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El Arco de Santa María es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Burgos. Era en origen una de las doce puertas de la muralla medieval que rodeaba la ciudad. Esta puerta comunicaba la ciudad con el puente de Santa María para poder llegar a la plaza de San Fernando donde está la Catedral cruzando el río Arlazón.
Con anterioridad, según cita el Poema del Mio Cid era el punto de entrada y salida de la ciudad.
Fue construido en el siglo XIV-XV y reformado entre 1536 y 1553 por Juan de Vallejo y Francisco de Colonia, con la piedra caliza blanca típica de la zona de Burgos, concretamente de las canteras de Hontoria, que se puede ver en la actualidad. La diseñaron como si de un Castillo se tratara con un gran retablo en el centro. La reforma se realizó con motivo de la visita del emperador Carlos V durante su visita a Yuste, atravesando la puerta el martes 13 de Octubre de 1556.
La puerta fue concebida a manera de gran arco triunfal y se enmarca por dos grandes cilindros con forma de torre. Consta de tres cuerpos horizontales separados por impostas. En la parte de abajo está el arco de medio punto que sirve de acceso, y a los lados dos columnas decorado con dos bustos.
En la parte central la decoración es como en un retablo labrado en piedra y con remate almenado como un castillete. Se divide en dos pisos, cada uno tiene tres hornacinas con una estatua cada una, del escultor Martín Ochoa de Arteaga, en ellas se representa la historia o leyenda de Castilla resumida mediante seis personajes.
En la parte superior en el centro está la figura de Carlos V rodeado por Fernán González el primer conde independiente de Castilla, y a la izquierda el Cid Campeador.
En la parte inferior en el centro, se sitúa el fundador de la ciudad, el Conde Diego Rodríguez Porcelos y a su alrededor los jueces de Castilla, Laín Calvo a la derecha y Nuño Rasura a la izquierda. Hay también una figura del ángel custodio de Burgos, sosteniendo una reproducción de la ciudad. Encima cuatro gárgolas que sirven como desagüe y presidiendo todo la patrona de Burgos, la Virgen Santa María con el niño en brazos que da nombre a la puerta.
El Arco lo ocupó el Consistorio burgalés hasta la construcción de la nueva Casa Consistorial, realizada en el siglo XVI por Fernando González. Fue también sede del Museo Arqueológico de Burgos entre 1878 y 1955. En 1943 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y en la actualidad está abierto al público como Centro Cultural donde también se realizan exposiciones temporales.
Se puede acceder al interior del arco a través de unas escaleras de época medieval que da acceso a la sala principal, actualmente reformada aunque se conservan algunas yeserías mudéjares que proceden del Castillo de Burgos. En el piso principal está la sala Poridad, un salón octogonal donde hasta el año 1780 se reunía el consejo de la ciudad de Burgos. En esta sala se guardan algunos de los tesoros de la ciudad, como el gran mural del pintor burgalés José Vela Zanetti dedicado al Conde Fernán González y también a la independencia de Castilla. También tenemos el artesonado mudéjar en el techo de la sala, el cuadro "El Cid y Doña Jimena" del artista burgalés Marceliano Santa María y hasta un hueso del Cid Campeador, la medida patrón de la vara castellana; el sillón en que se sentaban los legendarios jueces castellanos para administrar justicia; la antigua puerta blindada que daba acceso al archivo del Arco; una reproducción de la espada Tizona del Cid, obra de Maese Calvo, etc.
Desde esta sala se puede acceder a una de las torres cilíndricas del exterior y también al piso superior mediante una escalera de caracol. En esta planta se ubica en una pequeña habitación el museo de Farmacia en el que se conservan algunos de los tarros de boticario del desaparecido Hospital de San Juan, cuya botica regida por farmacéuticos como Fray Tomás de Paredes y Fray Esteban de Villa fue una de las más importantes de España.