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En el siglo XIX el ceramista alcoreño Juan Falcó llega a Valdemorillo donde funda una fábrica de porcelana y loza fina. Es una industria floreciente debido a la gran demanda que había por parte de la burguesía como servicio de mesa, pero también como elementos decorativos.
En 1845 se funda la Sociedad de Aulencia, Falcó y Cia., para la producción de vajillas estampadas con: cacerías inglesas, paisajes imaginarios, jardines románticos y otras escenas pintorescas. Dando el mismo servicio que la desaparecida fábrica de Galapagar.
En el Palacio Real quedan piezas de esta fábrica, realizadas para el rey Alfonso XIII, antes de su matrimonio con Victoria Eugenia, ya que no aparecen sus iniciales en el anagrama.
En 1885 fallece Juan Falcó, heredando la fábrica su hijo, que en 1893 ampliaría su catálogo con piezas para boticas, pomos para puertas, morteros,… La Compañía Madrileña de Electricidad y la fábrica de acumuladores Tudor, contratan sus servicios para la producción de complementos relacionados con la electricidad.
Esta industria hizo que Valdemorillo creciera por la necesidad de mano de obra para la fábrica. Fue la primera empresa en España que incorporó la decoración floral por medio de calcomanía.
Juan Falcó hijo, se ve obligado a cerrar la fábrica en 1914 debido a problemas con el transporte y al agotamiento de las minas de caolín. Un año después, es Juan Giralt quien se hace cargo de la fábrica, que pasaría a llamarse “Fábrica de Porcelana y vidrio Giralt Laporta” ampliando la producción con porcelana dura para laboratorio, vidrio y aislantes eléctricos. Bajo la denominación de VALMAX, vende piezas de vidrio pirex, es decir resistente al fuego.
Pero el estallido de la Guerra Civil terminaría con esta producción y con la fábrica. Los bombardeos de la Batalla de Brunete dejaron en pie los tres hornos de porcelana y la torre medieval que servía de depósito de agua. Tras la contienda, Giralt pudo recomponer su fábrica, pero no en Valdemorillo, lo hará en el pueblo de Villaverde.
Hoy en día se han restaurado las torres de los tres hornos en forma de botella, levantados en ladrillo, se les conoce como chimeneas. En su ubicación se instaló en 1999 la Casa de Cultura de Valdemorillo y la Cueva Museo de Cerámica y Vidrio (CUMVAL). También se han restaurado los fabriquines pequeños talleres especializados situados cerca de la M-600, además de una chimenea, una nave de fabricación de ladrillos y una cantera de la que se extraía el barro, formada por galerías que hoy pueden visitarse.
