Iglesia de la Buena Dicha

En el año 1594 se construyó el Hospital de la Buena Dicha u Hospital de Nuestra Señora de la Concepción y Buena Dicha y en la parte trasera de la misma un pequeño cementerio, el Cementerio de la Buena Dicha.  La construcción original tenía la entrada principal por la calle Libreros, donde se encontraba el pequeño cementerio, al revés que en la actualidad. Fue fundada por fray Sebastián de Villoslada, abad de la parroquia y monasterio de San Martín, de la que dependía.

Durante el levantamiento del 2 de mayo el hospital atiende a muchos de los heridos, y fueron enterrados en estas dependencias varios de los héroes del levantamiento como Manuela Malasaña y Clara del Rey.

A finales del XIX se derribó, pero entre 1916 y 1917 el arquitecto Francisco García Nava edifica el actual edificio con el patronazgo de los Marqueses de Hinojales. El edificio está situado en una parcela relativamente estrecha y larga con fachada a dos calles: la principal al número 25 de la calle Silva, y la posterior a la calle de los libreros.

El estilo del edificio es una mezcla entre gótico, mudéjar e incluso nazarí,  en el interior es de una sola nave, dividida en dos tramos y cabecera cuadrada cubierta con bóveda nervada octogonal con una linterna central. Cuenta con un coro en alto por la parte de acceso que tiene unas hermosas vidrieras de estilo modernista a sus espaldas. Destaca en su interior la capilla de la Virgen de la Misericordia del Siglo XVII, con un grupo escultórico de la primera mitad del siglo XVII.

Durante la Guerra Civil Española sufre desperfectos por ser una zona batida por los bombardeos y es restaurada al finalizar la contienda.

En el año 2003 la Comunidad de Madrid realizo obras de rehabilitación del edificio.

La leyenda

Cuenta la leyenda que una mañana muy temprano el tres de  abril de 1998 tuvo lugar un suceso extraño, en el interior de la Iglesia de la Buena Dicha donde comenzaron a  surgir brillantes luces azules, se oyeron  gritos desgarradores y acto seguido se reventaron todos los cristales del templo, para quedar todo bruscamente en absoluto silencio.  Desde ese momento la iglesia quedo cerrada, el cura se fue, colgó los hábitos para siempre y abrió un herbolario en la Calle de Atocha.

El hecho no tuvo gran trascendencia, en los medios de comunicación, el ex párroco nunca quiso hablar de lo sucedido aquel día alegando que  “no hablaría jamás de lo acontecido aquel día aunque lo matasen”.

La iglesia permaneció cerrada hasta que en el año 2003 fue restaurada como hemos mencionado anteriormente y abrió de nuevo sus puertas.

Suceso

Otro mes de abril en concreto, el 16 de abril de 1934 tuvo lugar otro suceso en la iglesia, a las nueve de la mañana mientras se oficiaba misa, Doña Ángela Fernandez Bustamante de 66 años viuda de Don José Salmerón Amat político muy conocido de la provincia de Jaén y acaudalado terrateniente de la región, fue agredida con un cuchillo de grandes dimensiones por  Don Telesforo Jiménez de cuarenta años de edad natural de Fuente Higuera, Valencia. Las heridas causadas fueron mortales y la anciana falleció a las pocas horas. El agresor fue detenido en la iglesia por un religioso y dos hombres los cuales a su vez  lo entregaron a unos guardias.

Aparentemente los motivos del asesinato fueron económicos, el agresor había depositado en 1932, al regresar de Buenos Aires, todos sus ahorros un capital de seis mil pesetas, en una entidad  que se dedicaba a hacer préstamos. Y esta entidad se los había prestado a la víctima, que en repetidas ocasiones no pudo hacer frente a la devolución del préstamo, pero si al pago de los intereses. Al parecer el sábado anterior la señora cobró una herencia con la que podía devolver el préstamo, pero el domingo Telesforo termino con su vida.

La iglesia es Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, con fecha 20/06/1994 (BOCM).