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El primer santuario que hubo se construyó según la carta fundacional el 20 de junio de 807, y tuvo un siglo de vida activa. En la primera mitad del siglo IX, el monasterio comienza a coger fuerza y el siglo XI ya se consolida. Siendo los siglos XII y XIII los más brillantes de la historia del monasterio, a partir del siglo XIV cuando inició su decadencia.
Del monasterio solo queda la iglesia, de arquitectura románica, consagrada en el siglo XII, y la sala capitular en la cabecera.
El templo es estructura es de planta basilical y está formado por tres naves de tres tramos con ábsides semicirculares. Las naves son coronadas a levante por tres ábsides semicirculares.
El templo conserva tres puertas, la de la fachada sur que comunica con el cementerio, la del muro norte es la que daba a las dependencias monacales y en la fachada oeste se encuentra la puerta de entrada principal con arco de medio punto.
Tiene un campanario de espadaña de tres pisos que se añadió posteriormente.
En el siglo XVIII los techos fueron sobre levantados.
En el siglo XIX, el estado puso a subasta los bienes del monasterio dentro del programa de las desamortizaciones promovidas durante el Trienio Liberal.
Este antiguo monasterio benedictino está situado en un margen del Noguera Pallaresa y está conectado con el pueblo de Gerri de la Sal por un largo puente románico.
En el interior destacan las pinturas barrocas de la sala capitular y la imagen neorrománica de Nuestra Señora de Gerri, también cuenta con treinta capiteles labrados con motivos vegetales, animales fantásticos, monstruos, ángeles y personajes con leones o serpientes.
La iglesia ha sido declarada Bien Cultural de Interés Nacional.