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En el cementerio de Brunete tuvo lugar uno de los más duros enfrentamientos durante la Batalla de Brunete. El ejército popular republicano antes de abandonar la población de Brunete al final de la batalla, resistió las embestidas del ejército nacional, utilizando los muros del cementerio como parapetos. Allí se reunieron la 35 División del general soviético Walter y los restos de la 11 de Enrique Líster y la 14 de Cipriano Mera. Al grito de: ¡Brunete no puede caer!, se mantuvieron en la posición.
Sobrevivieron al ataque de los carros de combate, de la artillería y aviones, llevado a cabo durante las primeras horas de la tarde del día 25 de julio. Las tropas republicanas van resistiendo como pueden, pero no cuentan con la lucha hombre a hombre. El sargento Juan Bejarano, con una sección del VI Tabor de Melilla, entra en el cementerio poniendo en desbandada a los soldados que resistían en su interior.
Las tropas republicanas huyen a un bosquecillo cercano, donde son atacados por la aviación nacional, de camino a Villanueva de la Cañada. Estos mismos hombres que habían tomado la posición veinte días antes, tuvieron que huir, dejando tras de sí lo poco que quedaba de Brunete en pie. La Batalla de Brunete finalizaría el día 27 de julio de 1937.
De igual forma que al principio de la batalla en el cementerio de Quijorna, en aquella ocasión defendido por las tropas de Franco, se mezclaron los cadáveres enterrados con anterioridad con los cadáveres de los caídos en combate, produciéndose un espectáculo dantesco.
En 1957 se conmemoró el día de la Provincia, motivo por el que se construyó un monolito de piedra blanca con una cruz en relieve en el centro, alrededor de sus brazos hay un largo texto que recuerda a los que dieron su vida por la causa de Francisco Franco. En un primer momento se ubicó en lo que eran las eras de San Pedro, pero desde 1970 lo vemos en la rotonda delante del cementerio.
Detrás del cementerio en el camino de Quijorna se encuentran varios depósitos de agua uno de ellos elevado que no estaba durante la batalla y el más pequeño de forma rectangular alimentaba la fuente de Los Morales que si se encontraba durante la Guerra Civil Española. Siendo testigo mudo de los acontecimientos que allí se vivieron.
