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Edificio monumental construido en el paseo de Gracia de Barcelona, una de las vías más prestigiosas de la ciudad. La Casa Milá llamada popularmente con el nombre de La Pedrera, cantera en catalán, es un edificio modernista situado en el Paseo de Gracia nº 92. Se trata de la última obra civil del arquitecto Antonio Gaudí, iniciada en el año 1906 y finalizada en 1912, a pesar de que no concluyó personalmente la fase final del proyecto a causa de las diferencias que mantuvo con los propietarios por el elevado coste de las obras. La casa se edificó por encargo del matrimonio Pere Milá y Camps y Roser Segimon i Artells. Gaudí contó con varios colaboradores entre ellos el constructor Josep Bayó i Font que había trabajado con Gaudí en la casa Batlló
La superficie total del solar era de 1.620 metros cuadrados, de los que fueron edificados 1.323 metros. La Casa Milá es un buen reflejo de la plenitud artística de Gaudí a principios del siglo XX, un periodo en el que perfecciona su estilo personal inspirándose en la naturaleza, poniendo en práctica la geometría reglada.
Los primeros bocetos del edificio los realiza Gaudí en su obrador de la Sagrada Familia, como si se tratara de una curva constante, incorporando soluciones de geometría y elementos naturalistas en el exterior y en el interior del edificio. El artista añade a todo ello una gran creatividad e imaginación ornamental. Gaudí proyectó una casa de formas onduladas y vivas, haciendo alusión al mar y a motivos vegetales. Como si de un oleaje sinuoso se tratara dando un movimiento excepcional a la fachada de piedra eludiendo las esquinas, que representa el mar.
Desde su apertura al público en 1987 ha recibido más de 20 millones de visitas, siendo de los diez lugares más visitados de toda Barcelona.
La Casa Milá está construida en torno a dos patios que dan luz a las nueve plantas, con sótano y planta baja, entresuelo, la planta principal, cuatro pisos superiores y un desván. Los espaciosos departamentos están dispuestos alrededor de la fachada y de dos patios circulares interiores.
El sótano era para garaje, la planta principal para la residencia de los señores Milá y las otras viviendas las tenían en alquiler. El desván, una de las partes más bonitas del edificio y de las más modernas para la época está formado por una serie de arcos catenarios en forma de parábola, de ladrillo plano hecho a diferentes alturas se destinaba a la colada, con zonas de lavadero y tendedero.
La azotea rematada por tragaluces, ventiladores y chimeneas que recuerdan guerreros cubiertos con un casco es uno de los sitios que más sorprenden al visitante al ser un espacio fantástico y futurista. Todos estos elementos están recubiertos de cal, mármol o vidrio, construidos con ladrillo de plano que se convierten en verdaderas esculturas integradas en el edificio.
La Casa Milá es única en su forma exterior e interior, entre los pisos, los cielos rasos de yeso con relieves de gran dinamismo, con sus distintos elementos de decoración la madera en las puertas, las ventanas y el mobiliario que ha desaparecido a día de hoy, así como el diseño del pavimento hidráulico. El acceso a las viviendas era a través de ascensor y las escaleras para el personal. Solamente en la planta principal hay una escalinata que hizo Gaudí de forma muy original.
Su exterior está lleno de formas sinuosas y naturalistas con barandillas en balcones muy originales que contrastan con la piedra de la fachada piedra natural llevada desde Garraf y Vilafranca, sujeta mediante hierros a los pilares del edificio. De esta forma el peso de la piedra no se apoya sobre la casa ya que no existen muros de carga, solo se sujeta con pilares de piedra formando un entramado. Esta manera de construcción permite grandes aberturas en la fachada que facilitan la entrada de luz en las viviendas así como su estructura de forma libre entre las plantas, que permite quitar paredes y tabiques divisorios no estructurales en caso necesario sin que esto afecte a la estructura del edificio.
Uno de los elementos que más destaca es el patio central circular que se sujeta gracias a una curiosa estructura de hierro aguanta grandes cargas de peso, como una rueda de bicicleta
Hay dos aparcamientos para cada patio que están interconectados.
En el año 1954 el arquitecto F. J. Barba Corsini construyó un conjunto de apartamentos en el desván, de tal modo que la estructura diseñada por Gaudí quedó ocupada.
Actualmente la Pedrera o casa Milá es propiedad de la entidad financiera Caixa Catalunya que mantiene abierto al público la cubierta y el desván donde ha puesto una exposición sobre Gaudí y sus obras para poder entender mejor a este gran genio de la arquitectura. Algunos pisos son particulares y el principal se dedica a sala de exposiciones del Centre Cultural Caixa Catalunya.
La Pedrera fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1984, junto con el Parque Güell, el Palacio Güell y la Cripta de la Colonia Güell.
