Mezquita de Bib Al-Mardoum

También conocida como ermita o iglesia de El Cristo de la Luz, llamada así, porque cuando fue reconquistada la ciudad el caballo del rey cayó de rodillas al llegar a la altura de la mezquita. Al no lograr que el corcel se levantara, se excavó en el interior y se descubrió que albergaba la imagen de un Crucificado junto con una lamparilla de aceite encendida. La imagen había sido escondida por los cristianos cuando los musulmanes entraron en Toledo.  

Es la que mejor se conserva en la ciudad que llegó a contar con diez mezquitas. Estamos ante un templo de planta cuadrada, cuyo interior de divide en nueve espacios cuadrados gracias a cuatro soportes centrales, cada uno de ellos se cubre con bóveda de crucería califal, estando la central más elevada, dándole más importancia y cierta centralidad al edificio. Los capiteles que sujetan los arcos son, en su mayoría reutilizados de construcciones visigodas. En el siglo XII fue consagrada al culto cristiano y se realizó un ábside, precedido de un tramo recto, en su lado este, se realizó en ladrillo y con decoración similar a la de la mezquita, para que no desentonase. En su interior vemos que está cubierto con una bóveda de medio cañón en la que se conservan unas pinturas del siglo XIII, en ellas vemos un Pantocrátor rodeado de un tetramorfo, santos y un clérigo con una maza y el cuerpo se divide en dos pisos de arquerías ciegas de arcos califales.

Al exterior, se percibe una división en tres cuerpos en su fachada oeste: en el bajo vemos tres arcos: polilobulado, medio punto y herradura que permiten el acceso a la mezquita, en el medio se repite una serie de arcos entrecruzados ciegos y en el superior hay una retícula de rombos enmarcada, la sebka. En el lado norte sólo hay dos pisos, en el bajo vemos tres arcos califales que se abren a lo que fue el patio de la mezquita, están rematado por arcos de herradura peraltados y ciegos y en el superior hay arcos polilobulados remarcando unos califales con alternancia de colores en las dovelas; igual que en la Mezquita de Córdoba.

La cabecera cristiana se divide en dos cuerpos, el bajo tiene arcos de medio punto doblados y el superior tiene arcos califales apuntados doblados por polilobulados; todos ellos ciegos

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Bibliografía, Créditos y menciones