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El Palacio del Infante don Luis se encuentra en el casco urbano de Boadilla del Monte en la comunidad de Madrid. Ordenó su realización el infante Don Luis Antonio de Borbón y Farnesio y fue construido entre 1763 y 1765 por el arquitecto madrileño Ventura Rodríguez uno de los más importantes del siglo XVIII, quien concibió una de las obras más notables del neoclasicismo madrileño. El palacio está orientado en dirección norte-sur y ocupa una superficie construida de 6.302,15 m². Tiene planta rectangular y se articula en tres cuerpos principales, levantados a tres alturas, a los que se suman dos cuerpos secundarios, de una sola altura, que flanquean los dos lados.
Se sospecha que el actual palacio está emplazado sobre el palacio de las Dos Torres, antigua residencia del marquesado de Chinchón, ya que desde el exterior se aprecian dos elevaciones que rompen con la línea recta del edificio.
El palacio es una de las variaciones de Ventura Rodríguez sobre un mismo tema, una estructura tres veces más larga que alta, con quince ventanas y ejes de tres o cuatro pisos, en la que el arquitecto abandona los estilos preferentes de la época, acercándose a los trabajos contemporáneos de Claude-Nicolas Ledoux (Château de Bénouville. Caen. Francia) El material principal utilizado es el ladrillo. Las fachadas poseen zócalos de piedra granítica, también empleada en los recercados de las puertas, ventanas y remates superiores.
En su interior fue reuniendo colecciones de cuadros, libros, monedas, minerales, animales disecados, una gran pajarera,… Además de Ventura Rodríguez, allí estuvieron los pintores Luis Paret y Francisco de Goya, los músicos Boccherini y Manfredi,…
El infante don Luis tuvo muchos amoríos antes de casarse, que en la Corte madrileña no eran vistos con buenos ojos. Por lo que Carlos III le mandó a su palacio de Arenas de San Pedro, puesto que Boadilla estaba demasiado cerca. Así que después de reproches y reprimendas, decidió que había llegado el momento de casarse. La elegida, no se sabe si de él o del propio rey, fue María Teresa Vallabriga y Rozas, mucho más joven que él y con la que tuvo cuatro hijos de los que sólo tres llegaron a edad adulta: Luis María de Borbón y Vallabriga, María Teresa de Borbón y Vallabriga, condesa de Chincon, y María Luisa de Borbón y Vallabriga, duquesa de San Fernando.
Le pidió repetidamente a Carlos III que le permitiera volver a su palacio, pero el rey no se lo permitió hasta poco tiempo antes de morir, sólo a él. La mujer y los hijos de don Luis no pudieron habitar el Palacio hasta el reinado de Carlos IV, que cambió lo decretado por su padre.
Se conserva la capilla, en una de las torres ya citadas, cuya cúpula no se ve desde el exterior. En ella está enterrada Doña María Teresa de Borbón y Vallabriga, condesa de Chinchón, en una urna cineraria al lado del Evangelio. También están aquí enterrados los Duques de San Fernando Doña María Luisa de Borbón y Vallabriga y Don Joaquín de Melgarejo y Abalos. También se ha conservado la decoración de la Sala de Música, donde Luigi Boccherini compuso alguna de sus mejores obras.
En la parte posterior del palacio se encuentran los jardines que cuentan con siete hectáreas de extensión, compuestos por tres bancales, sostenidos por muros de contención. En el primer jardín, el más cercano al palacio contenía un parterre de boj de trazado sencillo y varias especies de árboles. Fue destruido en un incendio durante la Guerra Civil Española, aunque hoy en día se pueden ver huellas de su diseño. En este bancal se encontraba la Fuente de las Conchas, desplazada en la actualidad en el Campo del Moro (Palacio Real. Madrid). En su lugar hay una pequeña fuente de hierro que no corresponde con el nivel del jardín. En la segunda terraza no se aprecian restos que nos aporten pistas para saber su posible utilización. La tercera y última terraza tenía la función de huerta en la que todavía podemos apreciar algunos árboles frutales. El cerramiento de los jardines esta realizado con un muro de ladrillo.
En la fachada principal se vemos una lápida conmemorativa con el año 1765 siendo este el año de la finalización de su construcción finalización.
Frente a la fachada septentrional hay una fuente diseñada por Ventura Rodríguez, formada por tres nichos y pilastras toscanas: la fuente de los Tres Caños.
A lo largo del siglo XIX y el XX el palacio será escenario de fiestas y celebraciones. En 1926 conservaba sus muebles de gran calidad, sus alfombras, los cuadros, las lámparas…
Durante la Guerra Civil Española el edificio sufrió daños considerables, además de la perdida de obras de arte. Fue hospital de sangre y cuartel militar, donde el general Varela instaló su puesto de mando.
La ciudad sufrió los bombardeos mientras estuvo activo el frente de Brunete, provocando el desplome de parte de la cubierta que con la acción de la lluvia ocasionaron el derrumbe de algunos forjados. Finalizada la contienda fue restaurado en el año 1942 por la actuación de la Dirección General de Regiones Devastadas y a partir de aquí tuvo un periodo de utilización como colegio para niñas dependiente de la Delegación Nacional de Auxilio Social. Uso que tendría hasta 1973.
Es monumento nacional desde el año 1974.
En 1998 continuaba perteneciendo a los herederos del infante, en el mes de julio de ese año, el Ayuntamiento de Boadilla se lo compra a don Enrique Rúspoli.
El palacio ha sido escenario de algunas escenas de la película Los fantasmas de Goya de Milos Forman y de un episodio del Ministerio del Tiempo
Durante las obras de rehabilitación del Palacio en el verano del 2013, se encontró una granada mortero de 50 milímetros de calibre, que estaba todavía activa. Concretamente, estaba incrustada en la cubierta de uno de los portones de acceso al Palacio. Esto provocó la intervención de los especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil, grupo Tedax, que procedieron a su detonada de forma controlada.
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09:57 13/06/2022
Una verdadera joya, el único palacio en el que podrás ver en primera persona la filosofía de la ilustración
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