses que figuran en el inventario del Cardenal Gil Torres del año 1250.
De la edificación románica no se conserva apenas nada de su nave y su cabecera.
Lo más significativo son sus dos torres mudéjares conocidas como las torres gemelas. La más antigua de ellas se denomina Torre de los Ajedreces, por los doce tableros de ese juego, que ostenta en los cuatro lados del cuerpo de tres pisos, de arquerías de ladrillo dobladas de medio punto y recuadradas en alfiz. La parte baja de la torre es lo más interesante porque tiene una especie de friso donde alternan recuadros hundidos con un arco interior y decoración de ajedreces y ladrillos en espiga o espina de pez. También conocidas como torre vieja es la más baja. En su interior y en el cuerpo bajo, presenta una extraordinaria y original bóveda. No parece que albergara campanas y se considera el posible minarete de la antigua mezquita que, según la documentación, existió contigua al templo cristiano y no tiene escaleras en su interior.
La torre nueva data del siglo XII tiene un primer cuerpo de tapias de mampostería con hiladas de ladrillo, liso salvo por alguna saetera. El cuerpo superior tiene como troneras dos arcos doblados de medio punto rodeados por alfiz, por arriba corre un piso de cuatro arcos ciegos, de nuevo remarcados por alfiz. Su origen podría ser como torre defensiva de vigilancia, a la que después se añadiría el cuerpo de campana. Es lisa con esquinales y verdugadas de ladrillo, con mampostería de piedra rajuela.
La iglesia posee un atrio románico al estilo segoviano con labrados capiteles y en sus muros quedan restos de pinturas muestra de la transición del románico al gótico.
El templo y su cabecera fueron reformados en el s. XVII y XVIII. Destacan las bóvedas de la nave norte y a la cúpula del crucero, con primorosas yeserías barrocas. Su Altar Mayor, con retablo también barroco y el santo titular en medio, y una talla de la Purísima en lo alto, buena y de estilo sevillano.
En el costado opuesto a la plaza se conserva una galería porticada del siglo XIII. Tiene diez arcos de medio punto más el de ingreso. Tanto la entrada como los cuatro arcos orientales son plenamente románicos. Los arcos son de medio punto, de arista abocelada y con guardapolvos, apoyándose en parejas de columnas geminadas de basas muy altas, cuyos capiteles, muy deteriorados, muestran escenas religiosas y caballerescas en las que los personajes se mueven bajo remates acastillados, además de los habituales motivos vegetales y zoomórficos. En el tramo occidental los arcos son originales pero las columnas románicas se han reemplazado en el siglo XVI con otras de estilo toscano. Es evidente la influencia segoviana.
Fue declarada Monumento Histórico Artístico por Decreto en Junio del año 1931.
Perdió su función religiosa en el año 1911. Durante el siglo XX fue utilizada como lugar de almacenamiento de grano y abandonada. A comienzos de los años 80 del siglo XX fueron restauradas sus torres por el Ministerio de Cultura.
A principios del siglo XXI la Obra Social de Caja de Ávila la convirtió en espacio cultural tras una rehabilitación, desde entonces ha albergado numerosas exposiciones, conciertos y talleres.
En la actualidad cumple funciones de espacio cultural.