background-theme

Cartuja de Miraflores

La Cartuja de Miraflores,muy ligada a Isabel de Castilla, la Cartuja sigue aun albergando a la Comunidad Cartuja cuya principal regla es el silencio.

cartuja de miraflores  (1).jpg

La Cartuja de Miraflores es uno de los lugares más hermosos de la ciudad de Burgos, no solo por su enclave en el Parque de Fuentes Blancas  a unos 3  km del centro de la ciudad sino por su magnífica riqueza arquitectónica, artística e histórica.

Muy ligada a Isabel de Castilla, la Cartuja sigue aun albergando a la Comunidad Cartuja cuya principal regla es el silencio. Y silencio y paz es lo que se respira dentro y fuera de sus muros, roto solo por el trinar de los pájaros o el ulular del viento. Bien sabia Juan II de Castilla donde edificaba un palacio o pabellón de caza que en 1442 sufrió un grave incendio.

Juan II hizo datación del lugar a los Monjes Cartujos y a partir de 1453 paso a llamarse  “La Cartuja de Santa María de Miraflores” Las obras de reconstrucción finalizaron en 1484 cuando Isabel ya era Reina de Castilla.

Ejemplo de Gótico Castellano, el proyecto inicial fue de Juan de Colonia, posteriormente trabajo en ella el maestro Garci Fernandez de Matienzo y finalizo la obra el hijo de quien fuera su principal artífice, Simón de Colonia.

Hay que decir que los pináculos que caracterizan su exterior se añadieron con posterioridad en 1539.

Para acceder hay varias puertas tardo góticas de las que sobresale la que une el claustro con el atrio una puerta enmarcada en arco conopial que presenta unos enormes escudos en las enjutas, todo ello característico del gótico isabelino, un estilo propio de Castilla en el que a las características constructivas góticas se añadían los elementos decorativos propios del Renacimiento (escudos, símbolos heráldicos, grutescos, motivos vegetales, guirnaldas etc. etc. etc.,)

El interior destaca por la enorme riqueza escultórica que alberga, Retablo y Sepulcros, así como las vidrieras no hace  mucho restauradas y que son originales del s. XV, traídas desde Flandes.

Consta de una única nave central con una hermosa bóveda estrellada, varias capillas se abren a ella y remata con un ábside poligonal.

Nada más entrar una escultura de San Bruno a la derecha y a la izquierda un tríptico de pintura flamenca. Pero sin duda alguna, y sin desmerecer el Coro de sillería gótica , para los Padres del Maestro Vallisoletano Martin Sanchez y  renacentista para los Hermanos obra  de Simón de Buera, lo que deja boquiabierto al viajero amante de la historia y del Arte es el Retablo Mayor y el monumento funerario que se encuentra a pies del altar Mayor y que en forma de Estrella de alabastro recoge a Juan II e Isabel de Avis, padres de Isabel la Católica y Alfonso de Castilla enterrado también en un lateral en un magnifico sepulcro en arcosolio.

Obra de Gil de Siloe fue definitivamente asentado la Nochebuena de 1499 rematando la bella obra de los Colonia y convirtiéndose en el último referente gótico de Castilla y de Europa. Gil de Siloe  colaboro como hacia siempre con Diego de la Cruz. Se cree que el dorado del retablo se hizo con el primer oro llegado de las Américas y que el coste de esta maravilla fue de 1.015,613 maravedíes de la época. Cargado de simbolismos, el artista utiliza nuevos elementos para ensalzar la Eucaristía como fin último. Escenas de la Vida de Jesús desde la Anunciación y también de la Virgen María., figuras de Santos a quienes Juan, Isabel,  y la misma reina eran devotos, los evangelistas y San Pedro y San Pablo y en la parte inferior, representados, orando, los padres de Isabel, a quien ella quiso “reunir”  en un sepulcro junto a su hermano Alfonso, muerto en extrañas circunstancias.

Los sepulcros son también obra de Gil de Siloe y rompen con todas las características de los monumentos funerarios habituales. Realizados en alabastro esta obra parece no solo tiene un carácter “sentimental” al querer unir a la familia ni que fuera después de la muerte, sino que por un lado aparta a Enrique IV, su hermanastro y contra quien se enfrentó, y por el otro, Isabel hace manifestación de poder y ostentación frente a la riquísima nobleza castellana como reafirmación del poder real. En el lado del Evangelio el sepulcro de Alfonso, de estatua orante en un arcosolio rematado con crestería espectacular. A modo de anécdota, en el sepulcro de los reyes aparecen estratégicamente situadas figuras de los monjes cartujos rezando por sus almas. Profetas, reyes bíblicos, las virtudes aparecen adornando el sepulcro situado frente al altar que a su vez se elevó para favorecer la visibilidad en el culto.

Hay que destacar también que recientemente se ha restaurado las capillas laterales y que destaca un pequeño Museo cuya exposición ha sido bautizada como “De lo Bello a lo Divino” y en la que se expone otro de los tesoros de la Cartuja “La Anunciación” de Berruguete, una de las mejores obras del maestro de Paredes de Nava, pintura gótica con clara influencia flamenca en su colorido y su perspectiva.

La Cartuja fue desamortizada en tiempos de Mendizábal, desapareciendo el culto pero el obispo de Burgos Anastasio Rodrigo Yusto restableció a los cartujos en la Cartuja de Miraflores poco después de ser proclamado Obispo en 1867.

La Cartuja de Miraflores es un lugar donde pasar un buen rato disfrutando de la paz y el sosiego y de una maravillosa obra de arte.

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de Mª Antonia Sassot Borruel.

Geolocalización:

© Colaboradores de OpenStreetMap
Ver en google maps