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LA CASA FUERTE DE LA HISTORICA VILLA DE ADEJE
Declarado B.I.C. el 7 de febrero de 1986 con la categoría de Monumento.
Coordenadas geográficas: 28º07’27.78’’ N / 16º43’33.37”0 / elev.311m
La Casa Fuerte de Adeje se configura como un gran conjunto, con planta de tendencia cuadrada y una superficie aproximada de unos 9.000 m2, constituida por diversas edificaciones que a lo largo de los siglos han ido cambiando de uso. Se localiza en el sector más antiguo del núcleo de Adeje, frente a la Iglesia de Santa Úrsula y sobre un altozano desde el que se domina un amplio sector de costa relacionado con la función defensiva que desde el siglo XVI detentaba esta fortificación.
El origen de esta fortaleza hay que buscarlo quizás en una data del Adelantado Alonso Fernández de Lugo (1508) concediendo tierras a Fernando Guanarteme. Habla en ella de una fuente que le otorga “en Adexe, con sus cuevas para vuestros ganados... que están en la fortaleza de Adexe que se llama Abyyo”. Esto hace suponer que en Adeje, en época prehispánica, existió una fortificación indígena conocida con este nombre Abyyo, y que tal vez, se encontraba ubicada en la zona donde se construyó después la Casa-Fuerte por iniciativa de Pedro de Ponte. Sin lugar a dudas, esta casa-fortaleza se encuentra ubicada en un lugar estratégico, desde donde se domina gran parte del territorio y se controla la salida del agua del Barranco del Infierno.
En 1555 Pedro de Ponte recibe autorización para construir la Casa–Fuerte —Real Cédula de 2 de mayo de 1555, expedida en Valladolid y firmada por la Princesa Dña. Juana en nombre de su padre el Emperador—, el motivo que alega para que se le conceda son las incursiones de piratas franceses e ingleses en las costas de Adeje. Se concede también la alcaidia de la fortaleza, para sí y para sus herederos, sin otra obligación que la de prestar pleito homenaje a los Reyes de España. Su petición de convertir Adeje en un señorío jurisdiccional no tuvo éxito hasta 1655, año en que fue concedida a Juan Bautista de Ponte Fonte y Pagés.
El último miembro de la familia Ponte que habitó esta Casa-Fuerte fue el Marqués Don Domingo José de Herrera y Ayala, que murió en 1766, dejando en su testamento una declaración exacta de todas las modificaciones que efectuó en el edificio. A partir de entonces fue residencia del Administrador de los Marqueses de Belgida y de sus empleados.
La entrada principal y única se localiza en la fachada este y se delimita mediante una portada rematada mediante un frontón y nicho central que da paso a un patio central empedrado alrededor del que se distribuyen las diferentes dependencias
que integraban el complejo. Entre los elementos arquitectónicos más destacados ha de citarse el castillo con su torre almenada, localizada en el ángulo sur, que fue reutilizado como residencia para el administrador y los propietarios recientes. Su planta baja sirvió como almacén de pólvora, cárcel, existiendo un aljibe abovedado en el nivel inferior.
En su fachada sur se concentran una serie de dependencias destinadas a granero y despensas, junto a dos habitaciones destinadas a contaduría y archivo, completándose con un antiguo oratorio, un torreón de vigía y las dependencias privadas de los marqueses. Al otro lado del patio central se alineaban dos cuadras, la herrería y un antiguo horno, sobre el que se levantó una casa de dos plantas, con escalera exterior y galería alta. Tras él se encuentran los restos del antiguo ingenio azucarero. A la derecha de la entrada principal se localizaban las dependencias de los esclavos y una cocina que aún conserva su robusta chimenea.
Después del incendio que sufrió en 1902, no quedan sino escasos restos, como los muros de la que fuera la cocina principal —con esgrafiados similares a los de la Iglesia de Santa Úrsula—, pedazos del cerramiento, la antigua panadería, el torreón y el portón de la entrada, entre otros.
Texto y fotografías propiedad del Ayuntamiento de Adeje.