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Denominación: Torre de Mendoza
Localidad: Mendoza
Época: primera mitad del XIII.
Protección: declarada como Monumento desde 1984.
Actuaciones: Diputación Foral de Álava, restauración en 1963.
Función actual: Museo de Heráldica Alavesa.
Fuente documental: Torres y Fortificaciones en Álava.
Susana Arechaga y Francisca Vives
Ayto. de Vitoria-Gasteiz
Al Oeste de la Llanada Alavesa, Mendoza se localiza en una zona intensamente romanizada, cerca de Iruña y Trespuentes y de las aldeas de Zuazo, Lermanda y Margarita. Muy cerca de Mendoza, este camino romano se cruzaba con el que desde el Ebro se dirigía al Cantábrico, ruta frecuentada en la Edad Media por correos, arrieros y mercaderes. Desde la antigüedad, Mendoza fue un punto notable en las comunicaciones de Burgos con la frontera.
El primer solar del apellido Mendoza procede de este lugar y de esta torre. El origen de este ilustre linaje se remonta a Iñigo López, señor de Vizcaya en la segunda mitad del siglo XI, mientras que el constructor de esta torre fue Iñigo López de Mendoza, que vivió en la primera mitad del siglo XIII. La rama principal del linaje fue la de los Duques del Infantado, en la que se mantuvo la posesión de la torre hasta mediados del siglo XIX. el primer Duque del Infantado, por privilegio de los Reyes Católicos en 1475, fue Diego Hurtado de Mendoza, uno de los personajes más poderosos de la corte.
Esta rama de los Mendoza abandonó pronto el solar de origen, debido a que desde el siglo XIV pasan a la corte al servicio de los reyes castellanos y, en el XV, se instalan definitivamente en Guadalajara.
La torre de Mendoza es un conjunto formado por torre y recinto amurallado. El torreón se encuentra en el centro de un recinto casi cuadrado y cuenta con una altura de veintiún metros. Está construida en mampostería, aunque en las esquinas y vanos se utiliza el sillar. Se cubre, hoy, con tejado de faldones a cuatro vertientes. Consta de cuatro pisos y planta baja. En su origen la torre debió estar coronada por un cadalso o voladizo de madera para defender los accesos.
El recinto amurallado es de planta cuadrangular, alcanzando sus lados los veinticinco metros de longitud y cinco de altura. El material de construcción es también pobre: hiladas de piedra caliza. Fortifican este recinto cuatro torreones, de casi tres metros de diámetro interior, en sus ángulos. Contaba con foso, siendo el río Laña, por el Este, foso natural. En el muro Suroeste se abre la puerta de acceso al recinto, austera y primitiva.
A partir de la restauración de 1963 se incorporan elementos defensivos: almenas, matacanes y saeteras en el recinto murado. Esta emblemática torre, una de las más antiguas y mejor conservadas de Álava, es actualmente Museo de Heráldica Alavesa.