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Su fundación es de 1507 y se construye por encargado de Ramón Folc de Cardona i Anglesola, señor de Bellpuig, que ejercía el cargo de virrey en Nápoles y Sicilia, a lo largo de todo el siglo XVI. El señor de Bellpuig obtuvo del papa Julio II una bula para establecer un convento de franciscanos, en el lugar donde existía una antigua capilla de San Bartolomé. La intención era construir un mausoleo para él, influido por las costumbres de la nobleza napolitana. Este mausoleo fue encargado al escultor napolitano Giovanni Merliano da Nola.
Durante el desarrollo de la edificación, la estructura gótica paso a contener más elementos renacentistas. La iglesia es terminada en 1591 y en su interior estuvo el mausoleo renacentista de Ramón Folc III de Cardona-Anglesola, desde 1531 hasta 1842, que fue trasladado a la iglesia parroquial de San Nicolás de Bellpuig, para evitar su destrucción y donde se conserva todavía. Es, sin duda, un ejemplo excepcional de transición del gótico al renacimiento. A pesar de las diversas fases constructivas, el Convento presenta una gran unidad tipológica.
Destacamos el segundo claustro el patio que presenta tres pisos, los dos primeros del siglo XVI, y el tercero añadido a principios del siglo XVII. En el centro del claustro se encuentra un bello pozo renacentista.
Fue ocupado por los soldados franceses en 1809 durante la Guerra de independencia y en 1815, se restauro. Pero la desamortización de 1835 le llevo a la ruina durante este periodo el mausoleo fue trasladado a la iglesia parroquial, lugar actual de ubicación. En 1899 lo ocuparon los padres paúles que instalar su seminario menor y construyeron una iglesia nueva (1903-1906). Y sería rehecha de nuevo en 1941 tras el saqueo sufrido durante la Guerra Civil Española.
Actualmente, el edificio conventual es de planta rectangular y se organiza en torno a dos claustros donde se puede observar la superposición de estilos arquitectónicos.
Cuenta con una bella escalera de caracol renacentista que sube hasta el campanario del convento, desde el cual podemos disfrutar de unas bellas vistas.
La obra fue declarada monumento histórico-artístico el 2 de diciembre de 1925.
Es Bien Cultural de Interés Nacional desde 1985.
En 1990 fue donado a la Generalitat de Cataluña y en la actualidad forma parte de las sedes del Museo de Historia de Cataluña.
Es una de las mejores obras renacentistas existentes en Cataluña.
