El Pont Vell d´Alfarràs

Alfarràs es un municipio perteneciente a la comarca del Segrià en el límite de la provincia de Lleida.

Entre el patrimonio de interés de la localidad, destaca el Pont Vell, destruido en parte durante la Guerra Civil Española.

El Puente de origen románico está ubicado sobre el rio Noguera Ribagozana, junto al puente moderno de la carretera que lleva a Tamarite de Litera.

La parte de obra medieval que se conserva, permite una datación en el periodo bajomedieval (siglo XIV- XV) aunque el paramento del pilar central que es diferente al resto, permite suponer una construcción anterior.

Se trata de una obra de unos 200 metros de largo, estaba formado por siete arcadas, seis pilares y los correspondientes estribos o tajamares. Tanto las arcadas como los pilares presentan un paramento a base de sillares rectangulares, a excepción de la arcada central construida con sillares cuadrados, de dimensiones más grandes.

Según la tradición oral el puente fue dinamitado durante la Guerra Civil, conservándose actualmente solo las tres arcadas más cercanas del pueblo. Una vez terminada la Guerra el puente fue parcialmente reparado, de esta reconstrucción quedan marcas de maderas y cemento. Se ha sustituido una parte por una estructura de hierro.

Cuenta una leyenda que:

Antes de la existencia del puente los habitantes de Alfarràs debían atravesar por el medio del rio para ir al otro lado a buscar agua a la fuente del Zorro, tenían que llevar pesados cantaros.

Un día una joven que trabajaba en una casa acomodada cansada de la laboriosa tarea, cansada y dolorida se sentó bajo la sombra de un árbol y empezó a hablar sola:

-¡No sé que daría porque aquí hubiera un puente!

Aun no había terminado la frase cuando se le apareció un joven que le contestó

-¿Que darías por un puente?

- ¡¡Lo que fuera!! Añadió la chica.

-¿me darías tu alma?

¿Quién eres tú? Pregunto la joven.

-Soy el demonio.

-Mira, hasta el alma te daría si aquí me hicieras un puente para pasar. Si dentro de tres días el puente está hecho, mi alma será tuya.

- trato hecho. Dentro de tres días pasaras de un lado a otro por encima del puente. Pero recuerda, cuando mueras tu alma vendrá conmigo.

-Trato hecho, pero si cuando cante el gallo al amanecer del tercer día el puente no está terminado, no hay trato.

La chica volvió con el cántaro a la casa, y mientras daba vueltas a la conversación que había sostenido con el forastero, no sabía si lo había soñado o si era realidad.

La duda se desvaneció a la mañana siguiente, cuando volvió a buscar agua a la fuente del Zorro y descubrió con amargura, que en un lado y al otro, durante la noche, se había comenzado a levantar la estructura de un puente.

Al día siguiente - segundo día después del trato - , la chica volvió a coger el cántaro y se encaminó, más que buscar agua, a ver si había continuando la construcción del puente.

¡Qué susto se llevo cuando vio que el puente estaba prácticamente terminado! Sólo quedaba poner unas cuantas piedras para su finalización. Corrió nerviosa, a contar todo a su ama.

- No temas, todo se resolverá -dijo la dueña. Y le dijo que tenía que hacer.

Aquella noche, al comenzar a anochecer, la chica se puso al lado del puente, y cuando se hacía oscuro apareció el personaje en cuestión para terminar la obra, la chica tiro un jarro de agua fría al gallo que llevaba dentro de una cesta.

Y el gallo, con el susto, se puso a cantar mientras huía corriendo. El objetivo se había cumplido, el gallo había cantado en la tercera noche y el puente aún no estaba terminado. No se podía pasar de un lado al otro. El pacto, por tanto, quedaba roto. La chica había salvado su alma.

Pasaron unos días, y la sorpresa de la gente de Alfarràs por ese puente no tenía fin. Decidieron terminarlo, y así lo hicieron con el esfuerzo de todos. 

Bibliografía, Créditos y menciones