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La Iglesia de San Pedro de la Rúa se encuentra situada en el centro de la ciudad medieval de Estella-Lizarra, provincia de Navarra y tiene rango de Iglesia mayor desde el año 1256, donde el emperador Carlos y el Rey Felipe II juraron sus fueros. Esta localidad está dentro del Camino de Santiago y está bañada por el río Ega, afluente del Ebro.
Fue el Rey de Aragón, Sancho Ramírez el que pensó que sería una buena idea dar cobijo al peregrino en su camino hacia Santiago construyendo un templo, de esta forma surgió entre los siglos XI y XII el primer templo románico de Estella, cuyo claustro es considerado como la mayor riqueza en estilo románico de la zona de Navarra. Es un templo de planta irregular al estar construido en un cerro en el centro del barrio de los francos sobre la plaza de San Martín, donde antes se encontraba el antiguo castillo de la ciudad.
En el exterior podemos contemplar el pórtico de entrada de estilo románico, del siglo XIII. Tiene un arco con 10 lóbulos de clara influencia árabe y no posee ni tímpano ni jambas. Hay diferentes elementos decorativos como sirenas, centauros, animales con cola de león y cabeza de águila, aunque lo más destacado es el Crismón, símbolo más representativo del estilo románico. Las letras inscritas en él se encuentran escritas al revés, con un claro significado funerario, ya que en su día la Iglesia fue un cementerio de peregrinos. La escalinata para el acceso al pórtico se realiza por una escalinata construida por Francisco Pons Sorolla en el año 1966.
La Torre de gran altura está a los pies de la nave, en zona escarpada con varias ventanas, en la parte superior sufrió destrozos durante la época del Cardenal Cisneros al ser una torre defensiva, añadiéndose en el siglo XVII la parte superior hecha de ladrillo.
Aunque lo más destacado de la Iglesia de San Pedro de la Rúa, es su claustro de planta cuadrada de 1170 situado en el lado Sur de la Iglesia. Es un bellísimo conjunto con maravillosos capiteles decorados con escenas del Camino de Santiago y otros elementos de la vida de Cristo, así como escenas de la vida de San Andrés y muertes de los santos Pedro y Lorenzo. Cada lado del Claustro está compuesto por nueve arcos de medio punto que a su vez están apoyados sobre columnas en forma cilíndrica, decoradas con palmeras en su base. Los capiteles están todos tallados y es la parte más espectacular del claustro, apoyados sobre dos columnas en la que destaca la columna Torsa en la parte occidental del claustro.
Dentro del claustro hay varias figuras en diferentes puntos que proceden de las diferentes excavaciones que se han ido realizado en el templo.
De la época solo se conservan el lado Norte y Oeste, los otros laterales del claustro se destrozaron por accidente al caer varios cascotes al volarse el castillo de Zalatambor en la época de Felipe II.
La Iglesia tiene tres naves de tres tramos cada una que acaban en una impresionante cabecera con tres ábsides, la nave central es la más grande de todas por el desnivel del terreno y la que más destaca pudiendo acceder a él por una escalinata pequeña, donde vemos una talla de la Virgen de Belén del siglo XIII.
En una esquina del templo nos encontramos con una interesante pila bautismal románico-gótica con pedestal con imágenes del árbol de la vida.
En el interior de esta hermosa Iglesia también tenemos la capilla de San Andrés, patrono de la ciudad, del año 1596 cubierta con una cúpula obra de Miguel Iturmendi realizada en 1699. El retablo situado en la nave del evangelio es de estilo barroco, de finales del siglo XVII. El crucifijo gótico del siglo XIV que hay en ella según cuentan apareció en la Iglesia proveniente del río Egea, ya que fue arrojado por alguna persona de origen judío. Sin embargo la corriente remontó el Cristo milagrosamente hasta la Iglesia del Santo Sepulcro donde hoy en día permanece, siendo venerado a partir de ese momento.
En la iglesia hay diferentes lienzos uno de ellos en el que aparece el entierro en Estella del obispo de Patrás y otro representando el martirio de San Andrés, los dos del siglo XVII.
También poseía el Báculo de Limoges realizado en cobre y el Relicario de San Andrés, aunque desgraciadamente fueron robados.
Debajo del coro destaca la sillería barroca de principios del siglo XVIII.
Desde la escalinata de la Iglesia que da acceso al templo, a la salida podemos contemplar una bonita vista del Palacio de los Reyes, sede del Museo Gustavo de Maeztu.
La Iglesia de San Pedro de la Rúa fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1931, iniciándose unos años más tarde una gran labor de restauración muy necesaria.
