background-theme

Fuerte de Navidad

Fuerte de Navidad en Cartagena, es un edificio de mediados del XIX, asentados sobre una batería de la primitiva construcción de finales del siglo XVII.

Estamos ante un edificio de mediados del XIX, asentados sobre una batería de la primitiva construcción de finales del siglo XVII, cuando Cartagena se convirtió en base permanente de la escuadra naval. El fuerte de Navidad fue encuadrado dentro del Plan O´Donnell de defensa de 1860. Los avances tecnológicos dejaron obsoleto el fuerte convirtiéndose en una batería de salvas a principios del XX, y en 1993 se ordena la desmilitarización del edificio. Tras doce años de abandono, en 2005 se redacta un plan de restauración y recuperación del fuerte para convertirlo en un Centro de Interpretación de la Arquitectura Defensiva de Cartagena y el Mediterráneo.

 

El fuerte estaba compuesto de un patio de armas, la batería dotada de diecisiete piezas de artillería y edificios auxiliares que permitían que una pequeña dotación viviera entre sus muros: cocina, letrinas y dormitorios. También había una estancia que servía de polvorín y que no se ha restaurado para concienciar a la gente de por qué se ha de preservar el patrimonio; en ella se almacenaban pequeñas cantidades de proyectiles y pólvora para poder abastecer a los cañones. 

fuerte-de-navidad-4 fuerte-de-navidad-4

 

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de Vanessa Montesinos.

Geolocalización:

© Colaboradores de OpenStreetMap
Ver en google maps

Comentarios sobre 

20:21 31/07/2016

La última noticia sobre uso militar del fuerte es de 1941, cuando se realizan prácticas de tiro con cañones de campaña. Tuvo que abandonarse poco después, aunque su valor en el despliegue táctico artillero era minino, por no decir nulo, desde finales del siglo XIX. Es por ello que no se reforma en aquella época, como si se hizo con las baterías de la Podadera, Trincabotijas o Santa Ana y conserva ese aspecto de fuerte con sus imponentes muros en su frente de mar.
En 1992 ya estaba abandonado, y desde hacía muchos años, puesto que solo quedaban las piedras que forman el edificio. No había rastro de instalaciones eléctricas o de agua, madera de los marcos de las puertas, etc. Y eso no se pierde de la noche a la mañana, basta con visitar las baterías del plan de 1926, dadas de baja en 1993 y abandonadas antes del 4 de marzo del año siguiente (excepto la C-1,C-2 y C-5), para comprobarlo.

Juan Andrés Hernández Ruiz