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La Casa Consistorial de Pamplona, es en la actualidad la sede del Ayuntamiento de esta bonita ciudad y donde se inician las famosas fiestas de San Fermín. La Casa está situada en el centro del casco antiguo de la ciudad, ya que así se decidió en su día en el año 1423 por orden de Carlos III, el cual, decidió unir las tres ciudades independientes que formaban Pamplona (Dos burgos, San Saturnino y San Nicolás, de origen francés, y un núcleo de población autóctona que se llamaba Navarrería), en una sola, y un solo Ayuntamiento en el centro justo de las tres, levantándose así la Casa Consistorial de la ciudad de Pamplona.
La primera Casa que se construyó fue derruida en 1752 y unos años más tarde se inaugura un nuevo edificio en su lugar con una suntuosa fachada, idea de D. José de Zay y Lorda. Aunque el edificio desaparece en 1951 debido a su lamentable estado, la fachada si se conservó, construyéndose a continuación el resto del edificio que se conoce hoy día.
La fachada tiene una forma rectangular compuesta por tres pisos horizontales y un ático de estilo barroco con adornos que asemejan un reloj de pared recargado con muchas tallas. La parte inferior tiene tres cuerpos con columnas clásicas (dóricas, jónicas y corintias).
Se divide también en vertical en tres calles separadas entre sí por dobles columnas.
La puerta de entrada principal al edificio está situada en medio del piso más bajo con arco de medio punto y a los lados de la puerta dos figuras, a la derecha la Justicia con balanza y espada, que aparece despuntada por motivos de seguridad, y a la izquierda la figura de la Prudencia, vestida con túnica como una musa griega, en una mano tiene una serpiente y en la otra un espejo dorado. Las dos figuras son símbolo de las virtudes que debe representar el Ayuntamiento de Pamplona, sencillez y prudencia.
A los lados de la puerta principal hay dos puertas de madera con ventanas encima de ellas con rejas del estilo de la principal.
En el piso del centro, el más noble por la decoración interior a base de mármoles, hay balcones en sus tres ventanales con rejas color verde de estilo francés. A cada lado de la reja vemos dos leones dorados y en el centro el escudo de la ciudad. En verano, cuando se celebran los tradicionales San Fermines los balcones aparecen llenos de geranios rojos colgando, un maravilloso espectáculo.
En la tercera planta, con columnas de estilo corintio también hay rejas afrancesadas. Desde aquí es donde se inician las fiestas de San Fermín lanzando el tradicional chupinazo el día 6 de Julio de cada año.
En el tejado podemos ver dos Hércules a cada lado con mazas al hombro, esta parte del edificio parecida a un templo griego tiene una balaustrada a su alrededor, y en la cúspide, una alegoría de la fama tocando una trompeta. En el centro justo debajo de ella un reloj con agujas de hierro que da la hora con las campanas situadas en la parte más alta del tímpano.
Nada más entrar en el Ayuntamiento, en el dintel de la puerta interior podemos leer en latín”La puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón”, así como podemos ver el escudo de madera de 1735 de los borbones en el zaguán.
En el interior del edificio destacan varias estancias, como el Salón de Plenos con una vidriera que conmemora la Unión de los tres burgos, el Salón de Recepciones que es el más suntuoso y el despacho de alcaldía donde están las siete llaves de la antigua muralla de la ciudad.
La Plaza del Consistorio de Pamplona tiene unos 2.000 m2 y es el símbolo de sus fiestas, capaz de reunir a más de 11.000 personas de todo el mundo el día del comienzo de unas de las fiestas más tradicionales de España.
