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Puente Canto o Congosto de Lozoya

El Puente Canto o Congosto en la localidad de Lozoya, sus orígenes son inciertos, barajándose dos posibilidades, que sea de época romana o de época medieval.

Junto a la carretera comarcal 604, Km 11,800. Podemos aparcar el vehículo en el camino que nos lleva hacia las instalaciones del embalse de Pinilla, a unos tres km de Lozoya en dirección a la A-1 por la carretera M-604, a mano derecha. Tomamos la pista que va desde el Puente del Perdón en El Paular (Rascafría) hasta El Cuadrón, y vemos un panel con el texto “Puente romano”. En menos de un cuarto de hora nos hallamos ante el puente Canto, también llamado Congosto. 

Descripción

Sociedad de Quiñones y Sexmo de Lozoya

El topónimo Lozoya, que da nombre a un valle, un río y una población parece proceder del aumentativo término Loza, oza, osa, que significa pastizal en el dialecto vasco guipuzcoano.

Parece ser que entre las huestes de Alfonso VI que ocuparon el valle de Lozoya, venían gentes del norte de la península, principalmente astur-leoneses y vascuences. Fueron ellos quienes poblaron o repoblaron el valle, y dieron nombre al lugar: LOZOIHA.

El valle fue disputado durante mucho tiempo por Segovia y Madrid. Fue gestionado por la denominada “Sociedad de Quiñones”, dependiente del Concejo de Segovia, y que obligaba a los que se establecieran en estas tierras “a fabricar casa y poseer caballo propio que valiera 200 maravedíes y sirviera para asir e portar lanza”. Parece que ya existían en la zona muchos campesinos y se necesitaban caballeros que defendiesen la zona. Los Quiñones de Lozoya son los antecedentes de los actuales municipios del valle. Estaban integrados en la Comunidad de Tierras de Segovia y defendían en comunidad sus intereses agropecuarios. Todos los habitantes del valle tenían los mismos derechos y estaban sujetos a las mismas leyes y jueces encargados de administrar la misma justicia para todos.

Los concejos representados por los Quiñones estaban sujetos a Lozoya, y lograron independizarse de su jurisdicción en los últimos años del reinado de los Reyes Católicos, quienes intentaron controlar el amplísimo poder autónomo de los municipios mediante los “corregimientos”. La figura jurídica que da vida a los corregimientos es el “corregidor”, un supervisor del Rey, que dirige los destinos del municipio junto al alcalde. El corregidor llega a adquirir tal poder e importancia con el paso del tiempo, que desplaza de sus funciones a los ayuntamientos elegidos por los pueblos, convirtiéndose el poder concejil, de democrático en autocrático, puesto que se necesitaba el visto bueno del corregidor en cualquier decisión que tomase el ayuntamiento.

 

Los recursos del valle eran también bienes comunales administrados por unidades administrativas de menor rango, conocidas como “sexmos”. El Sexmo de Lozoya continúa en vigor y su alcalde el “sexmero” o representante del mismo.

Puente Canto o Congosto

El puente Canto, situado en el término municipal de Lozoya, en la sierra Norte de Madrid, salva aguas abajo del embalse de Pinilla una estrecha y profunda garganta horadada en las rocas por la fuerza erosiva de las aguas del río Lozoya. Es una construcción que nos sirve para ilustrar las entidades jurídicas medievales representadas por la Sociedad de Quiñones y el Sexmo de Lozoya.

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Se construyó sobre los estribos de la propia roca que forma las laderas. Se construyó con sillarejo basto y está formado por un solo arco de medio punto de 6 m de luz levantado directamente sobre la roca. En su parte central el arco tiene doble rosca con grandes dovelas. A ambos lados aparecen desagües de planta rectangular, los dos de la margen derecha completamente cegados. Muy cerca encontramos las ruinas de lo que fue un antiguo molino.

Se postulan dos hipótesis sobre su origen:

Una, que se construyese en época romana, basada en la posibilidad de la existencia de una vía romana que comunicase las tierras de Madrid con Segovia, un parecido con el puente de Cangas de Onís y el hecho cierto de haber sido reparado en el siglo XIV. El tablero además es llano.

Medieval: hipótesis basada en la cita de Alfonso XI en su libro de montería (recordemos que también cita el puente Canto de Canencia) y que su forma es característica de los siglos XII-XIII.

En los años 40 del siglo XX se construyeron los muretes laterales para evitar la caída del ganado. En uno de sus extremos observamos un ensanchamiento que mejora la conducción del ganado a la otra orilla. También pudo acometerse esta obra para facilitar las tareas del cobro del pontazgo a los ganados y peatones procedentes de otros lugares.

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Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de Diego Salvador Conejo

Geolocalización:

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