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La iglesia parroquial de San Gil, es una construcción de estilo barroco, que fue edificada en el siglo XVIII sobre un edificio religioso anterior, del cual solo se conserva un pequeño muro de mampostería. De la iglesia destacamos su magnífica portada como el retablo renacentista de la Asunción.
Tiene una estructura de planta de cruz latina con cabecera, tres naves de igual altura, siendo mucho más ancha la central, con una gran cúpula de sección octogonal con linterna cubriendo el crucero.
Se trata de un edificio con cubierta a dos aguas, un pequeño ábside y un ajustado cimborrio de dos cuerpos decorados con arquillos ciegos. Consta además de un robusto campanario, rematado con otro de menor tamaño. La fachada muestra un enorme arco de medio punto decorado con motivos geométricos, además de un enorme portón de madera.
Flanqueando el portón encontramos adosado un arquitrabe decorativo con remates mudéjares de gran belleza. Encima de este conjunto hallamos cuatro vanos circulares, tres de ellos acristalados y el restante de muy pequeño tamaño. En la parte superior de la fachada se encuentra el típico remate mudéjar a base de ladrillos en disposición geométrica. El conjunto destaca por su sobriedad y clasicismo
Fue restaurada en el año 1981, por el arquitecto José María Grasa Ariza.