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La iglesia de San Vicente de Cardona (Sant Vicenç en Catalán) está situada dentro del recinto amurallado del Castillo en la localidad de Cardona en la provincia de Barcelona.
La iglesia se encuentra en un perfecto estado de conservación, siendo uno de los mejores testimonios de la arquitectura del primer románico catalán.
Construida en el siglo XI y consagrada entre 1029 y 1040. El arquitecto de la obra es desconocido aunque se sabe que su contratante fue el vizconde Bremon y su impulsor el abad Oliba.
El edificio presenta una planta basilical de tres naves rematadas por un transepto, donde se adosan tres ábsides semicirculares. La nave central está presidida por un amplio presbiterio, la misma nave está cubierta con una bóveda de cañón de medio punto. Bajo el presbiterio hay una cripta que ocupa todo el espacio presbiteral y el ábside central. También destacan varias tumbas y panteones, como la del duque Fernando I y el conde Joan Ramón Folc I.
San Vicente de Cardona tiene los elementos propios del románico catalán, diferenciándose de la arquitectura lombarda en la adopción de las estructuras románicas europeas: planta de cruz latina con tres naves, transepto y tres ábsides semicirculares. A la vez, sin embargo está decorada con algunos elementos típicos de la arquitectura lombarda. La iglesia mide más de diecinueve metros de altura.
El espacio interior está dividido en tres naves: una nave central de mayor tamaño y dos naves laterales más pequeñas. En la zona más oriental de la iglesia las naves están cruzadas por el transepto, el cual, aunque es algo más ancho que las naves, no sobresale demasiado de la planta. Este transepto da a la iglesia la típica forma de cruz latina del románico. Las tres naves desembocan, en la zona más oriental del edificio, en tres ábsides semicirculares de diferente tamaño, acorde con el tamaño de las naves. Todo el cuerpo del presbiterio y del ábside central queda elevado, ya que en su espacio inferior se encuentra una cripta, la planta de ésta consta de tres naves divididas por dos hileras de columnas monolíticas con capiteles piramidales sin ornamentación. Sobre ellas se encuentran unos bloques de piedra que sirven de base para el arranque de las bóvedas de arista que cubren la cripta.
En el exterior destaca, principalmente, la línea recta, exceptuando los ábsides y las ventanas. La distribución de volúmenes exteriores es muy ordenada, se encuentra pues, el cimborrio octogonal que corresponde a la cúpula, tres semicírculos que se corresponden con los ábsides, y paralelepípedos que corresponden con el transepto y las naves.
Se cree que en 1019, Bermon, reactivó una comunidad canónica que habitaba una abadía situada en la actual ubicación de la iglesia. La comunidad agustiniana, estaba formada por un abad, doce canónigos y algunos sacerdotes.
La iglesia en principio fue concebida con una finalidad esencialmente religiosa, como edificio de culto. Más tarde, en 1794, fue convertida en cuartel militar por el ejército español.
El primer testimonio de la existencia de una iglesia en el recinto de Cardona data del 980. Esta primitiva iglesia fue ampliada y mejorada entre 1029 y 1040 bajo el impulso del vizconde Bermón, las reformas llevadas a cabo por el abad Oliba en otros centros religiosos catalanes como Ripoll, Cuixá, Vic o Canigó. San Vicente se mantuvo como abadía canónica hasta 1592, año en el que se transforma en colegiata secular. La conversión en 1794 del castillo en caserna militar forzó la marcha de los monjes fuera de Cardona, hasta que el templo fue convertido finalmente en almacén.
Fue restaurada en 1949 por el arquitecto Alexandre Ferrant.
La iglesia de San Vicente fue declarada monumento nacional en 1931
