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Alcázar Real desde el siglo XIII
En el extremo norte de la ciudad antigua, sobre el barranco del Alamín, cerca del Palacio del Infantado y enfrente de la Iglesia de los Remedios, se levanta el antiguo Alcázar Real de Guadalajara. Las ruinas actuales datan del siglo XIII, aunque no se descarta que en el mismo emplazamiento hubiera existido una fortaleza árabe.
El Alcázar fue residencia de los reyes castellanos desde el siglo XIII hasta fines del XV. Después, cuando perdió esa función, conoció un largo proceso de abandono y ruina. En el siglo XVIII, el edificio fue ampliado y convertido en Fábrica de Paños; en el siglo XIX, sucesivamente, se establecieron en él los cuarteles de Santa Isabel y San Carlos, el Colegio de Huérfanos de la Guerra y el Batallón de Aerostación.
Durante la Guerra Civil Española de 1936-1939, el Alcázar fue bombardeado y destruido casi por completo. Desde 1998 ha sido objeto de varias campañas de excavación arqueológica. Estos trabajos han revelado la importancia de este monumento en la historia de la arquitectura civil de la Baja Edad Media.
Este Alcázar, en su origen musulmán, formaba parte de las murallas que rodeaban la ciudad y se situaba junto a la puerta de Bramante, de la Alcacillería o de Madrid, que daba entrada al recinto desde el puente sobre el Río Henares.
Su historia se remonta al siglo VIII, y a la conquista de la Península por contingentes del norte de África y a la ulterior implantación y diseño del sistema estratégico-defensivo de la Marca Media. Durante la época emiral (siglos VIII y IX) toda esta región viviría una historia convulsa, rivalizando por su control distintos clanes bereberes y muladíes.
Prosigue su andadura con las reiteradas visitas del califa Abd al-Rahman III (siglo X) y termina con el dominio de los gobernantes andalusíes en el año 1085, cuando Guadalajara pasa a formar parte del reino de Castilla. A partir de ese momento, está documentada la estancia de varios reyes castellanos.
Será en tiempos de Alfonso XI (siglo XIV) cuando el Alcázar logre su máxima cota de esplendor, dotándose de salones y estancias ricamente ornamentadas con motivos mudéjares y un patio protocolario organizado en torno a un jardín y una gran alberca central; configurándose como un espléndido espacio ceremonial; no en vano, se celebrarían aquí las Cortes del Reino en 1390 y 1408.
Estos años de lujo y ostentación serían seguidos por otros de penuria y abandono. Este triste período quedará acotado por dos acontecimientos bélicos: el primero, en 1460, cuando Enrique IV toma por la fuerza el Alcázar para expulsar a los Mendoza; el otro, en 1520, cuando la nobleza y parte del pueblo alcarreño se acuartelan entre sus muros y se alzan en armas para sumarse a la causa de Bravo, Padilla y Maldonado.
No obstante, la destrucción de todas sus dependencias no se produciría hasta el siglo XVIII, una vez instalada en la ciudad la Real Fábrica de Paños –ya en 1718 se procedió a la demolición parcial de su estructura interna para la construcción de nuevos talleres textiles-.
Tras la Guerra de la Independencia, el inmueble recuperará su utilidad defensiva; transformándose en Cuartel de San Carlos, al amparo de la Academia Superior de Ingenieros del Ejército, para albergar el Servicio de Aerostación y el Colegio de Huérfanos de la Guerra.
1. Puerta Norte (S. XIV)
El Alcázar contó con dos puertas, una abierta en su lado sur que comunicaba con la ciudad, y otra en el norte que permitía un acceso directo con el arrabal de Cacharrerías.
2. Qubba (S. XIV)
La qubba o salón del trono era de planta cuadrada y debió de estar cubierta con un techo de madera no plano. Se ubicó dentro de una de las torres construidas durante el siglo XIV. Estaba precedida por un gran salón abierto a la galería que rodeaba el patio ajardinado.
3. Baños y Letrinas (S. XIV)
Inmediato a la qubba, los palacios regios del siglo XIV contaban con estancias para albergar los baños. Se trataba de una sala con acondicionamiento termal, bañeras y letrinas.
4. Fases y Materiales Constructivos (S. XIII y XIV)
Los restos medievales que hoy vemos en el Alcázar corresponden a dos períodos distintos. La construcción más antigua tuvo planta trapecial, con torreones circulares en las esquinas. En la muralla del Alamín –la única que ha llegado hasta nosotros sin ser expoliada- se abrían cinco vanos con vistas al barranco. Con el curso del tiempo esta obra fue objeto de una ampliación hacia el norte.
5. Salones y Alhanías (S. XIII y XIV)
En la arquitectura residencial andalusí, el salón principal tenía forma alargada y disponía una o dos alcobas en sus extremos. La adopción en la arquitectura palatina cristiana de este modelo estuvo acompañada de algunas transformaciones: apertura de ventanas y un notable aumento de sus dimensiones para dar cabida a la numerosa corte de los reyes.
6. Patio y Alberca (S. XIII y XIV)
El patio central del Alcázar estuvo ocupado por un jardín con una alberca central y andenes en forma de cruz. En torno a él se alzaba una galería porticada a modo de deambulatorio.
7. Fábrica de San Carlos (S. XVIII)
En 1778, cuando se levantó la Real Fábrica de San Carlos, los muros medievales sirvieron de soporte para la nueva construcción. De esta intervención quedan la impronta de las bóvedas y los huecos abiertos para iluminar los talleres textiles.
8. Sótanos y Caballerizas (S. XIII y XVIII)
En el frente del Alamín, en planta sótano –correspondiente a la primera fortaleza cristiana- existen dos crujías formadas por la sucesión encadenada de bóvedas sobre arcos formeros todo en obra de ladrillo.
9. Puerta Sur (S. XIII)
En su frente meridional, y abierta en el lateral de una gran torre, se emplazaba la puerta que comunicaba el Alcázar con la ciudad. Delante del arco de la puerta existía un hueco por el que los defensores podían hostigar a quien se arrimara. Flanqueada la torre había una sala que daba acceso a Caballerizas, Puerta Norte e interior del palacio.
10. Recinto Exterior (S. XIV a XX)
En el programa de ampliación del Alcázar se erigió otra muralla externa que le rodeaba por sus lados oeste y sur, generando un espacio libre para la mejor defensa del núcleo palaciego.
11. Pabellón de San Carlos (S. XIX)
En 1860 las construcciones de la antigua Real Fábrica de San Carlos fueron renovadas y ampliadas con nuevas dependencias, entre las que destacaba un moderno pabellón con fachada a la calle Madrid.
12. Peso de La Harina (S. XIV)
Con motivo de la ampliación del Alcázar se levantó una muralla exterior que reforzaba su defensa frente a la ciudad. En ésta se construyó una gran torre en cuya base se dispuso la puerta de entrada. Dentro de esta puerta, posteriormente, se ubicó el Peso de la Harina.
Aviso:
- El Alcázar Real permanecerá cerrado temporalmente hasta la terminación de los trabajos de elaboración del Plan Director del mismo.
Accesibilidad:
- Acceso sin dificultades.
- Recorrido interior mediante pasarelas: último tramo con pavimento irregular y sin compactar.
- WC con facilidades.