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Palacio de Valdeáguila en Arévalo

Palacio de Valdeáguila en Arévalo también conocido como Torre del Marqués de Villasante, construido en el siglo XVI por los marqueses de Villasante y Condes de Águila.

También conocido como la Torre del Marqués de Villasante, este Palacio fue construido en el siglo XVI por mandato de los segundos marqueses de Villasante y Condes de Águila, Santos Teijeiro y Juana de Tapia. El edificio fue de esta familia hasta el año 1874.

Conocido de forma popular como La Fonda, es un excelente ejemplo de Palacio renacentista. Tiene dos plantas y un sótano y está compuesto de dos alas perpendiculares unidas entre sí por un Torreón, siendo esta lo más llamativo del Palacio. El Palacio está construido principalmente en ladrillo estilo mudéjar con argamasa de arena y cal. Algunas paredes  son piedra caliza irregular, buena para la cimentación del edificio, ya que esta aligeraba el peso en los muros.

 La primera planta es la que está situada más cerca del Torreón y tiene siete ventanas con rejas de hierro y tres puertas, una de doble hoja con dintel de ladrillo por el que pasas a un gran portalón restaurado en 1990, cuando el Palacio lo regentaban Julio Jiménez y  Pepita Zancajo, a continuación una escalera de madera bastante grande  por la que se puede subir a la segunda planta. Al fono del ala, hay una puerta metálica por donde se accede a lo que antiguamente eran las cuadras, cocheras y a tres patios.

 

La segunda planta tiene la fachada enfoscada, con un montón de desconchones, dispone de  tres balcones con voladizo y en su parte más baja, piedras de rajuela con cal y arena, como si fuese un zócalo.

 

La Torre, es lo más destacado del Palacio y lo que menos deterioro ha sufrido a lo largo de los años. Se compone de cinco alturas contando la planta sótano, siendo el piso superior un mirador abierto en arcos de ladrillo y sustentado con columnas de granito. Tiene una escalera exterior por donde podemos acceder al resto de plantas.

 

Este edificio fue una residencia de estudiantes pasados los años y en 1930 un empresario adinerado, Genaro Rodríguez lo transforma en Hotel. Cuando este muere  la propiedad pasa a manos de su sobrino al no tener descendientes más directos, el cual acaba viviendo en la planta baja de la Fonda. El Palacio de Valdeáguila fue Hostería hasta su cierre en el año 2007.

Este Palacio tiene serias deficiencias en la actualidad, aunque lo compró la constructora  Reydeba  en el año 2007 para hacer en el unos apartamentos, nunca fueron construidos porque esta acabó arruinándose. Posteriormente al entrar la empresa en concurso de acreedores, Bankia pasa a ser propietaria del edificio. Debido a su antigüedad y falta de mantenimiento tiene numerosas grietas, la parte más deteriorada es la del ala norte. Existen  también problemas de humedades en el edificio ya que las ventanas carecen de cristales y el agua entra en cuanto llueve.

 

Sería una verdadera pena para la ciudad de Arévalo que este Palacio, ejemplo de arquitectura mudéjar y renacentista, pueda acabar desapareciendo por la negligencia y falta de interés de muchos.

 

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