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El convento de Santo Domingo está situado en la localidad de Cervera en la comarca de la Segarra, provincia de Lérida.
La construcción del edificio se empezó en 1358, aunque las tierras donde fue construido eran del rey Jaime II. El cual entregó las tierras a los Dominicos en 1318, la razón de que pasara tanto tiempo entre la donación del terreno y el comienzo de las obras de construcción del convento, fue debido a que los Dominicos pidieron un cambio de ubicación de los terrenos para mejorar su situación, y aunque obtuvieron el permiso, este cambio no llegó a producirse nunca.
El convento estaba dedicado a Sant Pedro Mártir, pero es conocido popularmente como Santo Domingo (Sant Doménec) en catalán. Se tardo casi un siglo en terminar la construcción.
Según la tradición en el lugar donde se encuentra el convento se apareció Santo Domingo a San Vicente Ferrer en 1409, mientras este último estaba en el convento, donde había ido a predicar.
El convento era una construcción de grandes dimensiones y tenía bastante importancia. Aunque tuvo periodos de decadencia, la vitalidad del convento fue considerable.
En el siglo XVI se edificó una nueva sala capitular y un nuevo dormitorio, en el siglo XVIII también se hicieron obras para mejorar las condiciones del edificio, concretamente en la iglesia. En 1810 se vio afectado por la guerra napoleónica en la que se perdió el archivo, junto con otras piezas de valor. En 1835 coincidiendo con la desamortización, el convento fue saqueado y abandonado.
Del interior de la iglesia se conserva en el Museo Nacional De Arte de Cataluña, una tabla con la Virgen, san Vicente Ferrer y dos donantes, obra de Pedro Garcia de Benabarre.
En la actualidad se están llevando a cabo obras en el edificio para adaptarlo como centro cultural.
