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Sant Joan de Caselles

Igesia de Sant Joan de Caselles en la parroquia de Canillo, el ábside y la nave son prerrománicos de finales del siglo XI y el campanario es del siglo XII románico

La iglesia de Sant Joan de Caselles se encuentra en la parroquia de Canillo, a las afueras de su capital del mismo nombre, en el principado de Andorra. Se halla, dirección Francia, junto a la carretera CG-2, en un pequeño promontorio sobre el río Valira.

 

Sus proporciones son equilibradas y provistas de gran armonía. La nave es de planta rectangular, rematada por el consabido ábside semicircular oriental carente de decoración. La puerta de acceso se encuentra en la pared meridional, algo poco habitual. Un pórtico probablemente construido en el siglo XVI protege este acceso.  Anexo al porche se encuentra el campanario, de planta cuadrada y tres pisos. Los dos pisos superiores tienen ventanas geminadas en todas las fachadas excepto en la que está adosada a la nave.

 

El ábside y la nave se levantaron a finales del siglo XI, cuando todavía no había llegado a Andorra la moda románica procedente de Lombardía. El campanario es posterior, del siglo XII, en el que se observan elementos decorativos y arquitectónicos característicos del románico lombardo, como las bandas lombardas y la arquería ciega. Existe aún otro porche adosado a la pared occidental de la nave, posiblemente levantado en el siglo XVII.

 

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El interior del templo es lo más interesante del conjunto, pues dentro podemos admirar un bello retablo gótico tardío, el de mayor calidad que puede encontrarse en Andorra. Data de 1525-1527 y cuenta la vida y el martirio de San Juan Evangelista, el autor del Apocalipsis, y patrón de la iglesia. Sus autores son Miquel Ramells y Gui de Borgonyó. Está muy bien conservado y se restauró con los colores originales en 1963. El retablo, que contiene elementos del Renacimiento italiano y germánico, está protegido por una magnífica reja de hierro forjado.

 

En ese año, se descubrió un conjunto mural románico, con un Cristo en Majestad de estuco, la verdadera joya de Sant Joan. El Cristo, crucificado, divide la escena en cuatro partes. En el cuadrante superior derecho aparece un sol, sobre un legionario romano que hiere a Cristo con la lanza, y nombrado como Longinus. En la parte superior izquierda, la luna, y abajo, otro soldado que enarbola también lanza y un cubo, posiblemente de vinagre, en la mano. Se llama Stepahnom. En la parte superior de la cruz observamos un grupo de estrellas y una flor de lis. El conjunto data del siglo XII y su estado de conservación es deficiente.

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de Diego Salvador Conejo

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