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El Castellvell de Solsona es un castillo que se encuentra situado a unos 139 metros por encima de la ciudad de Solsona en la provincia de Lérida, aunque por ubicación pertenece al municipio de Oliu.
Esta edificación es de origen muy antiguo, debió de ser una fortaleza defensiva cristiana en sus orígenes.
La construcción del castillo comenzó, por orden del conde Sunyer, en 957 y el conde Borrell II de la casa de Barcelona lo hizo reforzar en el 973 para asegurar la defensa de la región.
La iglesia de Sant Miguel pertenecía al castillo, es un vestigio de su época románica, está situada fuera del recinto y actualmente solo quedan unos restos en los que se puede distinguir el perfil de la planta del templo con su ábside trilobulado.
Otra muestra de la época románica la encontramos en el capitel de dicha época que se conserva en el recinto amurallado. En este podemos ver esculpidas los elementos del escudo de armas de las dos familias: la torre de los Torroja y el cardo de los Cardona. Estos dos símbolos junto con la cruz del monasterio y un sol, los podemos encontrar también en el escudo de la ciudad de Solsona.
La familia de los Cardones se convierte en los señores del castillo al casarse con la heredera de los Torroja en el año 1217. En el siglo XI, el señor de Solsona Ecard Miró, comenzó las obras para mejorar la fortificación del recinto, obras que con posterioridad a su muerte, continuaron sus descendientes Bernat y Ramón de Torroja, finalizando su construcción el año 1217. El final de la construcción tuvo lugar cuando la heredera de los Torroja, Agnès, ya se habia casado con el vizconde de Cardona, Ramón Folc IV de Cardona (1180-23 de Agosto de 1241).
En el siglo XIV, entre 1310 y 1320, el vizconde de Cardona transforma el castillo en un palacio gótico. Durante estas reformas se construyó la gran sala que se encontraba en el lado este del recinto amurallado, de forma cuadrada, con arcos apuntados transversales sobre columnas cilíndricas con capiteles cúbicos, según un modelo frecuente e los castillos catalanes de la época gótica.
Dentro del recinto del castillo habia también restos de la capilla de época románica, pero en la reforma del siglo XV fue edificado bajo la misma advocación de Santa María, un edificio de estructura gótica, que ha permanecido abierto al culto como santuario de la virgen del Remedio. En su capilla de arte ojival se empezó a venerar a la Madre de Dios del Remedio, en este año también se enlosa el camino de acceso.
En el año 1389, los Cardenes abandonan el Castellvell como residencia y dan la orden de destruirlo para proveer de piedras las segundadas murallas que se estaban construyendo en Solsona.
En la prosperidad del barroco, en el siglo XVII, se amplía la capilla y se edifica el campanario, el coro y la puerta actual.
Durante la Primera Guerra Carlista, el barón de Meer ordenó transformarlo en un castillo moderno. El castillo sufrió graves daños durante las campañas de la Tercera Guerra Carlista. El carlista Morlans ordenó que se derrumbasen sus torres, y en la actualidad se encuentran decapitadas tres de las cuatro, quedando solo la base y la cuarta torre escapó de correr la misma suerte gracias a la llegada de los gubernamentales que impidieron su destrucción.
En la segunda mitad del siglo XIX, el término de Castellvell se une al de Oliu, para formar un solo municipio.
Hoy día, el Castelvell de Solsona aún se encuentra habitado y en un estado de conservación bastante bueno.
El perfil de Castellvell es un punto de referencia de toda la comarca y da al espacio un encanto especial.
