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Monasterio de Santa María de Mur

El Monasterio de Santa María Mur fue construido en el siglo XI por orden del conde Ramon IV de Pallars Jussà y su esposa Valença Mir, para ser el panteón familiar.

La iglesia es de estilo románico-lombardo, con tres naves cubiertas con bóveda de cañón, separadas por pilares y con tres ábsides semicirculares.

El claustro,  es de planta rectangular  del siglo XII y los capiteles se encuentran en mal estado de conservación. Consta de unas galerías cubiertas con vigas de madera y sostenidas por columnas con capiteles dispuestos en una sola hilera y con pilares rectangulares en las esquinas, su decoración está bastante estropeada, pero aún se reconocen algunos ornamentos geométricos, vegetales y humanos. El claustro que podemos observar en la actualidad, es la consecuencia de las obras de reconstrucción, efectuadas durante el siglo XX.

A lo largo del último siglo y medio, y sobre todo durante los primeros momentos de la guerra civil española, el claustro  y  el resto de las construcciones sufrieron saqueos y destrucciones. Se han reconstruido prácticamente las cuatro galerías del recinto.

Las pinturas murales del ábside central se encuentran en el Museum of Fine Arts de Boston, desgraciadamente estas pinturas fueron arrancadas en 1915  y las otras pinturas de la absidiola sur, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona. Quedan in situ unas pequeñas muestras. Debemos  destacar  dentro del conjunto pictórico de la iglesia, las pinturas que se encuentran en los derrames de una de las ventanas, en la que aparecen unos curiosos personajes a cada lado de la ventana, que con los brazos extendidos hacia lo alto soportando la bóveda celeste. Son dos atlantes, que simbolizan la separación entre lo celeste y lo terrenal y se ubican por lo tanto en el registro intermedio. Estas figuras destacan por no estar representadas con la  típica figura rígida del románico.

Debemos subrayar que la iglesia ha llegado hasta nuestros días manteniendo el perfil original, de esta forma podemos apreciar su forma original románica en templo, claustro y resto de dependencias. Es un caso atípico con relación al resto de los templos.

Fue consagrada en el año 1069, por el obispo Guillem de Urgel, la obra había sido realizada  por orden del conde Ramón IV de Pallars Jussà (1.047-1.098) y su esposa Valença Mir, hija de Arnau Mir de Tost, con la intención de ser el panteón familiar. Una muralla alrededor del castillo y el monasterio lo convertían en una gran fortificación.

Cuando en el año 1592 se secularizaron las canónicas, se convirtió en colegiata pero mantuvo sus posesiones. Esta situación se mantuvo hasta mediados del siglo XIX, cuando se convirtió en parroquia y significó su abandono. Durante el siglo XX el lugar fue víctima de expolios (las pinturas murales) restauraciones, el saqueo de 1936 con la pérdida de la imagen románica de Cristo.

Declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1920. 

 

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Bibliografía, Créditos y menciones

Fotografías propiedad de M. Carmen Diez Carrera.

Geolocalización:

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Comentarios sobre 

11:43 25/05/2013

Es uno deis sitios favoritos, espectacular la colegiata e impresionante el castillo del Mur que esta a pocos metros.

Carmen