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La iglesia de San Ginés de Arlés popularmente conocida como Iglesia de San Ginés. Es una de las iglesias más antiguas de Madrid, apareciendo referencias documentales ya en el siglo IX. La primitiva construcción es de estilo mudéjar, de la que sólo queda el campanario. En el año 1640 se hundió el terreno sobre el cual se levanta el templo y éste quedó derruido, encargándose al arquitecto Juan Ruiz que hiciera una nueva utilizando los materiales del antiguo templo y finalizando la construcción José María Aguilar. La estructura actual corresponde a la reforma que sufrió el templo en 1645.
Es un edificio de ladrillo y mampostería con portada a los pies y otra en el lado del Evangelio a la que se acede desde un atrio. Tiene torre cuadrangular a los pies, de cuatro cuerpos, con cuatro campanas, las dos más primitivas de 1566.
Un incendio provocó la destrucción de la cúpula y los cubrimientos de las tres naves que se renovaron en el siglo XVIII, y en 1824 otro incendio destruyó la cabecera. Los dos seguidos de sus correspondientes restauraciones.
En esta iglesia fue bautizado el dramaturgo Lope de Vega, casándose aquí el también poeta Francisco de Quevedo y Villegas.
En los años 1870 y 1872 el arquitecto José Mará Aguilar por encargo del Ayuntamiento transformo el lado norte, que da a la Calle del Arenal.
Durante la Guerra Civil Española permaneció cerrada, exceptuando algunas dependencias que fueron utilizadas por el Ejercito Popular Republicano como cuartel. Como consecuencia de dicho uso, el templo recibió varios impactos de proyectiles y entre la década de los años 40 y 50 del siglo XX se realizaron restauraciones del edificio.
En la actualidad forma un importante conjunto histórico, artístico y arquitectónico del llamado Madrid de los Austrias.
Cuenta con las capillas de:
Las Leyendas
Cuentala leyenda que en el año 1353, siendo Rey Pedro I, unos ladrones entraron al templo para saquear sus joyas y cálices, pero no se dieron cuenta de la presencia de un anciano que se encontraba rezando. Los delincuentes decidieron terminar con el pobre anciano cortándole la cabeza.
La noticia creo gran revuelo y terror en la villa por la forma de asesinar al personaje y unos días después, se comenzó a ver al atardecer, una sombra casi humana, decapitada. Está aparición se repitió sucesivamente hasta que terminó por revelar la identidad de sus asesinos, quienes fueron castigados con la muerte al ser arrojados a un barranco.
El cocodrilo de San Ginés
Según cuenta la leyenda lo trajo Alonso de Montalbán, Comisionado de los Reyes Católicos quien en uno de sus viajes por América fue perseguido por un grupo de cocodrilos, en la isla de Portobello. Tras lograr ponerse a salvo, otro gran cocodrilo se abalanzó sobre él, en ese momento se encomendó a la Virgen de los Remedios y en ese instante un árbol se partió en dos y cayó matando al reptil. Tras escapar sano y salvo del ataque del reptil, a su regreso a Madrid, mandó esculpir la imagen de la Virgen y a sus pies, ordenó colocar al cocodrilo disecado, en recuerdo de aquella milagrosa hazaña.
El animal estuvo desde 1522 hasta hace poco tiempo en la capilla hasta que un día, el párroco estaba ya cansado de las visitas a la “capilla del lagarto”, decidiendo retirarlo.
