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La iglesia de San Martín de Tours se encuentra en la calle Desengaño, en el lugar en que se convierte la calle en plaza de Santa Soledad Torres Acosta, popularmente conocida como plaza de la Luna, detrás de Gran Vía y Callao, en Madrid.
La iglesia presenta una planta de cruz latina, transepto de brazos cortos, capillas laterales y profundo presbiterio. La intersección del crucero se cubre por cúpula ciega con chapitel al exterior, sustentada por pechinas. La nave se cubre con una bóveda de cañón. Es arquetipo de iglesia barroca madrileña.
El interior es sencillo y diáfano, y del mobiliario original, poco queda. Coronando el retablo mayor, una obra neorrenacentista de Ricardo Bellver (el escultor del Ángel Caído del Retiro representa en formato relieve a San Martín de Tours y el mendigo.
La fachada principal mira a la calle Desengaño, presentando cierto aspecto monumental, caracterizado por las dos torres campanario que flanquean el cuerpo central, rematado por un frontón triangular.
La portada se plantea como un retablo, con dos columnas exentas que acompañan la puerta de acceso al interior del templo. Encima del arco que sustenta la puerta, una hornacina contiene un grupo escultórico que representa al fundador de los Clérigos Menores, Agostino Adorno, rindiendo pleitesía a la Virgen de Portacoeli, antigua advocación del convento. Los elementos de la decoración de la fachada principal están realizados en granito, mientras que el resto de la fachada abusa sobremanera de un material menos noble como es el ladrillo.
El actual templo ocupa el solar donde antaño se alzó el convento de Portacoeli de los Clérigos Menores Regulares, los llamados caracciolos, orden fundada en Italia por el mencionado Agostino Adorno, sacerdote de Nápoles, y San Francisco Caracciolo, en tiempos de Felipe II.
Con el decreto desamortizador de Mendizábal de 1835, los caracciolos fueron obligados a abandonar el convento, trasladándose a este edificio en 1836, la antigua parroquia de los benedictinos de San Martín, que hasta 1809 habían tenido su sede en el edificio de la plaza del mismo nombre, anejo a las Descalzas Reales. Este edificio había sido derribado por orden de José I Bonaparte, en su afán de abrir plazas y de mejorar la calidad el aire de Madrid. Desde ese momento, los monjes benedictinos habían ocupado otras sedes por Madrid, como un templo entre las calles del Barco y Valverde, hasta que se ubicaron en San Martín.
En los acontecimientos de 1936, y dada su proximidad a la Gran Vía, sufrió graves desperfectos y pudo ser en estos momentos donde desaparecieron gran parte de las obras que habían llevado hasta allí los monjes benedictinos.
La extrema degradación de la zona, ocupada por la mendicidad, la delincuencia y la prostitución, provocó la desbandada de la escasa feligresía que ya le quedaba a la parroquia, perdiendo en 1991 su condición de tal, quedando convertida en filial de San Ildefonso. La iglesia conoció en su interior robos y hurtos y alguna agresión a los párrocos en aquella época.
En la actualidad, y tras una reforma realizada en la década de los 90, que alcanzó también a la zona, es Templo Eucarístico de San Martín de Tours y sede de la Adoración Nocturna Femenina diocesana de Madrid. El templo se inauguró en 1997.
No se conoce con exactitud quien o quienes fueron los arquitectos de San Martín, aunque sí que una de las reformas llevadas a cabo lo fue según planos del arquitecto Eugenio Valenciano, a quien atribuimos pues su edificación.
