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El colegio menor de San Patricio o de los irlandeses se encuentra ubicado en la Calle Escritorios, nº 6 de la ciudad de Alcalá de Henares, Comunidad de Madrid.
Fue fundado como Colegio de San Patricio en el año 1630 por el irlandés John O´Neill el colegio cerró por dificultades económicas después de la muerte de su fundador, en el año1641, y por decisión testamentaria, es refundado en el año 1645, con la denominación de Colegio de San Jorge, por el portugués Jorge de Paz Silveira. Tras su fallecimiento, su viuda la baronesa Beatriz Silveira, patrocinó su construcción. El edificio se construyo entre los años 1649 y 1652, se atribuye al arquitecto Antonio Jordán, es de traza barroca, con patio e iglesia anejos. Está ubicado en pleno centro histórico de Alcalá de Henares, es un colegio universitario dedicado originalmente a los estudios de teología para estudiantes procedentes de Irlanda y de Flandes. Del conjunto barroco se conserva la fachada de ladrillo de dos alturas con ventanas y balcones, una puerta de acceso adintelada, y una crujía del patio con arcos de medio punto en la planta baja y ventanas en la alta.
Fue uno de los principales centros de estudio en España de la comunidad de católicos irlandeses, perseguidos por el protestantismo en su país.
En 1796 el colegio figuraba entre las propiedades del conde de Revillagigedo. Diez años después, se procedía a la demolición de la capilla.
Sufrió el deterioro durante la Guerra de independencia y de la Guerra Civil Española en la que perdió una de sus crujías en el año1936.
Durante la década de los noventa del siglo XX ha sido rehabilitado el edificio, y actualmente es la sede de Alcalingua, institución de la Universidad de Alcalá para la enseñanza del idioma español a extranjeros.
Ha sufrido varias modificaciones y restauraciones a lo largo de su existencia de las más recientes destacan las obras de consolidación del edificio realizada durante los años 1984-1994, por Carlos Clemente y Guillermo Cases y las realizadas entre los años 1996-2002 por Echevarría & García Arévalo, para acondicionamiento como centro universitario.
En 1996, se firma un acuerdo entre la Universidad, el embajador irlandés y el grupo Jefferson Smurfit para el uso del edificio como centro de formación e intercambio entre estudiantes de diversas nacionalidades.
El rey Fernando VII, en una de sus visitas a Alcalá de Henares, se alojó en este edificio en el año de 1818. Algo fuera de lo común al no dormir en el Palacio Arzobispal, residencia habitual de la corona en la ciudad. El monarca prefirió descansar en la casa de sus amigos, los Condes de Revillagigedo. José María Fernández de Córdoba y Cascajares Marqués de Canillejas y de Carlota Luisa de Güemes y Muñoz de Loaisa IV Condesa de Revillagigedo y Grande de España. El hecho de que Fernando VII durmiera en ella, confería a la casa el grado de residencia real. Lo que motivo que sus propietarios colocasen como símbolo acreditativo de la estancia del rey unas cadenas en la portada adintelada de las cuales solo se conservan los tres clavos que las sostuvieron.
Estas cadenas se colocaron retomando una antigua costumbre que decía que aquellos lugares donde hubiera dormido el rey, tenían el derecho de colocar sobre la puerta unas cadenas como recuerdo de aquel acontecimiento. Otra teoría seria en relación a los gritos de celebración del pueblo de “Viva las cadenas” al proclamar al monarca como rey absolutista. Las cadenas colocadas en la puerta eran de hierro con remates en piñas doradas, formando un pabellón y estuvieron colocadas sobre la puerta principal hasta el año de 1835.
El edificio actualmente alberga la Alcalingua que es el centro de la Universidad de Alcalá dedicado a la enseñanza de español para extranjeros y a la formación de profesores de español.
