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San Vicente de Bóixols es la iglesia parroquial románica del municipio de Abella de la Conca, en la comarca de Pallars Jussà, en la provincia de Lérida, en España.
Ha sido desde tiempos remotos, y todavía hoy, la iglesia parroquial del pueblo de Bóixols y está dedicada a la advocación de San Vicente, pero hace años que no tiene párroco y la dirige el rector de Isona.
La construcción de esta iglesia es de estilo románico, en su fachada de piedra se adosa un cuerpo que está cubierto por tejado a dos vertientes de laja. Junto a él vemos el ábside y de la pared posterior arranca la torre del campanario. La torre es de planta cuadrada, de sillería, cuenta en la parte superior con unos vanos de medio punto que albergan las campanas.
El edificio es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón apuntada. Tiene dos arcos torales, además del presbiteral, y orientada a levante en un ábside semicircular, aunque exteriormente está muy reformado por los añadidos y modificaciones a lo largo de su historia.
La puerta se encuentra a poniente aunque hay restos de una puerta en el muro meridional. En el centro del ábside se abre una ventana de doble derrame, que exteriormente se abre a través de una piedra volcánica rectangular.
El aparato está hecho con sillares de piedra caliza del lugar, bien cortados y dispuestos de forma muy regular. Todo ello evidencia una construcción del siglo XII, pero con modificaciones muy importantes en los siglos posteriores que la han desfigurado un poco.
La primera noticia histórica que se tiene es del 1076 y consta como apendicio Sancti Vicenti, posiblemente por su carácter de privilegio del Condado de Urgel hacia el Pallars.
Muchas veces aparece esta iglesia unida con el decanato de Urgel en el año 1931 o el oficial de Orgañá en el 1526 pero a partir del año 1758 ya permanece junto al resto del término de Abella de la Conca, como sufraganea de San Esteban, dentro de la oficialidad de Tremp. Sin embargo, en 1904 obtuvo la independencia parroquial y volvió a ser donada a Orgañá, hasta que en las remodelaciones de la segunda mitad del siglo XX volvió a pertenecer a Abella de la Conca y después a la población de Isona.
